SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES MINEROS, METALÚRGICOS, SIDERÚRGICOS, Y SIMILARES DE LA REPÚBLICA MEXICANA
*A LOS TRABAJADORES MINEROS, METALÚRGICOS Y SIDERÚRGICOS DE MÉXICO
*A LA CLASE TRABAJADORA MEXICANA
*A LOS SINDICATOS DEMOCRÁTICOS E INDEPENDIENTES
*A LA OPINIÓN PÚBLICA
Primero de Mayo de 2009: Debe terminar la embestida contra el Sindicato Nacional de Mineros y contra la clase obrera mexicana
Los trabajadores mineros, metalúrgicos y siderúrgicos de México estamos plenamente concientes de que vivimos un grave momento de nuestra lucha, que se inició hace ya tres años con la persecución política contra el Sindicato Nacional de Mineros y contra nuestro Dirigente Nacional, Napoleón Gómez Urrutia. La embestida patronal contra los trabajadores mineros estuvo desde el principio apoyada por el gobierno de Vicente Fox y después ha sido retomada por el actual, encabezado por Felipe Calderón Hinojosa, al extremo de que designó a un abogado de la empresa agresora Grupo México, Fernando Gómez Mont, como su secretario de Gobernación.
Pero al cumplirse, en febrero pasado, los tres años de la perversa persecución oficial y empresarial contra nosotros, estamos más unidos, más fuertes, más leales y más firmemente convencidos de la justeza de nuestra lucha, de nuestra decisión de resistir y de nuestra convicción de que habremos de triunfar.
Por más que el gobierno y las empresas enemigas del Sindicato Minero han apostado todos sus recursos económicos, mediáticos, legales y políticos, así como todas sus corrupciones, represiones e ilegalidades, tanto como las aprehensiones de dirigentes y el bloqueo de fondos, para combatirnos y asfixiarnos, no nos han podido vencer. Una por una, hemos ido derrotando sus pretensiones, como la calumnia infame del desvío de recursos del Fideicomiso Minero, que diversas y sólidas instancias nacionales y mundiales han demostrado que es falsa y que ese sólo fue un invento perverso y malintencionado.
El “No Pasarán” es hoy, para nosotros, una frase con profundo contenido humano y de gran realismo y objetividad.
Y No Pasarán, ciertamente, en sus intentos de destruir a nuestra Organización Sindical y de someternos a los apetitos facciosos de quienes nos persiguen desde el gobierno y desde ámbitos empresariales. Como tampoco pasarán en su pretensión de aplastar, a través de nosotros, al movimiento obrero y popular democrático e independiente, que cada día se manifiesta más categórico en su convicción de que una derrota del Sindicato Minero sería el comienzo de una gran derrota general de la clase trabajadora mexicana. En lo que a nosotros respecta, ese intento oficial no será posible, pues hemos dicho y hemos demostrado que no nos van a doblegar por muy grande que sea la fuerza de quienes nos persiguen y nos agreden. Hemos unido la acción a la palabra, no hemos engañado a nadie, somos congruentes con nosotros mismos y con los mandatos de la clase obrera mexicana y mundial.
A pesar de todo, estamos en la línea de que el conflicto minero se solucione de manera integral por la negociación dentro de la ley y con el respeto pleno a los derechos y conquistas de los trabajadores y al Sindicato Nacional de Mineros.
Las huelgas de Cananea, Sonora, Sección 65 de nuestro Organismo Sindical, Sombrerete, Zacatecas, Sección 201, y Taxco, Guerrero, Sección 17, ya suman 21 meses cumplidos de duración. Principalmente fueron emplazadas para demandar adecuadas condiciones de seguridad industrial e higiene laboral, que protejan la salud de los trabajadores pero también la operatividad y la rentabilidad de las propias empresas. Pocas veces en la historia se ha visto un empecinamiento tan perverso e irracional de parte de una empresa como Grupo México de Germán Larrea Mota Velasco contra sus trabajadores, pero también pocas veces se ha visto una capacidad de resistencia y lucha tan grande como la de nuestra dirigencia nacional y de los compañeros de esas tres Secciones Sindicales. También ha sido infrecuente observar y sufrir una tan abierta complicidad del gobierno, tan corrupta e ilegal como la que han protagonizado las administraciones de la derecha, la anterior de Vicente Fox y la actual de Felipe Calderón, que por ello caen en el contexto de una política laboral de corte fascista.
