SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES MINEROS, METALÚRGICOS, SIDERÚRGICOS Y SIMILARES DE LA REPÚBLICA MEXICANA
Miércoles 28 de octubre de 2009
Desde el lunes 26 de octubre del presente mes, se reúne en la Ciudad de México (Ex Templo de Corpus Christi, frente al Hemiciclo a don Benito Juárez), el Tribunal Internacional de Libertad Sindical, en el cual, con la representación del compañero Napoleón Gómez Urrutia, Secretario General del Sindicato Nacional de Mineros, y del Comité Ejecutivo Nacional, participó el martes 27 de octubre el compañero J. Genaro Arteaga Trejo, Secretario de Asuntos Políticos del propio Comité Ejecutivo Nacional, cuya intervención enviamos, por su importancia en el actual momento de la vida laboral de México.
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Estimados y respetabilísimos miembros del Tribunal Internacional de Libertad Sindical:
Me es muy grato saludarlos en nombre de nuestro Secretario General, el compañero Napoleón Gómez Urrutia, quien les desea fraternal y cálidamente todo el éxito que seguramente habrán de tener, dada la calidad de los señores Jurados Internacionales y Nacionales que participan en este Tribunal Internacional de Libertad Sindical.
De entrada, les señalamos que el exilio forzado de nuestro compañero Napoleón Gómez Urrutia en el lejano país en que se encuentra, es un resultado visible de las agresiones y la persecución política que este gobierno de México y el anterior han lanzado contra la autonomía y la libertad del Sindicato Nacional de Mineros, del cual es el dirigente real, reelecto por unanimidad en cinco ocasiones en sucesivas Convenciones, que son la máxima autoridad Sindical, y quien desde donde se encuentra sigue dirigiendo con valentía, mano experta e inteligencia las tareas sindicales.
La embestida antisindical del gobierno que encabeza Felipe Calderón Hinojosa está a la vista de todo el mundo. La última etapa de esta política es la alevosa e inconstitucional agresión contra el hermano Sindicato Mexicano de Electricistas, pero comenzó en rigor desde el sexenio anterior, del tristemente célebre Vicente Fox Quesada, aunque en muchos aspectos esa agresión antisindical vino siendo preparada desde los dos sexenios anteriores por abusivas empresas y funcionarios gubernamentales que se plegaron desde entonces a los designios de esos sectores, los más reaccionarios del empresariado de México.
En el 2006 comenzó la agresión contra el Sindicato Nacional de Mineros. Primero, el 17 de febrero de ese año, contra nuestra Organización Sindical, cuando una banda de facinerosos y traidores al Sindicato Minero asaltó nuestro edificio, robó documentos y ejerció violencia, con la pretensión fallida de destituir a la dirigencia sindical mediante ese atraco. Al mismo tiempo, en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, encabezada entonces por un espécimen de la extrema derecha fascista, el actual diputado del Partido Acción Nacional, Francisco Javier Salazar Sáenz, se le dio la “toma de nota” a un líder espurio y charro, Elías Morales, traidor y corrupto expulsado del Sindicato, quien pretendió asumir la dirigencia sindical, una vez más con el repudio absoluto de la base trabajadora.
Paralelamente, se nos quiso culpar del homicidio industrial de la mina Pasta de Conchos en Coahuila, del 19 de febrero de 2006, en que perecieron 65 de nuestros compañeros, cuando el único responsable de la explosión fue la empresa Grupo México, de Germán Feliciano Larrea Mota Velasco, con la complicidad absoluta del gobierno de Vicente Fox y su secretario del Trabajo y Previsión Social, el ya mencionado yunquista. Hay la declaración pública del gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés, en el sentido de que Fox lo intimó en esos días para que levantara acusaciones penales en contra del compañero Gómez Urrutia, a lo cual aquél se negó, afirmando que no había ningún delito en el cual estuviera implicado en Coahuila, siendo la respuesta de Fox: “Pues si no hay, invéntaselo”. Ese fue el tamaño del sometimiento del gobierno de Fox a la empresa Grupo México de Larrea Mota Velasco y de su violación a la ley.
