MENSAJE DEL COMPAÑERO J. GENARO ARTEAGA TREJO, SECRETARIO DE ASUNTOS POLÍTICOS DEL SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES MINEROS, METAÚRGICOS, SIDERÚRGICOS Y SIMILARES DE LA REPÚBLICA MEXICANA, A LOS DIPUTADOS DE LA LXI LEGISLATURA DEL CONGRESO DE LA UNIÓN, AL INICIAR SUS TRABAJOS DEL PERIODO ORDINARIO DE SESIONES.
San Lázaro, 2 de septiembre de 2010.
Respetados y estimados diputados federales:
En nombre de mis compañeros del Sindicato Nacional de Mineros, el cual me ha designado para dirigirles este mensaje, les ofrezco un cordial saludo con motivo de haber iniciado Ustedes los trabajos del nuevo periodo ordinario de sesiones de ese Honorable Cuerpo Legislativo.
Hago notar, como es debido, la tarea tan importante que Ustedes desempeñan como legisladores de toda la Nación. No se concibe la República Representativa sin la participación y la presencia de Ustedes. Por ello es muy importante traerles la visión que el gremio trabajador minero, metalúrgico y siderúrgico de México, que encabeza con inteligencia y valentía el compañero Napoleón Gómez Urrutia, tiene de uno de los problemas actuales más palpitantes, que es el de las relaciones laborales y, en general, la política que el actual gobierno ha seguido contra nosotros y, en general, contra toda la clase trabajadora mexicana.
Los casos más notorios de estas agresiones desde el actual poder público contra los trabajadores, son el nuestro, del Sindicato Nacional de Mineros; el de los hermanos trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas; el de los trabajadores de aviación, por la muy desatinada e irresponsable política seguida tanto por este y el anterior gobierno como por los voraces empresarios de Mexicana de Aviación, así como los casos de otros gremios sindicales.
Nada de esto es para Ustedes un secreto. Están a la vista de toda la Nación las arbitrarias e ilegales conductas que el gobierno federal, algunos gobiernos estatales y funcionarios de estos, han mantenido desde el sexenio anterior de Vicente Fox y prosiguen en el actual de Felipe Calderón, con la pretensión perversa de destruir Sindicatos Democráticos e Independientes, como los que he mencionado. Y por desgracia, en la sociedad política no se han alzado con suficiente fuerza las voces en protesta contra estas agresiones anti sindicales del gobierno y las empresas sin responsabilidad social, que medran en su propio beneficio contra los intereses de los trabajadores. Sobre todo, no se han tomado decisiones que impidan que continúe este estado de cosas que, de persistir, habrá de conducir a México a más profundos conflictos y crisis de los que ya confronta.
Llamamos respetuosamente su atención señores Diputados y señoras Diputadas hacia el hecho de que la H. Cámara Legislativa a la que Ustedes pertenecen, no ha alzado con suficiente vigor su voz y su acción para detener estas embestidas criminales contra sectores del pueblo trabajador. Ustedes, efectivamente, han hecho importantes esfuerzos por contener y denunciar algunos aspectos de la crisis laboral y sindical, pero desafortunadamente todo eso no se ha traducido en un cambio de la actual situación. El gobierno de Felipe Calderón sigue dándole apoyos arbitrarios a los empresarios antisociales y a los funcionarios que atacan a los trabajadores, y no vemos que la H. Cámara de Diputados se levante contra esas injusticias, y les ponga un freno.
Ustedes, señores Diputados y señoras Diputadas, representan a toda la Nación, en un país de trabajadores, no de empresarios. El silencio, los esfuerzos valiosos pero sólo esporádicos en defensa de los trabajadores agredidos, no han sido suficientes para detener a las fuerzas del oscurantismo y el retroceso social que encabeza el actual gobierno.
Apenas hace tres días, los mineros sufrimos una más de las muchas agresiones que hemos resistido y combatido hace más de 4 años. Eso ocurrió en la fundición de Esqueda, Sonora, donde más de mil elementos de las fuerzas policiacas federales y estatales asaltaron las instalaciones de ese centro de trabajo, y establecieron un estado de sitio, igual que lo hicieron en Cananea, sólo porque nuestros 900 compañeros del lugar exigen sus derechos y, en ese camino, decidieron retornar a las filas del Sindicato Nacional de Mineros. Esta agresión ocurre por el servil entreguismo de los gobiernos federal y estatal a la empresa antisocial de ese centro de trabajo, el Grupo México, del arrogante empresario Germán Feliciano Larrea Mota Velasco. Nuestros compañeros trabajadores están siendo en este momento mismo despedidos por Grupo México, con la complicidad de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, y bajo el resguardo de la fuerza pública que invadió el lugar, por el delito, que no es delito sino derecho, de defender sus intereses como trabajadores y ejercer su autonomía sindical.
