Múltiples son las conjeturas que se han desatado en México al comenzar las elecciones presidenciales en Estados Unidos, por inevitables razones de vecindad geográfica y de cercanía e influencia política. Todo parece indicar, a estas fechas, que el candidato demócrata Barack Obama habrá de triunfar en esas elecciones, según lo indican tanto los primeros resultados electorales anticipados como las encuestas de preferencias que se siguen realizando.
Esto le plantea a la sociedad mexicana diversas interrogantes, pero en un aspecto particular, el de las relaciones laborales en ambos países, se puede presumir con certeza que, de darse el triunfo electoral del demócrata Obama, habrá diversas revisiones y cambios de fondo. Obama ha manifestado que revisará el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en lo referente a la libertad sindical y a los derechos humanos de los trabajadores. Esto fue notorio en el último debate entre Obama y su contrincante, el republicano John McCain.
Y todo esto implica el apoyo que, ganando Obama, va a tener el Sindicato Minero de México ante la perversa agresión antisindical de que ha sido objeto desde hace dos años y medio por parte del gobierno de México y de empresas arrogantes que abusan de su poderío económico y del apoyo ilegítimo que este gobierno les ha proporcionado, violando incluso la Constitución, las leyes y la normatividad laboral.
Por añadidura, tanto Obama como el candidato demócrata a la vicepresidencia, John Biden, a lo largo de su carrera política han sido permanentemente apoyados por los United Steelworkers (USW) y por la poderosa agrupación AFL-CIO o Federación Americana del Trabajo, donde este compromiso ha sido recíproco entre ambas partes. Y no se ignoran las ligas de solidaridad y hermandad que existen entre estas agrupaciones de trabajadores norteamericanos y el Sindicato Mexicano de Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos que encabeza Napoleón Gómez Urrutia, así como con el Sindicato Internacional de Transportistas que preside James P. Hoffa, hijo del famoso James R. Hoffa.
En la Convención Internacional de la USW celebrada en Las Vegas, Nevada, en julio del presente año, en la cual participaron Leo W. Gerard, Presidente Internacional, y nuestro Secretario General, Napoleón Gómez Urrutia, el propio Barack Obama, también asistente, indicó ahí que es muy respetuoso de la libertad y la autonomía sindical. Lo cual implica, de manera natural, que esta postura será un factor muy importante que gravite contra la política represora del gobierno mexicano y la persecución política irracional e ilegal que ha mantenido contra el Sindicato Minero Mexicano y contra su líder nacional Gómez Urrutia.
Esto le plantea a la sociedad mexicana diversas interrogantes, pero en un aspecto particular, el de las relaciones laborales en ambos países, se puede presumir con certeza que, de darse el triunfo electoral del demócrata Obama, habrá diversas revisiones y cambios de fondo. Obama ha manifestado que revisará el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en lo referente a la libertad sindical y a los derechos humanos de los trabajadores. Esto fue notorio en el último debate entre Obama y su contrincante, el republicano John McCain.
Y todo esto implica el apoyo que, ganando Obama, va a tener el Sindicato Minero de México ante la perversa agresión antisindical de que ha sido objeto desde hace dos años y medio por parte del gobierno de México y de empresas arrogantes que abusan de su poderío económico y del apoyo ilegítimo que este gobierno les ha proporcionado, violando incluso la Constitución, las leyes y la normatividad laboral.
Por añadidura, tanto Obama como el candidato demócrata a la vicepresidencia, John Biden, a lo largo de su carrera política han sido permanentemente apoyados por los United Steelworkers (USW) y por la poderosa agrupación AFL-CIO o Federación Americana del Trabajo, donde este compromiso ha sido recíproco entre ambas partes. Y no se ignoran las ligas de solidaridad y hermandad que existen entre estas agrupaciones de trabajadores norteamericanos y el Sindicato Mexicano de Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos que encabeza Napoleón Gómez Urrutia, así como con el Sindicato Internacional de Transportistas que preside James P. Hoffa, hijo del famoso James R. Hoffa.
En la Convención Internacional de la USW celebrada en Las Vegas, Nevada, en julio del presente año, en la cual participaron Leo W. Gerard, Presidente Internacional, y nuestro Secretario General, Napoleón Gómez Urrutia, el propio Barack Obama, también asistente, indicó ahí que es muy respetuoso de la libertad y la autonomía sindical. Lo cual implica, de manera natural, que esta postura será un factor muy importante que gravite contra la política represora del gobierno mexicano y la persecución política irracional e ilegal que ha mantenido contra el Sindicato Minero Mexicano y contra su líder nacional Gómez Urrutia.