Esas amenazas obligaron al compañero Gómez Urrutia a dejar el país, porque peligraban su integridad personal y la de su familia, y sobre todo porque la pretensión era descabezar al Sindicato Nacional de Mineros. Este es, desde este principio, un caso típico de atentado a la autonomía y libertad sindical de los mineros, metalúrgicos y siderúrgicos de México.
Después vino la agresión a los compañeros en huelga de la empresa Sicartsa, del puerto industrial Lázaro Cárdenas, Michoacán, que se materializó el 20 de abril del mismo 2006, con la participación armada por parte de fuerzas federales y estatales de Michoacán. De esta represión resultaron dos trabajadores asesinados por las fuerzas armadas y más de 100 heridos. La unidad y el espíritu de clase y de combate de nuestros compañeros dieron al traste con esa agresión. Esa huelga permaneció durante varios meses y la empresa Villacero tuvo que pagar el cien por ciento de los salarios caídos y aceptar las demandas de los trabajadores.
Así comenzó el ya largo conflicto minero, que suma tres años y nueve meses de duración. Este conflicto lo heredó y prosiguió con saña el actual gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, también cómplice del Grupo México, y como el anterior gobierno, se ha significado como un empecinado violador de la libertad y la autonomía sindicales, pasando por encima de la Constitución de la República, de la Ley Federal del Trabajo y de los tratados internacionales que México ha firmado, como el Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo, OIT, que establece que la elección de dirigentes de los sindicatos es una atribución exclusiva, y de nadie más, de los propios trabajadores. En esa línea de violaciones, la Secretaría del Trabajo le negó en agosto de 2008 el reconocimiento oficial al compañero Gómez Urrutia como nuestro Secretario General, sin que eso haya roto la lealtad de los agremiados hacia él.
El Sindicato Nacional de Mineros ha sufrido otras agresiones en este y el anterior gobierno, como el asesinato de otros dos mineros, uno en Nacozari, Sonora, y otro en Fresnillo, Zacatecas, en junio pasado. Pero también repetidos intentos de dividir, fracturar y aplastar a nuestra Organización.
Otras agresiones han sido: Primero nos levantaron la calumnia de que habíamos dispuesto de 55 millones de dólares, pero hemos demostrado hasta la saciedad con auditorías internacionales y ante tribunales judiciales y dependencias hacendarias, que esos fondos son del Sindicato Minero y de sus trabajadores, y de nadie más. Pese a esto, tales fondos bancarios fueron “congelados”, en rigor incautados, por el gobierno de Fox en 2006, actitud que ha mantenido el gobierno de Calderón, el cual a su vez incautó a fines de 2008 todos los fondos bancarios del Comité Ejecutivo Nacional y de las Secciones y Fracciones Sindicales, con el propósito de asfixiar la lucha del Sindicato, en operación instrumentada por el actual secretario de Gobernación, Fernando Gómez-Mont Urueta, quien con ello demuestra que no ha dejado de ser un abogado al servicio de Grupo México de Larrea Mota Velasco.
En julio de 2007, ante nuevas, graves y continuas violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo, los compañeros de Taxco, Guerrero; Cananea, Sonora, y Sombrerete, Zacatecas, estallaron sendas huelgas contra Grupo México. A la fecha, esas huelgas siguen sin solución, por la obcecación cerrada de Grupo México, tras 27 meses de estalladas, además en medio de intentos de represión armada y de la declaración inconstitucional de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje de dar por terminadas las relaciones de trabajo en Cananea, algo parecido a lo que hoy enfrentan los compañeros del Sindicato Mexicano de Electricistas. No lo lograron debido a la firmeza de los compañeros de Cananea, y a la gran solidaridad nacional y sobre todo internacional que las tres huelgas han generado.