La solución integral del conflicto minero, tarde o temprano habrá de pasar por el retiro de las concesiones mineras que el gobierno les ha otorgado a estos empresarios sin responsabilidad social, dado el altísimo grado de ineficacia criminal que demuestran en su operación y administración, no sin que antes se promulgue una Ley contra el Homicidio Industrial, que penalice incluso con cárcel a los responsables de otros atentados negligentes como el de Pasta de Conchos, Coahuila.
En Cananea se ha dado últimamente el caso más notorio de esta persecución. Cuatro veces declarada ilegal la huelga por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje a lo largo de dos años, en las cuatro ocasiones jueces honestos del Poder Judicial la han declarado absolutamente legal, ante los reclamos del Sindicato y la firmeza de los propios trabajadores. En esto los trabajadores en huelga no han estado solos, ni han vivido en otra galaxia, sino que han sido puntual y vigorosamente apoyados y coordinados por el Comité Ejecutivo Nacional y por el Secretario General del Sindicato, compañero Napoleón Gómez Urrutia. Ha habido una recíproca lealtad y unidad entre ambos, bases y dirigencia del Sindicato Nacional de Mineros, que nada, ni las peores maniobras empresarial-gubernamentales han podido destruir, ni destruirán.
Nuestra resistencia sindical ha hecho posible atraer importantísimos apoyos políticos de legisladores de diversos partidos y destacados dirigentes políticos y sociales, que recibimos con verdadera satisfacción y compromiso. El Frente Sindical Mexicano, la Unión Nacional de Trabajadores, el Sindicato Mexicano de Electricistas, el Sindicato de Telefonistas, el Sindicato de Trabajadores de la UNAM, el Sindicato Nacional del Seguro Social, los Abogados Democráticos, los Tranviarios, entre otras muchas agrupaciones, pero también destacados y valientes periodistas y comunicadores, nos han brindado un apoyo político y moral invaluable, que en todo momento sabremos hacer recíproco.
El último episodio de agresiones le correspondió a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA), sometida servilmente a las órdenes del titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, quien a la vez está sometido servilmente a las órdenes del Grupo México de Germán Larrea Mota Velasco, protegido por el secretario de Gobernación. La JFCA decidió, en una ilegal resolución, dar por terminadas las relaciones de trabajo colectivas e individuales en la mina y la planta de Cananea. De inmediato, los abogados del Sindicato interpusieron diversos amparos de los dirigentes sindicales y de los mil 200 trabajadores afectados por esa aberrante determinación, y lograron por esa vía del amparo la suspensión definitiva de la ejecución de esta sentencia de muerte laboral contra los trabajadores en huelga, contra su Contrato Colectivo de Trabajo y contra nuestro Sindicato. Los trabajadores demostramos, una vez más, que la razón y la legalidad están de nuestra parte. Van los enemigos del Sindicato Minero, también en este caso, en el camino de la derrota.
No podemos dejar de señalar que la solidaridad política, moral y económica obrera internacional hacia nuestro Sindicato, nuestra lucha y nuestro Dirigente Nacional Napoleón Gómez Urrutia, ha sido un apoyo fundamental en la batalla sindical y política emprendida. Los mineros, metalúrgicos y siderúrgicos no hemos estado solos, ni vivimos en un planeta o país distinto al nuestro, sino que también hemos sido objeto de una solidaridad clasista nacional y mundial, que nunca en la historia de las luchas sociales mexicanas y mundiales se había registrado. Los más de un millón de Steelworkers de Estados Unidos y Canadá; los 25 millones de agremiados de la Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas, FITIM, en más de 100 países, la cual en muestra de solidaridad ha reelegido por unanimidad al compañero Gómez Urrutia como miembro de su Comité Ejecutivo Mundial; el millón y medio de Teamsters, o Transportistas de Estados Unidos; la Federación Internacional de Sindicatos de Trabajadores de la Química, Energía, Minas e Industrias Diversas, ICEM, con sus 20 millones de agremiados de Asia, África y Europa, lo mismo que la Federación Sindical Mundial, FSM, y la Internacional de Servicios Públicos, ISP. Nunca en la historia del movimiento obrero mexicano, un sindicato y un dirigente sindical como nuestro compañero Napoleón Gómez Urrutia habían conquistado tal apoyo mundial, y tan importante.
