MENSAJE DEL SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES MINEROS, METALÚRGICOS, SIDERÚRGICOS Y SIMILARES DE LA REPÚBLICA MEXICANA, EN LA VISITA DE LEGISLADORES DE DIVERSOS PARTIDOS Y DEL LIC. ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, A LOS OBREROS EN HUELGA DE LA SECCIÓN 65 DE CANANEA, SONORA, MIÉRCOLES 22 DE ABRIL DE 2009.
Distinguidos visitantes, legisladores y periodistas comunicadoras
Distinguido Lic. Andrés Manuel López Obrador
Reciban Ustedes un saludo muy fraternal de nuestra parte y del compañero Napoleón Gómez Urrutia, nuestro Secretario General Nacional. Tenemos mucho gusto por tenerlos entre nosotros en Cananea, Sonora, donde se produce una de las más duras y difíciles luchas que se hayan registrado en el movimiento obrero mexicano, a lo largo de la historia.
Nos halaga el hecho de su presencia. Pero esto es motivo para reafirmar nuestros compromisos y valores en esta lucha local de Cananea, que ya dura más de 21 meses sin resolverse, igual que las huelgas de Sombrerete, Zacatecas, y de Taxco, Guerrero, debido a la cerrazón que la empresa Grupo México de Germán Larrea Mota Velasco ha tenido hacia nosotros, los trabajadores y los dirigentes sindicales, quien ha contado con la complicidad alevosa de las autoridades laborales y de la Secretaría de Gobernación, hoy encabezada por uno de los abogados defensores de Grupo México, Fernando Gómez Mont, así como en general del gobierno federal, el actual y el anterior.
Nuestro compromiso está con nosotros mismos, los trabajadores, y con México. Defendemos los derechos obreros, el fundamental derecho a la huelga, que es un recurso legal universalmente reconocido como arma de legítima defensa de los trabajadores ante los abusos de los empresarios y de los funcionarios. Defendemos la autonomía y la libertad sindical, derechos universalmente aceptados como necesarios para la existencia libre de los sindicatos en el mundo. Defendemos nuestro derecho, como trabajadores, a mejorar nuestras condiciones de vida, de salud, de higiene industrial y de educación, junto con nuestras familias. Defendemos nuestra integridad física y moral, así como nuestra dignidad plena, y no sólo pensamos en nosotros, sino en todos nuestros compañeros mineros, metalúrgicos y siderúrgicos de México, y en los demás trabajadores mexicanos. Defendemos el medio ambiente que rodea a los centros de trabajo, cuyos daños, ocasionados por una irresponsable conducta empresarial, afectan a las poblaciones de las comunidades en que están enclavadas minas y plantas de tratamiento. Hay que darle al trabajo su plena dignidad, decían los seguidores de Ricardo Flores Magón.
Como legisladores como son la mayor parte de ustedes, les reiteramos nuestro agradecimiento por las continuadas muestras de solidaridad que de ustedes hemos recibido en nuestras luchas. Por ejemplo, hace unos días los diputados hicieron suya la demanda de que el gobierno actual cumpla con el deber elemental de humanidad con los familiares y deudos de nuestros compañeros muertos en la explosión de la mina Pasta de Conchos, Coahuila, según los lineamientos que emitió la Organización Internacional del Trabajo, OIT, que este y el anterior gobierno no han querido cumplir ni en el rescate de los cuerpos ni en la debida indemnización a sus familiares y deudos, y que desde el momento de la tragedia nuestro Secretario General, Napoleón Gómez Urrutia, lo calificó como un homicidio industrial.
Por eso, y porque las condiciones de trabajo en minas y plantas del sector minero, metalúrgico y siderúrgico son pésimas y atentan contra nuestra integridad física y nuestra salud, nos hemos sumado como un solo hombre a la propuesta que desde hace años ha venido planteando el compañero Gómez Urrutia para que se legisle en esta materia, y se promulgue una ley contra el homicidio industrial. En eso, compañeros legisladores, ustedes tienen la llave para realizarlo, ya que están en el sitio donde se hacen las leyes.
Es necesario, a la vista de la experiencia recabada a lo largo de años, que se penalice la negligencia de los empresarios que no instalen equipos, métodos y condiciones óptimas de seguridad e higiene industrial, y que este delito sea tipificado en las diversas leyes penales federales y locales. Sólo así los empresarios sin responsabilidad social podrán cumplir con preservar su principal riqueza, que es nuestra mano de obra, nuestro trabajo, nuestro esfuerzo diario sujeto siempre a grandes riesgos.
