Gran orgullo en el 77 aniversario del Sindicato Minero: NGU
MENSAJE DEL COMPAÑERO NAPOLEÓN GÓMEZ URRUTIA, SECRETARIO GENERAL DEL SINDICATO NACIONAL DE MINEROS, EN EL “DÍA DEL MINERO”, A 77 AÑOS DE HABER SIDO FUNDADA NUESTRA ORGANIZACIÓN. 11 de julio de 2011.
Compañeras y compañeros, miembros de nuestro histórico y glorioso Sindicato Nacional de Mineros.
Este 11 de julio del año 2011 celebramos con orgullo la fundación de nuestro Sindicato Nacional de Mineros, más unidos y más fuertes que nunca, más solidarios entre nosotros y más leales a nuestros principios y valores.
Ya son 77 años en los que no hemos dejado de trabajar en una lucha de resistencia combativa, comprometida en la defensa de los intereses y los derechos fundamentales de los trabajadores. Es una lucha en la que hemos resistido todas las agresiones y ofensas que se han cometido contra el Sindicato Nacional de Mineros. Y es una lucha en la que ya vemos más cercano, sin falsos optimismos, el día de la victoria final y definitiva.
Como desde el comienzo de la persecución política contra nosotros en el 2006, en estos 5 años ha habido una agresión brutal del poder político que jamás se había presentado en la historia del movimiento obrero de México. Pero, igualmente, jamás se había visto la resistencia tan firme de un gremio trabajador contra las persecuciones y las pretensiones de destruir a un sindicato. Y las hemos resistido a pie, sin doblegarnos, sin dejar de luchar, con el optimismo de los que saben que tienen de su parte la razón, la justicia y la historia.
Han pretendido destruir a nuestra Organización Sindical, han intentado terminar con nuestros Contratos Colectivos de Trabajo, a nuestras familias y a nuestros hijos, han querido imponer dirigencias espurias al frente de nuestro Sindical, y nada de eso han logrado y jamás lo lograrán.
Hemos estado siempre concientes de que nuestra lucha ha valido la pena, porque están de por medio mayores beneficios para los trabajadores y sus familias, para que se cuiden y protejan su salud, su seguridad, sus ingresos, sus prestaciones, que son un patrimonio que se ha dado como resultado del esfuerzo y el sacrificio de toda una vida en las minas, plantas y centros de trabajo del Sistema Minero Nacional.
En este 77 aniversario, debemos celebrar todos unidos un año más de avances en la histórica lucha emprendida y recordar por ello a Don Napoleón Gómez Sada, nuestro gran dirigente, quien nos dejó una generosa escuela de enseñanzas y un ejemplo imborrable de entrega y sacrificio, quien construyó paciente y sabiamente los cimientos de este Gran Sindicato Minero.
Por ello también debemos sentirnos orgullosos y satisfechos de que hemos afinado y fortalecido nuestras estrategias de lucha, que hemos depurado nuestras filas y expulsado de nuestra Organización a todos aquellos traidores y adversarios que, sin ninguna moral, se vendieron y aliaron a los intereses oscuros que pretenden destruir a nuestra Organización.
Esos que se vendieron por ambición y por no tener calidad moral alguna, siempre serán juzgados por todos los trabajadores mineros, metalúrgicos y siderúrgicos de México, y por sus familias, como seres abyectos, mentalmente podridos, como una vergüenza para el sindicalismo de México.
Ante esas muestras de debilidad humana, que son indicios claros de su inevitable derrota, nosotros hemos seguido hacia adelante, logrando siempre los mejores incrementos salariales y de prestaciones en todo el país, a pesar de que hemos estado sometidos a la perversa agresión política permanente. Nuestros persistentes logros son, en contraste, indicios claros de que nuestra victoria llegará.
Esto también ha sido producto del apoyo de nuestras familias, de nuestros compañeros y amigos en el entorno social de nuestras comunidades, de la solidaridad de otras organizaciones sindicales, democráticas e independientes de México y, sobresalientemente, del mundo entero.
