miércoles, 17 de febrero de 2010

PASTA DE CONCHOS: 4 AÑOS DE IMPUNIDAD

SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES MINEROS, METALÚRGICOS, SIDERÚRGICOS Y SIMILARES DE LA REPÚBLICA MEXICANA

Pasta de Conchos: 4 años de impunidad


Jueves 18 de febrero de 2010

Mañana, 19 de febrero de 2010, se cumplen 4 años de una tragedia que enlutó la vida de 65 familias, sin que a la fecha existan responsables de la muerte de esos compañeros mineros mexicanos, 63 de los cuales todavía hoy permanecen sepultados y abandonados bajo los escombros de la mina de carbón de Pasta de Conchos en Coahuila, propiedad de Germán Feliciano Larrea Mota Velasco de Grupo México.

Hoy cobra más relevancia que nunca el término de “homicidio industrial”, o “asesinato corporativo” que utilizó nuestro Secretario General, Napoleón Gómez Urrutia, para denunciar la negligencia y la irresponsabilidad criminal de la empresa Grupo México, sus accionistas, directores y empleados que participaron en ese crimen.

En una actitud cobarde, nunca se presentaron a la mina ni el ex presidente Vicente Fox, ni el presidente de Grupo México, Germán Feliciano Larrea Mota Velasco. Su miseria humana no les permitió presentar sus condolencias a las familias de los trabajadores mineros caídos por su irresponsabilidad, ni ofrecer apoyos o recursos a los familiares o a los rescatistas que actuaron para encontrarlos con vida o sin ella, mucho menos para exigir una investigación a fondo que determinara las causas que originaron la explosión y demandar el castigo a los responsables con todo el peso de la ley.

En cambio, se dedicaron Fox y sus cómplices y empleados serviles a ocultar ese crimen, a proteger a la empresa y a Larrea, a iniciar una persecución política y una campaña sucia de desprestigio en contra del Sindicato Nacional de Mineros, de los trabajadores auténticos y verdaderos, y de sus líderes electos democráticamente, muy en especial en contra de nuestro máximo líder Napoleón Gómez Urrutia, con mentiras y acusaciones falsas que se han caído una tras de otra, y quien ha sido reelecto por unanimidad en 5 ocasiones en procesos totalmente libres y democráticos apegados a los Estatutos del propio Sindicato.

Pasta de Conchos es una historia siniestra de impunidad, de corrupción, de complicidades, de autoritarismo y de abusos de poder que no tiene precedente en la historia de México y en donde no ha habido Partido o fuerza política capaz de frenar a un sistema y a un gobierno decadente, que tanto daño le ha hecho a la moral pública y a la convivencia de una sociedad como la de México.

La actitud de Vicente Fox entonces y de Felipe Calderón ahora, es la muestra más clara de ese fracaso, de ese abandono de principios y valores, de esa decadencia, de esa destrucción de la imagen del gobierno de México en el interior y en el exterior, de esa década perdida. Si a Vicente Fox lo apoyaron servilmente en esa conspiración desde el poder Carlos María Abascal Carranza, Daniel Cabeza de Vaca, Francisco Javier Salazar entre muchos otros, hoy, con Felipe Calderón, lo hacen de la misma manera los abogados empresariales vestidos de secretarios de Estado como Javier Lozano Alarcón y Fernando Gómez Mont, y procuradores como Enrique Medina Mora o Arturo Chávez Chávez, y demás cómplices perfectamente identificados.

Ni el servilismo hacia Larrea y Grupo México u otros empresarios, ni los abusos de poder, ni la corrupción podrán derrotar jamás a los trabajadores o al pueblo de México en sus aspiraciones y derechos a tener una mejor vida y un mayor bienestar, que con toda justicia se lo merecen, pues son los que generan la riqueza del país. Que no se les olvide esta negligencia e irresponsabilidad criminal, aunque lo hayan pretendido ocultar estos últimos cuatro años.

Las almas de esos 65 trabajadores mineros mexicanos y de otros más que han sido asesinados en estos últimos años por parte de empresarios y funcionarios públicos y gobernadores cómplices, jamás dejarán descansar a esos asesinos de mineros. Éstos vivirán siempre con el fantasma de la sangre minera que ha sido derramada en una de las más grandes vergüenzas de la historia de México.

Son cuatro años de abandono e impunidad, 10 años de represión, fascismo, corrupción, fanatismo y fundamentalismo religioso, que tanto al PAN como al Yunque con sus cómplices, los atormentarán siempre mientras esos 63 cuerpos de mineros no sean rescatados o tengan una digna sepultura. Ni sus jugadas de engaño o distracción de la opinión pública les servirán ante este asesinato corporativo de la historia.