Finalmente, señores Jurados de este importante Tribunal Internacional de Libertad Sindical, señalamos que el actual gobierno mantiene con terquedad enfermiza su persecución contra el Sindicato y sus dirigentes. Cada vez que en tribunales el Sindicato Minero echa abajo las supuestas causales de las ilegales órdenes de aprehensión contra nuestro compañero Gómez Urrutia, bajo otras maniobras y pretextos el gobierno de Calderón las vuelve a levantar. Incluso dentro de esta persecución, secuestró y mantiene preso al compañero Juan Linares Montúfar, Presidente de nuestro Consejo General de Vigilancia y Justicia, el cual ha sido exonerado de cualquier delito por tribunales federales, que han dictado órdenes para su liberación, lo cual lo convierte en preso político del gobierno de Calderón.
Este, señores del Tribunal, es el cuadro, muy sintéticamente expuesto, de los atentados a la libertad y a la autonomía sindical que el Sindicato Nacional de Mineros ha resistido en estos casi cuatro años. Ante ello y ante otras agresiones del gobierno contra los sindicatos, como el caso de los compañeros del Sindicato Mexicano de Electricistas, el compañero Napoleón Gómez Urrutia planteó ya la necesidad de formar un Frente Nacional de Sindicatos Independientes y Democráticos, para enfrentar las embestidas antisindicales del actual gobierno de la derecha empresarial de México, así como para cambiar el rumbo de la actual política económica y social que este gobierno mantiene contra todo derecho, a pesar de los fracasos evidentes que ha venido registrando en ese trayecto.
Por nuestra parte, no cejaremos en nuestra lucha. De ninguna manera derrotarán a nuestro glorioso Sindicato de Mineros, con 75 años de lucha y existencia independiente y democrática. No nos doblegarán. Triunfaremos, sin duda alguna, porque nos asisten la firmeza y lealtad de nuestros agremiados, la razón y la ley, así como una poderosa solidaridad obrera nacional e internacional, de más de 200 millones de trabajadores en México y en el mundo, que sin taxativas nos apoyan moral, política y económicamente.
Miércoles 28 de octubre de 2009
Desde el lunes 26 de octubre del presente mes, se reúne en la Ciudad de México (Ex Templo de Corpus Christi, frente al Hemiciclo a don Benito Juárez), el Tribunal Internacional de Libertad Sindical, en el cual, con la representación del compañero Napoleón Gómez Urrutia, Secretario General del Sindicato Nacional de Mineros, y del Comité Ejecutivo Nacional, participó el martes 27 de octubre el compañero J. Genaro Arteaga Trejo, Secretario de Asuntos Políticos del propio Comité Ejecutivo Nacional, cuya intervención enviamos, por su importancia en el actual momento de la vida laboral de México.
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Estimados y respetabilísimos miembros del Tribunal Internacional de Libertad Sindical:
Me es muy grato saludarlos en nombre de nuestro Secretario General, el compañero Napoleón Gómez Urrutia, quien les desea fraternal y cálidamente todo el éxito que seguramente habrán de tener, dada la calidad de los señores Jurados Internacionales y Nacionales que participan en este Tribunal Internacional de Libertad Sindical.
De entrada, les señalamos que el exilio forzado de nuestro compañero Napoleón Gómez Urrutia en el lejano país en que se encuentra, es un resultado visible de las agresiones y la persecución política que este gobierno de México y el anterior han lanzado contra la autonomía y la libertad del Sindicato Nacional de Mineros, del cual es el dirigente real, reelecto por unanimidad en cinco ocasiones en sucesivas Convenciones, que son la máxima autoridad Sindical, y quien desde donde se encuentra sigue dirigiendo con valentía, mano experta e inteligencia las tareas sindicales.