En esa lucha estamos, apreciables visitantes. Y no nos doblegarán por más que instrumenten, como lo han hecho desde hace tres años, sucias campañas negras a través de los medios masivos y que Grupo México pague millonarios contratos de publicidad a algunos medios, pero no para difundir sus mensajes, sino para prohibir que los nuestros pasen al aire o sean impresos, de lo cual ustedes ya tienen más que sobradas experiencias al respecto.
A pesar de la persecución política en su contra, nuestro Dirigente Nacional, compañero Napoleón Gómez Urrutia, ha continuado actuando con una gran visión y compromiso de lucha, coordinando nuestro trabajo sindical. En las revisiones contractuales que se realizan año con año, hemos obtenido aumentos de 9% directo al salario y de 5% en prestaciones, o sea, el doble de lo que se logra en otros ámbitos laborales del país. Y eso se ha logrado por la unidad de nuestras bases, y por nuestra lealtad recíproca entre bases y dirigentes, por el gran liderazgo que tenemos y por el método democrático invariablemente puesto en práctica por los sindicalistas mineros que estamos dando esta gran lucha.
A pesar de los múltiples esfuerzos patronales por declarar inexistente nuestra huelga, hasta en 4 ocasiones, y de haberlos derrotado en los tribunales, la última agresión de la empresa en complicidad con el gobierno actual, ha sido la ilegal pretensión de terminar las relaciones de trabajo en Cananea, tanto las colectivas como las individuales, según el laudo que el martes 14 pasado emitió, en medio de trampas y maniobras ilegales, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, hoy a las órdenes directas del titular del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, y corrompidamente al servicio del Grupo México de Germán Larrea Mota Velasco.
Y les decimos, apreciables visitantes: Si la empresa Grupo México argumentó a través de la Junta Federal de Conciliación que debe cerrarse la mina y planta de Cananea porque eso es de “fuerza mayor” y ya es inoperante, lo más lógico es que esa empresa debe renunciar a la concesión que el gobierno le ha dado para explotar y administrar este centro de trabajo, o el gobierno quitársela, y que pase a las manos de los trabajadores, para su correcta explotación económica y adecuada administración. Ya buscaremos la alianza con empresarios socialmente responsables que sepan hacer bien el trabajo, que organicen empresas rentables que no exploten ni humillen a los trabajadores, y que respeten la autonomía y la libertad sindical, así como los demás derechos obreros. Quizá, sin adelantarnos, podría ser en un sistema o modelo de cogestión obrero-empresarial. Lo decimos en serio.
Es el momento de grandes y graves decisiones. Sobre todo porque un conflicto como el minero, que ha permanecido ya tres años sin solución, demuestra la incapacidad, la ineptitud y la irresponsabilidad con que esta empresa, Grupo México, con la complicidad del gobierno empresarial, utiliza un bien que la nación le otorgó para su debido manejo, no para su desmedido lucro, ni para aplastar la dignidad de sus trabajadores, ni para hincharse los bolsillos a cuenta de nuestra salud y nuestro esfuerzo diario y el sufrimiento de nuestras familias, como pretende hacerlo con nosotros. Les pedimos que tomen en cuenta este planteamiento nuestro. Ya no queremos más atropellos, ni más impunidades, ni otro Pasta de Conchos, ni represiones de la fuerza pública, ni trabajadores muertos en esas represiones, como ocurrió hace tres años en el puerto industrial Lázaro Cárdenas, o hace dos años en Nacozari, Sonora. Y como no debe ocurrir aquí, en Cananea, Sonora, cuna de una gran revolución social que está siendo traicionada todos los días.
Hemos estado ganando la batalla legal en los tribunales. Todas las argucias y trampas legales las hemos contestado y las estamos derrotando. Porque además de que contamos con excelentes abogados, entregados a su limpia labor legal, sabemos que con nosotros están, en México, organizaciones sindicales democráticas e independientes que tampoco ceden en esta lucha, como los electricistas, los telefonistas, los universitarios, los tranviarios y muchos más.