Nos hemos preguntado repetidas veces a qué obedece el empecinamiento en la embestida antisindical y antiminera de estos gobiernos de la derecha. La respuesta parece obvia. El gobierno cómplice defiende a las empresas poderosas más retrógradas y más carentes de responsabilidad social, especialmente aquellas que aportaron fondos económicos para sus respectivas campañas electorales o para sus promociones. Con ello el gobierno pretende abrir una brecha en la política sindical mexicana, y echar adelante su contrarreforma patronal de la Ley Federal del Trabajo, que ya han anunciado como favorecedora de la clase patronal y enemiga de las garantías obreras fundamentales, como el derecho a la huelga, la autonomía y la libertad sindical, y la Contratación Colectiva. Quieren poner de rodillas a la clase trabajadora mexicana ante los dictados del gran capital.
Esa ha sido su pretensión, pero el hecho de que estemos en un año electoral, cuando el gobierno actual de la derecha y su partido han registrado bajísimos índices de aceptación popular, los ha puesto en desesperación de principiantes políticos y los hace desbarrar en el campo laboral y en otros, como el más reciente de la salud con motivo de la dañina epidemia de influenza. Quieren, según han proclamado, mantenerse en el poder hasta el año 2030, pero es evidente que con sus políticas anti obreras y anti populares, y con su ineficacia política y social, no van a durar al frente de la administración pública más allá de este sexenio, si bien les va.
No Pasarán, reiteramos. Este Primero de Mayo de 2009 habrá de ser el punto de quiebre de la política anti social y anti popular del actual gobierno, aliado a empresarios sin la menor noción de la responsabilidad social hacia los propios trabajadores y hacia la Nación. La crisis económica y financiera es también la crisis del modelo en que han medrado y lucrado gobernantes de derecha y empresarios facciosos, verdaderos terroristas y vándalos de la economía tanto de sus propias empresas como de los derechos de sus trabajadores.
No Pasarán. No nos derrotarán ni nos doblegarán. Estamos seguros de la victoria.
Comité Ejecutivo Nacional
Consejo General de Vigilancia y Justicia
Delegados, Secciones y Fracciones del Organismo Sindical
Primero de Mayo de 2009
*A LOS TRABAJADORES MINEROS, METALÚRGICOS Y SIDERÚRGICOS DE MÉXICO
*A LA CLASE TRABAJADORA MEXICANA
*A LOS SINDICATOS DEMOCRÁTICOS E INDEPENDIENTES
*A LA OPINIÓN PÚBLICA
Primero de Mayo de 2009: Debe terminar la embestida contra el Sindicato Nacional de Mineros y contra la clase obrera mexicana
Los trabajadores mineros, metalúrgicos y siderúrgicos de México estamos plenamente concientes de que vivimos un grave momento de nuestra lucha, que se inició hace ya tres años con la persecución política contra el Sindicato Nacional de Mineros y contra nuestro Dirigente Nacional, Napoleón Gómez Urrutia. La embestida patronal contra los trabajadores mineros estuvo desde el principio apoyada por el gobierno de Vicente Fox y después ha sido retomada por el actual, encabezado por Felipe Calderón Hinojosa, al extremo de que designó a un abogado de la empresa agresora Grupo México, Fernando Gómez Mont, como su secretario de Gobernación.
Pero al cumplirse, en febrero pasado, los tres años de la perversa persecución oficial y empresarial contra nosotros, estamos más unidos, más fuertes, más leales y más firmemente convencidos de la justeza de nuestra lucha, de nuestra decisión de resistir y de nuestra convicción de que habremos de triunfar.
Por más que el gobierno y las empresas enemigas del Sindicato Minero han apostado todos sus recursos económicos, mediáticos, legales y políticos, así como todas sus corrupciones, represiones e ilegalidades, tanto como las aprehensiones de dirigentes y el bloqueo de fondos, para combatirnos y asfixiarnos, no nos han podido vencer. Una por una, hemos ido derrotando sus pretensiones, como la calumnia infame del desvío de recursos del Fideicomiso Minero, que diversas y sólidas instancias nacionales y mundiales han demostrado que es falsa y que ese sólo fue un invento perverso y malintencionado.
El “No Pasarán” es hoy, para nosotros, una frase con profundo contenido humano y de gran realismo y objetividad.