La embestida antisindical del gobierno que encabeza Felipe Calderón Hinojosa está a la vista de todo el mundo. La última etapa de esta política es la alevosa e inconstitucional agresión contra el hermano Sindicato Mexicano de Electricistas, pero comenzó en rigor desde el sexenio anterior, del tristemente célebre Vicente Fox Quesada, aunque en muchos aspectos esa agresión antisindical vino siendo preparada desde los dos sexenios anteriores por abusivas empresas y funcionarios gubernamentales que se plegaron desde entonces a los designios de esos sectores, los más reaccionarios del empresariado de México.
En el 2006 comenzó la agresión contra el Sindicato Nacional de Mineros. Primero, el 17 de febrero de ese año, contra nuestra Organización Sindical, cuando una banda de facinerosos y traidores al Sindicato Minero asaltó nuestro edificio, robó documentos y ejerció violencia, con la pretensión fallida de destituir a la dirigencia sindical mediante ese atraco. Al mismo tiempo, en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, encabezada entonces por un espécimen de la extrema derecha fascista, el actual diputado del Partido Acción Nacional, Francisco Javier Salazar Sáenz, se le dio la “toma de nota” a un líder espurio y charro, Elías Morales, traidor y corrupto expulsado del Sindicato, quien pretendió asumir la dirigencia sindical, una vez más con el repudio absoluto de la base trabajadora.
Paralelamente, se nos quiso culpar del homicidio industrial de la mina Pasta de Conchos en Coahuila, del 19 de febrero de 2006, en que perecieron 65 de nuestros compañeros, cuando el único responsable de la explosión fue la empresa Grupo México, de Germán Feliciano Larrea Mota Velasco, con la complicidad absoluta del gobierno de Vicente Fox y su secretario del Trabajo y Previsión Social, el ya mencionado yunquista. Hay la declaración pública del gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés, en el sentido de que Fox lo intimó en esos días para que levantara acusaciones penales en contra del compañero Gómez Urrutia, a lo cual aquél se negó, afirmando que no había ningún delito en el cual estuviera implicado en Coahuila, siendo la respuesta de Fox: “Pues si no hay, invéntaselo”. Ese fue el tamaño del sometimiento del gobierno de Fox a la empresa Grupo México de Larrea Mota Velasco y de su violación a la ley.
Esas amenazas obligaron al compañero Gómez Urrutia a dejar el país, porque peligraban su integridad personal y la de su familia, y sobre todo porque la pretensión era descabezar al Sindicato Nacional de Mineros. Este es, desde este principio, un caso típico de atentado a la autonomía y libertad sindical de los mineros, metalúrgicos y siderúrgicos de México.
Después vino la agresión a los compañeros en huelga de la empresa Sicartsa, del puerto industrial Lázaro Cárdenas, Michoacán, que se materializó el 20 de abril del mismo 2006, con la participación armada por parte de fuerzas federales y estatales de Michoacán. De esta represión resultaron dos trabajadores asesinados por las fuerzas armadas y más de 100 heridos. La unidad y el espíritu de clase y de combate de nuestros compañeros dieron al traste con esa agresión. Esa huelga permaneció durante varios meses y la empresa Villacero tuvo que pagar el cien por ciento de los salarios caídos y aceptar las demandas de los trabajadores.
Así comenzó el ya largo conflicto minero, que suma tres años y nueve meses de duración. Este conflicto lo heredó y prosiguió con saña el actual gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, también cómplice del Grupo México, y como el anterior gobierno, se ha significado como un empecinado violador de la libertad y la autonomía sindicales, pasando por encima de la Constitución de la República, de la Ley Federal del Trabajo y de los tratados internacionales que México ha firmado, como el Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo, OIT, que establece que la elección de dirigentes de los sindicatos es una atribución exclusiva, y de nadie más, de los propios trabajadores. En esa línea de violaciones, la Secretaría del Trabajo le negó en agosto de 2008 el reconocimiento oficial al compañero Gómez Urrutia como nuestro Secretario General, sin que eso haya roto la lealtad de los agremiados hacia él.
