SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES MINEROS, METALÚRGICOS, SIDERÚRGICOS Y SIMILARES DE LA REPÚBLICA MEXICANA
--BOLETÍN INFORMATIVO--
47/2008
Miércoles 9 de julio de 2008
*A 60 años del Convenio 87 de la OIT, el gobierno de México lo está violando
*Agrede la STPS la libertad y autonomía sindical y todavía se ufana de actuar así
*Absoluto apoyo mundial a nuestras luchas en el Congreso Minero Mundial de San Petersburgo
Hoy se cumplieron 60 años de haber entrado en vigor el Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), instrumento legal mundial firmado por México, que establece la libertad y la autonomía sindicales como un derecho inviolable de las organizaciones de trabajadores, en tanto que en nuestro país las actuales autoridades de la Secretaría del Trabajo lo violan sin pudor, sin vergüenza y sin ética, en contra de su proclamada pero hipócrita y mentirosa adhesión al mismo.
De ello es una muestra, más que evidente, la política antisindical de Javier Lozano Alarcón, el titular de la STPS que está al servicio de Grupo México y de su dueño Germán Larrea Mota Velasco, y su conducta alevosa y cobarde contra el Sindicato Nacional de Mineros y contra el compañero Napoleón Gómez Urrutia, nuestro Secretario General por decisión unánime, libre, autónoma y democrática de los trabajadores mineros, metalúrgicos y siderúrgicos agremiados a este Sindicato.
El Convenio 87 de la OIT señala en sus artículos 2, 3 y 4 que los trabajadores “sin ninguna distinción y sin autorización previa, tienen el derecho de constituir las organizaciones que estimen convenientes, así como el de afiliarse a estas organizaciones, con la sola condición de observar los estatutos de las mismas”. También determina que “las autoridades públicas deberán abstenerse de toda intervención que tienda a limitar este derecho o a entorpecer su ejercicio legal”.
Esto último es lo que permanentemente violan la Secretaría del Trabajo y su titular Javier Lozano Alarcón, así como su subsecretario Álvaro Castro Estrada. Intervienen, se entrometen, se inmiscuyen en los asuntos sindicales que única y exclusivamente competen a los trabajadores, en los que ninguna autoridad ni empresa, sean cuales sean y bajo el pretexto que sea, pueden intervenir. Viola la STPS, a través de esos dos personajes, la letra y el espíritu del Convenio 87 que hoy cumple seis décadas de existencia, el cual merced al Artículo 133 de nuestra Constitución, como tratado internacional suscrito por México, forma parte de “la Ley Suprema de la Unión”, y está por encima de las leyes reglamentarias como la Ley Federal del Trabajo. Por lo tanto, viola la Constitución Mexicana, a menos que Lozano y Castro consideren en sus alucinaciones de ilegalidad que ya dejó de estar en vigor la Ley Mayor de México y por eso estos funcionarios actúan impunemente al margen y en contra de ella.
Así que en México, cuando menos, no hay nada que celebrar respecto de la libertad y autonomía sindical, ante unas autoridades laborales que pisotean la Constitución y sus instrumentos legales. Pero en el mundo es diferente. Actualmente se celebra en San Petersburgo, Rusia, la Conferencia Mundial de la Industria Minera, al cual asisten por parte del Sindicato Minero mexicano los compañeros Carlos Pavón Campos, secretario de Asuntos Políticos, y José Barajas Prado, secretario tesorero del Organismo Sindical.
Han recibido los mineros mexicanos la solidaridad plena y absoluta de las numerosas agrupaciones mineras y metalúrgicas asistentes de todos los continentes, a la lucha encabezada por el compañero Napoleón Gómez Urrutia en México, así como una reiterada condena unánime a las violaciones del Convenio 87 de la OIT por parte del gobierno de México, y a las persecuciones y agresiones contra la libertad y autonomía sindical que desde hace dos años registra nuestro Sindicato.
Estas muestras de apoyo y solidaridad se suman a los apoyos que ha recibido el gremio trabajador minero de parte de la FITIM (Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas) con 25 millones de afiliados en más de una centena de países, y de la cual Gómez Urrutia es Vicepresidente Mundial, así como los respaldos provenientes de los USW Steelworkers de Estados Unidos y Canadá, poderosa organización que agrupa a casi un millón de miembros. Todo lo cual constituye un impresionante apoyo mundial a la lucha de los mineros mexicanos, que nunca antes se había registrado en las luchas obreras de nuestro país.