Con mucho orgullo podemos decir que más de 200 millones de trabajadores agrupados en organizaciones y federaciones sindicales de más de 100 países nos entregan su solidaridad incondicional, como nunca antes se había visto en la historia del movimiento obrero de México. Esto ha sido así, porque saben que nuestra lucha es legítima, indoblegable, honesta y transparente, y porque busca reivindicar al movimiento sindical tanto de México como del mundo, así como sus derechos, sus prestaciones y sus objetivos para un futuro mejor.
Tanta ha sido esta solidaridad internacional hacia nuestra lucha, compañeros, que en abril pasado recibí el Premio Meany-Kirkland a la Defensa de los Derechos Humanos y la Justicia Social, el más importante en el mundo de este tipo, que otorga cada año la Federación Americana del Trabajo, AFL-CIO, y que a través de mi persona lo recibieron absolutamente todos ustedes por el esfuerzo, la lealtad y la firmeza demostradas en la lucha. El Premio Meany-Kirkland nos estimula a todos a seguir luchando sin descanso hasta alcanzar la victoria definitiva.
Es, pues, el momento de que todos debemos reforzar nuestra unidad, nuestra lealtad y nuestra solidaridad en torno a nuestro Glorioso e Histórico Sindicato Nacional de Mineros. Debemos avanzar hacia nuevas etapas, en que podamos construir un Nuevo Sindicalismo moderno, responsable, con una visión de futuro, que le permita al país el avance y al movimiento sindical de México su renacimiento real y su consolidación.
A pesar de las agresiones mantenemos nuestra línea de avance, en todos los terrenos de la lucha. Así es como el 20 de junio pasado logramos que se escuchara la voz de los trabajadores en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuando este alto tribunal falló a favor de la libertad de asociación sindical, por la autonomía de los sindicatos y contra la injerencia de cualquier tipo en asuntos sindicales tanto de autoridades como de empresas, con lo cual le cortaron los brazos a la ilegal y perversa intromisión de las autoridades laborales de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, encabezadas por el siniestro Javier Lozano Alarcón.
La Suprema Corte de Justicia señaló categóricamente que la autoridad administrativa no debe en ningún caso interpretar o verificar los Estatutos de ningún sindicato, sino simplemente entregar la “toma de nota”, o reconocimiento oficial, a las determinaciones de cualquier tipo de las agrupaciones sindicales, desde su creación hasta sus cambios.
Esto, compañeros y compañeras, lo percibimos como un gran avance, que nos acerca al establecimiento de una justicia real en las relaciones entre los Sindicatos de México y las autoridades gubernamentales, toda vez que al limitar a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social para que no realice ningún tipo de intervención en la vida interna sindical, le prohibió alterar de cualquier manera el ejercicio libre de la voluntad de los trabajadores al elegir o reelegir a sus dirigentes, en pleno uso de su autonomía y libertad sindical.
Queda pendiente en el mismo alto tribunal de justicia, la resolución del amparo que desde hace tres años interpuso el Sindicato Nacional de Mineros que me honro en dirigir, contra la negativa de esa dependencia a otorgarme el reconocimiento oficial como Dirigente Nacional de nuestra Organización, resolución que deberá ser resuelta en el mismo sentido que el fallo de la Suprema Corte del 20 de junio, pues lo contrario sería establecer un contrasentido jurídico y político que una vez más anularía la libertad sindical, en este caso de Los Mineros.
