SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES MINEROS, METALÚRGICOS, SIDERÚRGICOS Y SIMILARES DE LA REPÚBLICA MEXICANA
--BOLETÍN INFORMATIVO--
91/2010
Jueves 11 de noviembre de 2010
*La clase de personaje siniestro que es Carlos Pavón Campos, traidor al Sindicato que le dio sustento durante más de 26 años.
*Ratifica su servilismo hacia Alberto Bailleres, dueño de Grupo Peñoles, y hacia Javier Lozano Alarcón, quien fast track le dio su “toma de nota”.
*Estamos ante una agresión más del Titular de la STPS contra el gremio de los trabajadores mineros de México.
Carlos Pavón Campos, originario de Fresnillo, Zacatecas, ingresó a las filas del Sindicato Minero en la Sección 62 de Fresnillo, como trabajador de la empresa Fresnillo, SA de CV del Grupo Peñoles, del cual siempre fue un arrastrado y servil.
Siempre fue un desobligado vividor y represor de sus compañeros de trabajo, debido a la malicia que lo caracteriza. Por medio de borracheras y disipaciones se rodeó de incondicionales de su mismo carácter para figurar en el ámbito sindical de la Sección 62 y con triquiñuelas y malas acciones logró ser Secretario General de dicha Sección. Desde ese momento trazó sus ambiciones e intereses particulares, reprimiendo a los trabajadores sindicalizados y vendiendo puestos de trabajo a sus incondicionales, así como despreciando a los que verdaderamente tenían derecho.
Usó el puesto sindical para rentar y cobrar por el uso de las instalaciones del hospital de Fresnillo, alquilándolo a doctores que le servían incondicionalmente y en su beneficio. Despidió a trabajadores que no estaban de acuerdo con su política de contubernio con la empresa de la que siempre ha sido y sigue siendo protegido, esto es, Grupo Peñoles, de Alberto Bailleres.
Con simulaciones, ya desde aquel tiempo, y con una hipocresía sin límites, se acercó a Don Napoleón Gómez Sada, ganándose con regalitos y falsas adulaciones rastreras la confianza de este gran hombre y, gracias a él, y a sus lambisconerías, logró que lo hiciera diputado federal, dándole otro coto de poder y de enriquecimiento, al que supo sacarle provecho personal para él y sus amigos y de esta forma enriquecerse.
Su actuación como diputado fue oscura, nunca trabajó para su sector de trabajadores. Se dedicó a correr alegremente la vida con mujeres en los mejores antros de vicio de la Cd. de México, dejando compromisos en cada antro con mujeres de esos lugares. Se dice que era socio de algunos de estos lujosos tugurios y por andar en estas correrías sin límite, su esposa lo abandonó y le demandó una pensión.
Después de terminar la diputación, igualmente con componendas logró que lo nombraran Delegado a la XXVII Convención del Sindicato Minero y, de la misma forma, lo eligieron como Primer Vocal del Consejo General de Vigilancia, en cuyo puesto y con más libertad y poder sindical siguió haciendo de las suyas, tanto con los trabajadores como con las empresas pero sobre todo con Peñoles.
Y siguió dándose la gran vida a costa de los trabajadores y, los que levantaban la voz, simplemente se quedaban sin trabajo fueran de donde fueran, pero sus cómplices siempre tenían trabajo y atenciones que él exigía a las empresas. También su periodo como funcionario nacional fue oscuro y destructivo para los trabajadores mineros.
Con la misma piel de simulaciones logró que Don Napoleón Gómez Sada lo nombrara Delegado de Zona en el Estado de Zacatecas y por lo consiguiente su coto de poder fue más amplio y, usando el mismo poder y el nombre de Don Napoleón, siguió siendo el terror de las Secciones y de las empresas. Como Delegado se le empezó a acercar al Lic. Napoleón Gómez Urrutia y con lambisconerías ocultó sus verdaderas intenciones oscuras logrando que lo viera como un prospecto para que lo ayudara dentro del Comité Nacional, lo que logró siendo Delegado a la Convención y después electo Secretario de Asuntos Políticos.
Sus malas mañas nuevamente tuvieron poder y terreno para actuar y conseguir lo que ambicionaba, demostrándole una lealtad al Lic. Napoleón Gómez Urrutia, la cual estaba muy lejos de tener, mucho menos de sentir. Se ganó su confianza para ser designado en varias ocasiones Delegado en representación del Sindicato Nacional de Mineros en eventos internacionales en otros países, y luego llegó al colmo de ser designado Presidente de la Agrupación Política CADENA (Cambio Democrático Nacional).
El compañero Napoleón Gómez Urrutia lo dio a conocer en los eventos del sindicalismo mexicano, en la FITIM y con los políticos, porque antes era un perfecto desconocido. En todas partes le dio poder y confianza y este personaje lo traicionó de la forma más vil.
Este es el nuevo dirigente de un sindicato blanco al servicio de las empresas y del actual titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, para servir a sus propios intereses personales y los de su camarilla de seguidores, porque nunca ha estado al servicio de la democracia sindical, ni de los trabajadores, ni de las clases más desprotegidas. Este es el que se dice dirigente y no es más que un personaje oscuro del montón de traidores vende trabajadores, vende derechos y vende patrias.
Tan es así, que dirigió la agresión de porros y maleantes contra auténticos trabajadores mineros en Fresnillo, Zacatecas, el 11 de junio de 2009, de lo cual resultó asesinado a batazos en el cráneo el compañero Juventino Flores Salas, delito por el cual sigue en la impunidad por la protección de Grupo Peñoles y la complicidad de la gobernadora Amalia García Medina.
Siempre ha traicionado, cargando con ese signo de traidor, de desleal hasta con él mismo. Estos monstruos seguirán siendo traidores toda la vida y lucrando a costa de los trabajadores. A este tipo de personajes es a los que el titular de la STPS, Javier Lozano Alarcón, ya le dio una “toma de nota” al sindicato blanco que encabeza.