Para México y sus trabajadores es una vergüenza total que desde el impresionante Museo de la Minería de San Petersburgo --el más completo y espectacular del mundo en su ramo--, donde se realiza esta Conferencia Mundial, del 9 al 11 de julio, se condene al gobierno de México por sus agresiones alevosas y cobardes contra el Sindicato Minero mexicano. Pero es un timbre de orgullo el reconocimiento que los trabajadores del mundo le han estado otorgando al gremio minero, metalúrgico y siderúrgico mexicano por su resistencia y combatividad ante las embestidas patronal y oficial que hemos estado sufriendo.
Cuando hay represión, hemos dicho, la solidaridad obrera no tiene fronteras ni prohibiciones. Eso es lo que ha penetrado en el espíritu y trabajos de la Conferencia Minera de San Petersburgo, Rusia. La lucha de los mineros mexicanos por su autonomía y libertad sindicales encabezada por el compañero Gómez Urrutia, ya es un símbolo mundial en las luchas que en todo el planeta se dan por los derechos obreros de este estratégico gremio internacional de mineros, que en Inglaterra fue capaz de enfrentarse a la prepotente primera ministra Margaret Thatcher y en la ex URSS al carcomido sistema que encabezaba Mijail Gorbachov, con resultados eficientes en ambos casos. La política neoliberal de una y el dominio del otro sistema fueron puestos en revisión y en predicamento, respectivamente, con lo que se iniciaron profundos cambios en el mundo del trabajo.
Ante estas expresiones de lucha y solidaridad mundiales, muy poco, o nada, es lo que significan encuestitas a modo que Grupo México, de Germán Larrea Mota Velasco, compró para justificar las ilegalidades de la STPS en su negativa a otorgar la toma de nota al compañero Gómez Urrutia como nuestro Secretario General, que este día se difundió en algunos medios, con la cual tienden a confundir a la opinión pública y desacreditar al gremio trabajador minero. La falta de seriedad de esa encuesta la comprueba que no indicó el universo encuestable al que fue aplicada, ni tampoco el margen de error de la misma, ni su metodología. Así cualquiera, con dinero en la mano, puede hacer las encuestas que quiera y resultar exculpado de toda ilegalidad. Ya no tienen Grupo México ni Javier Alarcón y Álvaro Castro argumentos contra el Sindicato Minero. Apuestan entonces a encuestas de pacotilla, al gusto de quien las paga, para tratar de justificar sus ineptitudes, torpezas, ilegalidades y complicidades.
--BOLETÍN INFORMATIVO--
47/2008
Miércoles 9 de julio de 2008
*A 60 años del Convenio 87 de la OIT, el gobierno de México lo está violando
*Agrede la STPS la libertad y autonomía sindical y todavía se ufana de actuar así
*Absoluto apoyo mundial a nuestras luchas en el Congreso Minero Mundial de San Petersburgo
Hoy se cumplieron 60 años de haber entrado en vigor el Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), instrumento legal mundial firmado por México, que establece la libertad y la autonomía sindicales como un derecho inviolable de las organizaciones de trabajadores, en tanto que en nuestro país las actuales autoridades de la Secretaría del Trabajo lo violan sin pudor, sin vergüenza y sin ética, en contra de su proclamada pero hipócrita y mentirosa adhesión al mismo.
De ello es una muestra, más que evidente, la política antisindical de Javier Lozano Alarcón, el titular de la STPS que está al servicio de Grupo México y de su dueño Germán Larrea Mota Velasco, y su conducta alevosa y cobarde contra el Sindicato Nacional de Mineros y contra el compañero Napoleón Gómez Urrutia, nuestro Secretario General por decisión unánime, libre, autónoma y democrática de los trabajadores mineros, metalúrgicos y siderúrgicos agremiados a este Sindicato.
El Convenio 87 de la OIT señala en sus artículos 2, 3 y 4 que los trabajadores “sin ninguna distinción y sin autorización previa, tienen el derecho de constituir las organizaciones que estimen convenientes, así como el de afiliarse a estas organizaciones, con la sola condición de observar los estatutos de las mismas”. También determina que “las autoridades públicas deberán abstenerse de toda intervención que tienda a limitar este derecho o a entorpecer su ejercicio legal”.