El Sindicato Nacional de Mineros refrenda una vez más su postura de siempre en cuanto al “homicidio industrial” de Pasta de Conchos: (1) Proceder al rescate de los 63 cuerpos que aún están abandonados en el socavón de la mina, por la negligencia e irresponsabilidad de Grupo México y del gobierno; (2) Otorgar a viudas y familiares la ayuda económica y social justa y digna que merecen, y no las miserables migajas que Grupo México les ha querido dar; y (3) El castigo a los verdaderos responsables de este crimen industrial, tanto de la empresa como de la parte gubernamental.

Sin duda hay un hilo que une la tragedia de Pasta de Conchos con otros crímenes ejecutados contra trabajadores mineros. Ese vínculo es Grupo México, con su política mafiosa y anti obrera, en complicidad con el gobierno federal. De ello también es muestra el ilegal encarcelamiento hace 14 meses de nuestro compañero Juan Linares Montúfar, Presidente de nuestro Consejo General de Vigilancia y Justicia, a quien no se le otorga juicio ni amparo, lo cual lo convierte en Preso Político del gobierno de Felipe Calderón.

Para que no los olviden, mencionamos a los Héroes Mineros Caídos en el cumplimiento de su deber:

Pasta de Conchos (19 de febrero de 2006): Javier Pérez Aguilar, Jesús Morales Bone, Guillermo Iglesias Ramos, José Luis Calvillo Hernández, José Ángel Guzmán Franco, Armando Rosales Hernández, Ricardo Hernández Rocha, José Alberto de León Camarillo, Jesús Cortez Ibarra, Juan Antonio Cruz García, José Guadalupe García Mercado, Jorge Bladimir Muñoz Delgado, Hugo Ramírez García, Juan Antonio Cárdenas Liman, Rolando Alcocer Soria, Ignacio Hernández López, Jesús Álvarez Flota, Agustín Botello Hernández, José Alfredo Ordóñez Martínez, Gilberto Ríos Salazar, Isidro Briceño Ríos, Pablo Soto Nieto, Raúl Villasana Cantú, Guillermo Ortiz Mora, Mauro Antonio Sánchez Rocha, José Manuel Peña Saucedo, José Eduardo Martínez Baltazar, Julián Martínez Ojeda, Mario de Jesús Cordero Arévalo, José Ramón Hernández Ramos, Luis Jorge de Hoyos Márquez, Jorge Arturo Ortega Jiménez, Juan Manuel Rosales Hernández, Lauro Olacio Zarazúa, Adrián Barbosa Álvarez, Oscar Javier Cerda Espinosa, Roberto Zapata González, Pedro Doñez Posada, Jesús Armando Rodríguez Torres, Fermín Tavares García, Tomás Patlán Martínez, Juan Ramón Barrientos Gloria, Mario Alberto Ruiz Ramos, Juan Fernando García Martínez, Juan Arturo Salazar Olvera, Gil Rico Montelongo, Roberto Guerrero Ramírez, Jorge Antonio Moreno Tovar, Juan Manuel Rosas Hernández, Ignacio Campos Rosales, Margarito Zamarrón Alfaro, José Armando Castillo Moreno, Felipe de Jesús Torres Reyna, Margarito Cruz Ríos, Eliud Valero Valero, Juan Martín Gómez Martínez, Reyes Cuevas Silva, Jesús Viera Armendáriz, Gregorio Rangel O., Ernesto de la Cruz Sánchez, José Porfirio Cibrián Mendoza, Juan R. Arteaga García, José Alfredo Silva Contreras, Arturo García Días, José Isabel Mijares Yáñez.

La responsabilidad de este abandono de los cuerpos de nuestros compañeros, la comparte también el actual gobernador del estado de Coahuila, Humberto Moreira Valdés.

En Lázaro Cárdenas, Michoacán (20 de abril de 2006): Héctor Álvarez Gómez y Mario Alberto Castillo Rodríguez, y más de 100 heridos en la represión por fuerzas federales y estatales de Michoacán, estado bajo la responsabilidad entonces del ex gobernador Lázaro Cárdenas Batel.

En Nacozari, Sonora (11 de agosto de 2007): Reynaldo Hernández González, por balazos de guardias blancas de Grupo México, y más de 20 heridos y torturados, con la complicidad abierta del gobernador del estado, Eduardo Bours Castelo.

En Fresnillo, Zacatecas (10 de junio de 2009): Juventino Flores Salas, por batazos de guardias blancas de Minera Peñoles y del traidor Carlos Pavón, ante la protección e impunidad exhibida por la gobernadora Amalia García Medina.

Cada uno de nuestros compañeros caídos está presente, y acusarán siempre a sus asesinos y a sus descendientes por generaciones, sin descanso alguno.

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