Sí, Germán Larrea es el mismo empresario que nos agredió en Pasta de Conchos, Coahuila, con el homicidio industrial allí cometido en febrero de 2006, en que perdieron la vida 65 compañeros, y jamás, ni Fox ni Larrea se presentaron allí para auxiliar o presentar condolencias, a diferencia de lo que un gobernante de derecha, Sebastián Piñera, de Chile, está haciendo por rescatar a 33 mineros de Copiapó. Es el mismo empresario que ordenó asesinar a un compañero minero en Nacozari, Sonora, y bajo su pernicioso ejemplo la empresa Minera Peñoles provocó otro asesinato más en Fresnillo, Zacatecas; es el mismo empresario que se ha empecinado en jamás negociar la solución civilizada a las tres huelgas de Cananea, Sonora; Sombrerete, Zacatecas, y Taxco, Guerrero, que ya acumulan más de 3 años de duración; es el mismo que ha empinado al gobierno actual a encarcelar a nuestro Presidente del Consejo General de Vigilancia y Justicia, compañero Juan Linares Montúfar, quien está encarcelado hace más de año y medio, como preso político de Calderón, pues no se le concede amparo ni se le sigue un juicio justo. Es el mismo Larrea Mota Velasco, quien ha organizado contra nosotros una campaña difamadora y calumniosa en los medios televisivos.
A este empresario irresponsable y prepotente lo han apoyado, en complicidad abierta, tanto el secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, y hasta hace poco tiempo la mano negra del removido Secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, quienes nos agredieron y nos congelaron fondos bancarios sindicales, que son propiedad de los trabajadores, con el evidente intento de asfixiar nuestra lucha, y bajo el pretexto insultante de que incautaban dichos recursos, según calumniaron, para “evitar que los mineros compraran drogas”. Vean Ustedes el bajísimo nivel y el abuso de poder con que se mueven las actuales autoridades tanto laborales como ministeriales.
Queda claro que este gobierno, en vez de perseguir como se debería hacer, a los delincuentes organizados, que están armados hasta los dientes y operan criminalmente desde la oscuridad, se lanza contra trabajadores y sus organizaciones y líderes sindicales que no se ocultan, que no agreden ni andan armados, que respetan las leyes pero que exigen, eso sí, respeto a sus legítimos derechos como trabajadores dignos.
¿A qué nivel quiere este gobierno que lleguen las actuales confrontaciones laborales, como son los casos de los mineros y los hermanos electricistas? ¿Querrán que a 100 años de la Revolución Mexicana estalle otra vez la terrible violencia social? ¿Querrán que a 200 años de nuestra Independencia las instituciones nacionales se debiliten tanto que debamos entregar nuestra soberanía a los intereses extranjeros? Nos preguntamos: ¿Qué es lo que este gobierno pretende? La de Calderón más parece una dictadura, que un gobierno republicano que ajusta sus pasos al imperio de la ley y de la justicia.
Por todo ello, los exhortamos respetuosa y cordialmente a que piensen y vuelvan a pensar qué es lo que Ustedes, como representantes de toda la Nación, han realizado y deben realizar para detener las embestidas alevosas del gobierno de Calderón y sus funcionarios. En nuestro criterio, lo primero que debía hacerse, por el bien de la Nación y por su Paz y Estabilidad, es someter a riguroso juicio político, para destituirlo, a Javier Lozano Alarcón, el actual secretario del Trabajo y Previsión Social. Sinceramente, no creemos que nadie se hubiera dado cuenta de que este funcionario es un verdadero peligro para el país, que ha pisoteado su investidura, en un cargo público que es vital para la conciliación y la paz social de México.
Señores Diputados y Señoras Diputadas: Les ofrezco de nuevo un saludo muy cordial, con nuestra exhortación más vigorosa a Ustedes, a que pongan un HASTA AQUÍ a la actual política anti laboral, anti social y antisindical del actual gobierno. Que no se diga en el futuro que en 2010 hubo, a 100 años de la Revolución Mexicana, un Poder Legislativo que con sus omisiones y su silencio, colaboró al establecimiento de una dictadura empresarial, para esclavizar y agredir a los trabajadores mexicanos. La imagen y el ejemplo de Don Belisario Domínguez debe ser nuestra guía y nuestra inspiración.