Esto último es lo que permanentemente violan la Secretaría del Trabajo y su titular Javier Lozano Alarcón, así como su subsecretario Álvaro Castro Estrada. Intervienen, se entrometen, se inmiscuyen en los asuntos sindicales que única y exclusivamente competen a los trabajadores, en los que ninguna autoridad ni empresa, sean cuales sean y bajo el pretexto que sea, pueden intervenir. Viola la STPS, a través de esos dos personajes, la letra y el espíritu del Convenio 87 que hoy cumple seis décadas de existencia, el cual merced al Artículo 133 de nuestra Constitución, como tratado internacional suscrito por México, forma parte de “la Ley Suprema de la Unión”, y está por encima de las leyes reglamentarias como la Ley Federal del Trabajo. Por lo tanto, viola la Constitución Mexicana, a menos que Lozano y Castro consideren en sus alucinaciones de ilegalidad que ya dejó de estar en vigor la Ley Mayor de México y por eso estos funcionarios actúan impunemente al margen y en contra de ella.
Así que en México, cuando menos, no hay nada que celebrar respecto de la libertad y autonomía sindical, ante unas autoridades laborales que pisotean la Constitución y sus instrumentos legales. Pero en el mundo es diferente. Actualmente se celebra en San Petersburgo, Rusia, la Conferencia Mundial de la Industria Minera, al cual asisten por parte del Sindicato Minero mexicano los compañeros Carlos Pavón Campos, secretario de Asuntos Políticos, y José Barajas Prado, secretario tesorero del Organismo Sindical.
Han recibido los mineros mexicanos la solidaridad plena y absoluta de las numerosas agrupaciones mineras y metalúrgicas asistentes de todos los continentes, a la lucha encabezada por el compañero Napoleón Gómez Urrutia en México, así como una reiterada condena unánime a las violaciones del Convenio 87 de la OIT por parte del gobierno de México, y a las persecuciones y agresiones contra la libertad y autonomía sindical que desde hace dos años registra nuestro Sindicato.
Estas muestras de apoyo y solidaridad se suman a los apoyos que ha recibido el gremio trabajador minero de parte de la FITIM (Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas) con 25 millones de afiliados en más de una centena de países, y de la cual Gómez Urrutia es Vicepresidente Mundial, así como los respaldos provenientes de los USW Steelworkers de Estados Unidos y Canadá, poderosa organización que agrupa a casi un millón de miembros. Todo lo cual constituye un impresionante apoyo mundial a la lucha de los mineros mexicanos, que nunca antes se había registrado en las luchas obreras de nuestro país.
Para México y sus trabajadores es una vergüenza total que desde el impresionante Museo de la Minería de San Petersburgo --el más completo y espectacular del mundo en su ramo--, donde se realiza esta Conferencia Mundial, del 9 al 11 de julio, se condene al gobierno de México por sus agresiones alevosas y cobardes contra el Sindicato Minero mexicano. Pero es un timbre de orgullo el reconocimiento que los trabajadores del mundo le han estado otorgando al gremio minero, metalúrgico y siderúrgico mexicano por su resistencia y combatividad ante las embestidas patronal y oficial que hemos estado sufriendo.
Cuando hay represión, hemos dicho, la solidaridad obrera no tiene fronteras ni prohibiciones. Eso es lo que ha penetrado en el espíritu y trabajos de la Conferencia Minera de San Petersburgo, Rusia. La lucha de los mineros mexicanos por su autonomía y libertad sindicales encabezada por el compañero Gómez Urrutia, ya es un símbolo mundial en las luchas que en todo el planeta se dan por los derechos obreros de este estratégico gremio internacional de mineros, que en Inglaterra fue capaz de enfrentarse a la prepotente primera ministra Margaret Thatcher y en la ex URSS al carcomido sistema que encabezaba Mijail Gorbachov, con resultados eficientes en ambos casos. La política neoliberal de una y el dominio del otro sistema fueron puestos en revisión y en predicamento, respectivamente, con lo que se iniciaron profundos cambios en el mundo del trabajo.
Ante estas expresiones de lucha y solidaridad mundiales, muy poco, o nada, es lo que significan encuestitas a modo que Grupo México, de Germán Larrea Mota Velasco, compró para justificar las ilegalidades de la STPS en su negativa a otorgar la toma de nota al compañero Gómez Urrutia como nuestro Secretario General, que este día se difundió en algunos medios, con la cual tienden a confundir a la opinión pública y desacreditar al gremio trabajador minero. La falta de seriedad de esa encuesta la comprueba que no indicó el universo encuestable al que fue aplicada, ni tampoco el margen de error de la misma, ni su metodología. Así cualquiera, con dinero en la mano, puede hacer las encuestas que quiera y resultar exculpado de toda ilegalidad. Ya no tienen Grupo México ni Javier Alarcón y Álvaro Castro argumentos contra el Sindicato Minero. Apuestan entonces a encuestas de pacotilla, al gusto de quien las paga, para tratar de justificar sus ineptitudes, torpezas, ilegalidades y complicidades.