Pero también están con nosotros, apoyándonos política, moral y económicamente, poderosas organizaciones mundiales de trabajadores, como los Steelworkers de Estados Unidos y Canadá, cuyos representantes nos visitaron ayer martes; la Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas, la FITIM, que apenas hace unos días, en su Conferencia Regional de América Latina y el Caribe, acaba de ratificar por unanimidad al compañero Napoleón Gómez Urrutia como miembro de su Comité Ejecutivo Mundial, como una distinción y apoyo a nuestras luchas, que él encabeza, pese a estar en un exilio forzado, desde el cual ha evitado que nuestro Sindicato fuera descabezado y derrotado.
La FITIM, con sus más de 25 millones de afiliados en más de cien países, pero también la ICEM, otro organismo mundial, con sus 20 millones de agremiados de Asia, África y Europa, lo mismo que los transportistas de Estados Unidos, los Teamsters, nos han hecho objeto de una solidaridad que nos ha alentado a resistir, lo mismo que la Federación Sindical Mundial, FSM, y la Internacional de Servicios Públicos, ISP. Nunca en la historia del movimiento obrero mexicano, un sindicato y un dirigente sindical como nuestro compañero Napoleón Gómez Urrutia habían conquistado tal apoyo mundial, y tan importante.
Hay por ahí una versión de que hay que estar con los mineros, pero no con sus dirigentes sobre los que pesan acusaciones penales. Les queremos decir, estimados visitantes, que entonces a qué mineros se va a apoyar, si sólo aquí en Cananea hemos interpuesto 57 amparos contra acusaciones penales a nuestros dirigentes, inventadas y falsas, ordenadas por el gobernador Eduardo Bours Castelo en complicidad con la empresa Grupo México y el gobierno federal.
Pero también hay órdenes de aprehensión contra muchos dirigentes nacionales, uno de los cuales, el compañero Juan Linares Montúfar, Presidente de nuestro Consejo General de Vigilancia y Justicia, sigue preso a pesar de que un tribunal colegiado de lo penal del Distrito Federal lo exoneró recientemente de todo delito en relación con el Fideicomiso Minero, igual que a los demás acusados por el mismo tema. Aquí y en todo México todos los dirigentes locales y nacionales tienen encima acusaciones penales inventadas y falaces sólo para reprimir y castigar a los trabajadores que luchan por sus derechos, contra el gobierno neoporfirista actual. Según esa versión no hay minero de base o dirigente a quiénes defender, ya que todos estamos bajo acusaciones penales, aunque sean falsas de toda falsedad.
En contraste, el empresario Germán Larrea Mota Velasco, dueño de Grupo México, se pasea impune por el país y el extranjero, cuando es el principal responsable del homicidio industrial de Pasta de Conchos y de otro asesinato de un minero en Nacozari, Sonora, y además está acusado y sentenciado en Estados Unidos y en Perú por fraudes multimillonarios contra las empresas ASARCO y Southern Perú Copper Corporation, y se le investiga por tráfico de drogas a través de su empresa ferroviaria FERROMEX, asociada con UNION PACIFIC. El coronel Green, gran represor de mineros de Cananea en 1906, se quedó corto en comparación con el nefasto desempeño que hoy tiene Germán Larrea, nuevo coronel Green represor y asesino de mineros.
Las Cámaras de Senadores y Diputados tienen la facultad, que pueden y deben ejercer, de investigar a fondo a este tipo de empresarios delincuentes, que ponen en evidencia de qué lado está el gobierno actual, cuando el titular de la Secretaría del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, y con él otros funcionarios, obedecen indicaciones de Grupo México, sólo para desacreditar, desechar y reprimir la lucha justa, legal y auténtica de los trabajadores. Cómo es posible, preguntamos, que a nosotros se nos inventen falsas acusaciones penales, que ya han sido refutadas en tribunales, y al que debieran perseguir y meter a la cárcel, Germán Larrea Mota Velasco, pretende impunemente cerrar la mina y la planta de Cananea y dañar a sus trabajadores y a la población local.
Distinguidos visitantes: Nuestra decisión es total. Resistir y combatir. No nos doblegarán. Mientras circule una gota de sangre por nuestras venas, resistiremos, daremos la pelea, impediremos otro atentado más a la clase trabajadora mexicana. Estamos seguros de nuestra victoria.
Salud compañeros visitantes, distinguidos legisladores, destacadísimas comunicadoras profesionales.