SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES MINEROS, METALÚRGICOS, SIDERÚRGICOS Y SIMILARES DE LA
REPÚBLICA MEXICANA
--BOLETÍN INFORMATIVO--
38/2011
Miércoles 29de junio de 2011
*Mentiras del traidor Villarreal Gámez en el conflicto de Cananea.
*Su “charrismo” sólo está apoyado por Larrea Mota Velasco, Lozano Alarcón y los esquiroles y policías federales y estatales.
*Subsisten las huelgas de Cananea, Taxco y Sombrerete hasta que alcancemos la justicia.
El líder “charro” de la CTM estatal de Sonora, Javier Villarreal Gámez, alegó ayer martes 28 que ni es traidor ni líder de esquiroles y que “no siente ningún peso por estar ayudando a Grupo México de Germán Larrea para acabar con el histórico Contrato Colectivo de Trabajo de Cananea”, sobre el cual inventó que este ya estaba finiquitado cuando él llegó a traicionar a los auténticos trabajadores de Cananea, Sonora, ostentándose como líder de esquiroles y de policías disfrazados de esquiroles.
Es indudable que Villarreal Gámez es un oportunista, ignorante y mentiroso, que atenta contra la verdad de los hechos, en su afán de congraciarse con sus amos del Grupo México y al funesto titular de la Secretaría del Trabajo, STPS, Javier Lozano Alarcón, en las agresiones de estos contra los auténticos trabajadores mineros, declararon los compañeros Javier Zúñiga García, Secretario de Trabajo del CEN Minero, y Sergio Tolano Lizárraga, Secretario General de la Sección 65 de Cananea, para responder a las mentiras del traidor Villarreal.
Éste último, en una rueda de prensa efectuada el martes 28, pretendió exculparse de la acusación de traición que le lanzaron no sólo los auténticos trabajadores de la Sección 65 del Sindicato Nacional de Mineros encabezado por Napoleón Gómez Urrutia, sino la población entera cananense, definición real y verdadera --la de “charro” y traidor-- que lo tiene muy molesto, pero que no es más ni menos que la verdad.
Agregaron los dos dirigentes mineros: Es mentira absoluta que el histórico Contrato Colectivo de Trabajo de Cananea ya estaba “finiquitado” cuando aquél “llegó”. Esta es sólo una simulación operada por la STPS a través de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, así como la secretaría de Economía federal y el Grupo México de Larrea. El Contrato Colectivo de Trabajo se mantiene vigente y jurídicamente está a revisión bajo un amparo, o sea, que no está resuelto por autoridades judiciales, por lo cual es mentira que se hayan extinguido esas relaciones de trabajo, como lo pretenden Larrea y Lozano, y ahora el “charro” Villarreal, “el yeyo”, ni el estado de huelga en que desde hace casi 5 años se encuentra dicho centro de trabajo minero.
Este sujeto es un traidor a la clase trabajadora de México, incluida la de Sonora y Cananea, al prestarse a encabezar un sindicato “charro” con el auxilio y protección de más de 4 mil elementos armados federales y estatales, mismos que paga el pueblo de México con sus impuestos. El 6 de junio de 2010 al margen de la ley invadieron la mina, que incluyó a más de dos mil esquiroles llevados por Grupo México para supuestamente reiniciar labores en ese lugar, no obstante que según ellos mismos estaban canceladas las relaciones de trabajo por “causa de fuerza mayor”.
Una simulación de este tamaño no puede ser sostenida más que por un oportunista, ignorante, mentiroso y traidor, señalaron Tolano Lizárraga y Zúñiga García. El pretexto que desde hace varias semanas ese mismo sujeto ha venido esgrimiendo en medios locales de Sonora es por demás indicativa de su absoluto sometimiento a la parte patronal: “Como ya la empresa Grupo México no quiere tratar con el Sindicato de Gómez Urrutia, pues entonces hay que darle gusto a la empresa, darle un sindicato que no defienda a los trabajadores, que no haga huelgas”, y olvidarse de los auténticos trabajadores, que son los que han creado la riqueza que detenta Grupo México y que han hecho a Germán Larrea el segundo individuo más rico del país. Por si no lo sabe o ya se le olvidó a Javier Villarreal, los trabajadores son los únicos que pueden decidir a qué sindicato pertenecer y a qué líder elegir, no las empresas ni el gobierno. Este es un derecho universal de los trabajadores garantizado por el derecho a la libertad de asociación.