Nuestra lucha y nuestra estrategia de defensa legal en el caso del compañero Juan Linares Montúfar, Presidente de nuestro Consejo General de Vigilancia y Justicia, dio resultado positivo y es un avance más de todos nosotros. El compañero Linares obtuvo su plena libertad el 24 de febrero, después de 2 años, 2 meses y 20 días de encarcelamiento ilegal e injusto, y él se reintegró de inmediato a sus funciones sindicales, que realmente nunca había abandonado, porque esta fue siempre una política constante del Sindicato Minero y de todos sus agremiados. Nunca lo íbamos a dejar solo, encarcelado de la manera más ilegal e injusta. Juan Linares dio una muestra categórica de su lealtad a nuestra Organización Sindical en todo el proceso de su liberación, no sometiéndose a los chantajes a que lo presionaron el gobierno de Felipe Calderón, el Grupo México de Germán Larrea, los títeres traidores de este empresario y algunos abogados resentidos. El compañero Juan Linares está con nosotros, plenamente dedicado a seguir trabajando por nuestros principios y valores, y por los intereses de los trabajadores mineros, metalúrgicos y siderúrgicos de México.
Pero nunca olvidaremos que sigue preso ilegal e injustamente el compañero Martín Salazar Arvayo en Sonora, como parte de la represión y la complicidad entre los gobiernos de Felipe Calderón Hinojosa y Guillermo Padrés Elías de ese estado, así como el Grupo México del represor de mineros Germán Larrea. Tiene y tendrá Martín Salazar, en realidad preso político del actual gobierno de derecha, todo nuestro apoyo, y no descansaremos hasta alcanzar su liberación total. Lo apoyamos igual que lo hemos hecho a favor de otros compañeros que han sido perseguidos y reprimidos.
Con la liberación total del compañero Juan Linares se abre la perspectiva de que termine, en definitiva, la ilegal persecución que se ha mantenido contra mi persona como Dirigente Nacional del Sindicato Nacional de Mineros, pues deja sin sustento jurídico absolutamente todas las calumniosas y arbitrarias acusaciones en mi contra. Nuestra defensa legal ya antes había logrado echar abajo jurídicamente todo el andamiaje de las persecuciones judiciales en mi contra y sólo quedó pendiente una, que debe ser resuelta en el mismo sentido que la liberación del compañero Juan Linares Montúfar.
Por todo eso, compañeros y compañeras, este Día del Minero es de celebración. Debemos sentirnos verdaderamente satisfechos de lo que hemos logrado, enfrentando la perversa persecución política. Estamos orgullosos porque con todos estos logros sentimos que estamos cumpliendo con los objetivos que se trazaron los dirigentes sindicales mineros de las 27 agrupaciones regionales y nacionales que fundaron nuestro Sindicato Nacional el 11 de julio de 1934, en el Teatro Bartolomé de Medina de Pachuca, Hidalgo.
No debemos bajar la guardia. Debemos seguir adelante siempre. Con la confianza de que los trabajadores mineros, metalúrgicos y siderúrgicos de México y nuestras familias somos los que aportamos con nuestro esfuerzo diario la riqueza de la industria y de nuestro país. Por eso, compañeros y compañeras, debemos seguir trabajando unidos, con la lealtad, la firmeza y la solidaridad entre nosotros que sin vacilaciones hemos puesto en juego en estos 5 años de dura y difícil lucha.
Vamos a salir adelante, que a nadie le quepa la menor duda. Vamos a triunfar y vamos a regresar para seguir en la lucha y para rendir honor a nuestros mártires que sacrificaron su salud y su vida por consolidar a nuestro Sindicato, así como a los que han sufrido la persecución política y los han privado de su libertad.
Sigamos adelante, compañeros y compañeras. Todos unidos. Tenemos un Gran Sindicato y somos un gran gremio trabajador. Tenemos una inmensa solidaridad internacional y nacional en apoyo a nuestra lucha. Y vamos a ganar, vamos a salir adelante con el triunfo total.
¡Que viva nuestro Sindicato Nacional de Mineros!
¡Que viva la Solidaridad Internacional y Nacional de todos los trabajadores!
¡Que viva nuestro Sindicato Nacional por otros 77 años más, por lo menos, de lucha orgullosa y digna!