Y No Pasarán, ciertamente, en sus intentos de destruir a nuestra Organización Sindical y de someternos a los apetitos facciosos de quienes nos persiguen desde el gobierno y desde ámbitos empresariales. Como tampoco pasarán en su pretensión de aplastar, a través de nosotros, al movimiento obrero y popular democrático e independiente, que cada día se manifiesta más categórico en su convicción de que una derrota del Sindicato Minero sería el comienzo de una gran derrota general de la clase trabajadora mexicana. En lo que a nosotros respecta, ese intento oficial no será posible, pues hemos dicho y hemos demostrado que no nos van a doblegar por muy grande que sea la fuerza de quienes nos persiguen y nos agreden. Hemos unido la acción a la palabra, no hemos engañado a nadie, somos congruentes con nosotros mismos y con los mandatos de la clase obrera mexicana y mundial.
A pesar de todo, estamos en la línea de que el conflicto minero se solucione de manera integral por la negociación dentro de la ley y con el respeto pleno a los derechos y conquistas de los trabajadores y al Sindicato Nacional de Mineros.
Las huelgas de Cananea, Sonora, Sección 65 de nuestro Organismo Sindical, Sombrerete, Zacatecas, Sección 201, y Taxco, Guerrero, Sección 17, ya suman 21 meses cumplidos de duración. Principalmente fueron emplazadas para demandar adecuadas condiciones de seguridad industrial e higiene laboral, que protejan la salud de los trabajadores pero también la operatividad y la rentabilidad de las propias empresas. Pocas veces en la historia se ha visto un empecinamiento tan perverso e irracional de parte de una empresa como Grupo México de Germán Larrea Mota Velasco contra sus trabajadores, pero también pocas veces se ha visto una capacidad de resistencia y lucha tan grande como la de nuestra dirigencia nacional y de los compañeros de esas tres Secciones Sindicales. También ha sido infrecuente observar y sufrir una tan abierta complicidad del gobierno, tan corrupta e ilegal como la que han protagonizado las administraciones de la derecha, la anterior de Vicente Fox y la actual de Felipe Calderón, que por ello caen en el contexto de una política laboral de corte fascista.
La solución integral del conflicto minero, tarde o temprano habrá de pasar por el retiro de las concesiones mineras que el gobierno les ha otorgado a estos empresarios sin responsabilidad social, dado el altísimo grado de ineficacia criminal que demuestran en su operación y administración, no sin que antes se promulgue una Ley contra el Homicidio Industrial, que penalice incluso con cárcel a los responsables de otros atentados negligentes como el de Pasta de Conchos, Coahuila.
En Cananea se ha dado últimamente el caso más notorio de esta persecución. Cuatro veces declarada ilegal la huelga por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje a lo largo de dos años, en las cuatro ocasiones jueces honestos del Poder Judicial la han declarado absolutamente legal, ante los reclamos del Sindicato y la firmeza de los propios trabajadores. En esto los trabajadores en huelga no han estado solos, ni han vivido en otra galaxia, sino que han sido puntual y vigorosamente apoyados y coordinados por el Comité Ejecutivo Nacional y por el Secretario General del Sindicato, compañero Napoleón Gómez Urrutia. Ha habido una recíproca lealtad y unidad entre ambos, bases y dirigencia del Sindicato Nacional de Mineros, que nada, ni las peores maniobras empresarial-gubernamentales han podido destruir, ni destruirán.
Nuestra resistencia sindical ha hecho posible atraer importantísimos apoyos políticos de legisladores de diversos partidos y destacados dirigentes políticos y sociales, que recibimos con verdadera satisfacción y compromiso. El Frente Sindical Mexicano, la Unión Nacional de Trabajadores, el Sindicato Mexicano de Electricistas, el Sindicato de Telefonistas, el Sindicato de Trabajadores de la UNAM, el Sindicato Nacional del Seguro Social, los Abogados Democráticos, los Tranviarios, entre otras muchas agrupaciones, pero también destacados y valientes periodistas y comunicadores, nos han brindado un apoyo político y moral invaluable, que en todo momento sabremos hacer recíproco.