También dijeron ambos dirigentes: Hace más de tres semanas, y después hace dos semanas, denunciamos la injerencia ilegal y desleal de la CTM en los asuntos sindicales de Cananea, que sospechosa y absolutamente ningún medio nos publicó entonces, y dijimos que la CTM con este hecho traiciona el respeto al Sindicato Nacional de Mineros, que había mantenido a pesar de su silencio cómplice con la agresión; que se somete a la política antisindical del actual gobierno de derecha y hacia los intereses del Grupo México de Larrea, y que con ello agrede no sólo al Sindicato Minero, sino a toda la clase trabajadora mexicana, al aceptar que se viole el derecho a la huelga, que es un derecho obrero fundamental. Con eso establecimos la verdad de los hechos. Estos indican, entonces, que Villarreal Gámez es un traidor a la clase trabajadora mexicana.
Precisaron ambos: Es otra desastrosa y vil mentira de Villarreal Gámez que el supuesto “pacto de caballeros” entre la CTM y los Mineros, lo haya roto el Sindicato Nacional de Mineros, cuando dice que Gómez Urrutia quiso dirigir el Congreso del Trabajo, CT, en 2006 durante la sucesión en el organismo sindical cúpula. Lo que pretende ignorar es que entonces se había generado un movimiento de renovación entre importantes organizaciones que intentaban democratizarlo, como la CROM, la CROC, la COR, la CGT, la CRT, incluso los petroleros, el propio SNTE, y muchas más, así como la de los Mineros, que habían postulado a Gómez Urrutia para encabezar el Congreso del Trabajo, pero que él declinó a favor de Isaías González Cuevas, de la CROC.
No obstante, el gobierno de Vicente Fox y su secretario del Trabajo, Carlos María Abascal, y la CTM, decidieron irrumpir en la autonomía del CT y violar sus estatutos, que prohíben la reelección después de 2 años, e ilegalmente, en “fast track”, le dieron la “toma de nota” al ignorante y desprestigiado Víctor Flores, de Ferrocarrileros, que debía haber dejado ese cargo en el mismo febrero de 2006, e iniciaron la persecución política contra el Sindicato Nacional de Mineros y el compañero Napoleón Gómez Urrutia, agresión que se mantiene desde entonces pero que ni nos ha derrotado ni nos derrotará. Quienes rompieron el pacto no escrito de respeto fueron hoy los dirigentes de la CTM que en el 2006, junto con los dirigentes impuestos del CT, se prestaron a ese juego sucio de Fox, Abascal y Larrea.
“Se siente seguro” Villarreal Gámez en su papel de “charro” y traidor, de que no habrá enfrentamientos entre los esquiroles y los policías disfrazados de esquiroles, y los auténticos trabajadores mineros, ya que “hay mucha vigilancia de fuerzas policiacas alrededor de la mina, para evitar hechos de violencia”. Que él no “sienta” ser traidor al movimiento sindical minero, esta protección policiaca lo mide de cuerpo entero como servidor vendido a la mancuerna Grupo México-gobierno de Felipe Calderón, y todo porque aspira a que, siendo él del PRI, el PAN lo apoye para conseguir una mezquina senaduría federal, afirmaron tanto Zúñiga García como Tolano Lizárraga.
La heroica huelga de Cananea, igual que las de Sombrerete, Zacatecas, y Taxco, Guerrero, no han terminado. Nuestros compañeros han seguido dando una inmensa muestra de firmeza y vigor a pesar de las crueles, injustas e ilegales agresiones de que son objeto.
El compañero Gómez Urrutia, el Comité Ejecutivo Nacional y las Secciones Sindicales agrupadas, naturalmente incluidas las 3 que están en huelga, nunca habrán de dar un solo paso atrás en su lucha hasta que triunfen la justicia y la dignidad en esos tres conflictos, finalizaron.