El Sindicato Nacional de Mineros ha sufrido otras agresiones en este y el anterior gobierno, como el asesinato de otros dos mineros, uno en Nacozari, Sonora, y otro en Fresnillo, Zacatecas, en junio pasado. Pero también repetidos intentos de dividir, fracturar y aplastar a nuestra Organización.
Otras agresiones han sido: Primero nos levantaron la calumnia de que habíamos dispuesto de 55 millones de dólares, pero hemos demostrado hasta la saciedad con auditorías internacionales y ante tribunales judiciales y dependencias hacendarias, que esos fondos son del Sindicato Minero y de sus trabajadores, y de nadie más. Pese a esto, tales fondos bancarios fueron “congelados”, en rigor incautados, por el gobierno de Fox en 2006, actitud que ha mantenido el gobierno de Calderón, el cual a su vez incautó a fines de 2008 todos los fondos bancarios del Comité Ejecutivo Nacional y de las Secciones y Fracciones Sindicales, con el propósito de asfixiar la lucha del Sindicato, en operación instrumentada por el actual secretario de Gobernación, Fernando Gómez-Mont Urueta, quien con ello demuestra que no ha dejado de ser un abogado al servicio de Grupo México de Larrea Mota Velasco.
En julio de 2007, ante nuevas, graves y continuas violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo, los compañeros de Taxco, Guerrero; Cananea, Sonora, y Sombrerete, Zacatecas, estallaron sendas huelgas contra Grupo México. A la fecha, esas huelgas siguen sin solución, por la obcecación cerrada de Grupo México, tras 27 meses de estalladas, además en medio de intentos de represión armada y de la declaración inconstitucional de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje de dar por terminadas las relaciones de trabajo en Cananea, algo parecido a lo que hoy enfrentan los compañeros del Sindicato Mexicano de Electricistas. No lo lograron debido a la firmeza de los compañeros de Cananea, y a la gran solidaridad nacional y sobre todo internacional que las tres huelgas han generado.
Finalmente, señores Jurados de este importante Tribunal Internacional de Libertad Sindical, señalamos que el actual gobierno mantiene con terquedad enfermiza su persecución contra el Sindicato y sus dirigentes. Cada vez que en tribunales el Sindicato Minero echa abajo las supuestas causales de las ilegales órdenes de aprehensión contra nuestro compañero Gómez Urrutia, bajo otras maniobras y pretextos el gobierno de Calderón las vuelve a levantar. Incluso dentro de esta persecución, secuestró y mantiene preso al compañero Juan Linares Montúfar, Presidente de nuestro Consejo General de Vigilancia y Justicia, el cual ha sido exonerado de cualquier delito por tribunales federales, que han dictado órdenes para su liberación, lo cual lo convierte en preso político del gobierno de Calderón.
Este, señores del Tribunal, es el cuadro, muy sintéticamente expuesto, de los atentados a la libertad y a la autonomía sindical que el Sindicato Nacional de Mineros ha resistido en estos casi cuatro años. Ante ello y ante otras agresiones del gobierno contra los sindicatos, como el caso de los compañeros del Sindicato Mexicano de Electricistas, el compañero Napoleón Gómez Urrutia planteó ya la necesidad de formar un Frente Nacional de Sindicatos Independientes y Democráticos, para enfrentar las embestidas antisindicales del actual gobierno de la derecha empresarial de México, así como para cambiar el rumbo de la actual política económica y social que este gobierno mantiene contra todo derecho, a pesar de los fracasos evidentes que ha venido registrando en ese trayecto.
Por nuestra parte, no cejaremos en nuestra lucha. De ninguna manera derrotarán a nuestro glorioso Sindicato de Mineros, con 75 años de lucha y existencia independiente y democrática. No nos doblegarán. Triunfaremos, sin duda alguna, porque nos asisten la firmeza y lealtad de nuestros agremiados, la razón y la ley, así como una poderosa solidaridad obrera nacional e internacional, de más de 200 millones de trabajadores en México y en el mundo, que sin taxativas nos apoyan moral, política y económicamente.