El último episodio de agresiones le correspondió a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA), sometida servilmente a las órdenes del titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, quien a la vez está sometido servilmente a las órdenes del Grupo México de Germán Larrea Mota Velasco, protegido por el secretario de Gobernación. La JFCA decidió, en una ilegal resolución, dar por terminadas las relaciones de trabajo colectivas e individuales en la mina y la planta de Cananea. De inmediato, los abogados del Sindicato interpusieron diversos amparos de los dirigentes sindicales y de los mil 200 trabajadores afectados por esa aberrante determinación, y lograron por esa vía del amparo la suspensión definitiva de la ejecución de esta sentencia de muerte laboral contra los trabajadores en huelga, contra su Contrato Colectivo de Trabajo y contra nuestro Sindicato. Los trabajadores demostramos, una vez más, que la razón y la legalidad están de nuestra parte. Van los enemigos del Sindicato Minero, también en este caso, en el camino de la derrota.
No podemos dejar de señalar que la solidaridad política, moral y económica obrera internacional hacia nuestro Sindicato, nuestra lucha y nuestro Dirigente Nacional Napoleón Gómez Urrutia, ha sido un apoyo fundamental en la batalla sindical y política emprendida. Los mineros, metalúrgicos y siderúrgicos no hemos estado solos, ni vivimos en un planeta o país distinto al nuestro, sino que también hemos sido objeto de una solidaridad clasista nacional y mundial, que nunca en la historia de las luchas sociales mexicanas y mundiales se había registrado. Los más de un millón de Steelworkers de Estados Unidos y Canadá; los 25 millones de agremiados de la Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas, FITIM, en más de 100 países, la cual en muestra de solidaridad ha reelegido por unanimidad al compañero Gómez Urrutia como miembro de su Comité Ejecutivo Mundial; el millón y medio de Teamsters, o Transportistas de Estados Unidos; la Federación Internacional de Sindicatos de Trabajadores de la Química, Energía, Minas e Industrias Diversas, ICEM, con sus 20 millones de agremiados de Asia, África y Europa, lo mismo que la Federación Sindical Mundial, FSM, y la Internacional de Servicios Públicos, ISP. Nunca en la historia del movimiento obrero mexicano, un sindicato y un dirigente sindical como nuestro compañero Napoleón Gómez Urrutia habían conquistado tal apoyo mundial, y tan importante.
Nos hemos preguntado repetidas veces a qué obedece el empecinamiento en la embestida antisindical y antiminera de estos gobiernos de la derecha. La respuesta parece obvia. El gobierno cómplice defiende a las empresas poderosas más retrógradas y más carentes de responsabilidad social, especialmente aquellas que aportaron fondos económicos para sus respectivas campañas electorales o para sus promociones. Con ello el gobierno pretende abrir una brecha en la política sindical mexicana, y echar adelante su contrarreforma patronal de la Ley Federal del Trabajo, que ya han anunciado como favorecedora de la clase patronal y enemiga de las garantías obreras fundamentales, como el derecho a la huelga, la autonomía y la libertad sindical, y la Contratación Colectiva. Quieren poner de rodillas a la clase trabajadora mexicana ante los dictados del gran capital.
Esa ha sido su pretensión, pero el hecho de que estemos en un año electoral, cuando el gobierno actual de la derecha y su partido han registrado bajísimos índices de aceptación popular, los ha puesto en desesperación de principiantes políticos y los hace desbarrar en el campo laboral y en otros, como el más reciente de la salud con motivo de la dañina epidemia de influenza. Quieren, según han proclamado, mantenerse en el poder hasta el año 2030, pero es evidente que con sus políticas anti obreras y anti populares, y con su ineficacia política y social, no van a durar al frente de la administración pública más allá de este sexenio, si bien les va.
No Pasarán, reiteramos. Este Primero de Mayo de 2009 habrá de ser el punto de quiebre de la política anti social y anti popular del actual gobierno, aliado a empresarios sin la menor noción de la responsabilidad social hacia los propios trabajadores y hacia la Nación. La crisis económica y financiera es también la crisis del modelo en que han medrado y lucrado gobernantes de derecha y empresarios facciosos, verdaderos terroristas y vándalos de la economía tanto de sus propias empresas como de los derechos de sus trabajadores.
No Pasarán. No nos derrotarán ni nos doblegarán. Estamos seguros de la victoria.
Comité Ejecutivo Nacional
Consejo General de Vigilancia y Justicia
Delegados, Secciones y Fracciones del Organismo Sindical
Primero de Mayo de 2009