SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES MINEROS, METALÚRGICOS,
SIDERÚRGICOS Y SIMILARES DE LA REPÚBLICA MEXICANA
--COMUNICADO ESPECIAL--
27/2012
Martes 10 de julio de 2012
Sindicato Minero, 78 años de lucha sin descanso
por la dignidad, la autonomía y el bienestar de sus agremiados.
Mañana
miércoles 11 de julio de 2012, el gran Sindicato Nacional de Mineros cumple 78
años de una existencia fructífera para los trabajadores mineros, metalúrgicos y
siderúrgicos de México, la cual tiene una gran significación para la clase
obrera mexicana y del mundo. Mañana
es el Día del Minero.
Nacido
en 1934 en Pachuca, Hidalgo, por la decisión autónoma y en uso de la libertad
de asociación sindical que se han dado los trabajadores de nuestro gremio a lo
largo de casi 8 décadas, la histórica Organización Minera celebra en pie de
lucha esta nueva etapa de su existencia. Ni persecuciones políticas perversas
ni agresiones desde el poder público o desde empresas carentes de
responsabilidad social, han podido doblegar la recia consistencia de nuestra
Organización.
Por el
contrario, el Sindicato Nacional de Mineros se ha templado en la dura
confrontación de más de 6 años de adversidad, contra los gobiernos anti obreros
del conservadurismo político, el cual ha sido uno de los enfrentamientos más
difíciles al que una Organización se haya podido enfrentar tanto en México como
en el mundo entero. Hoy el Sindicato Minero está más unido y firme que nunca
antes en toda su historia. Ni agresiones ni calumnias conseguirán vencerlo en
el presente ni en el futuro, como lo reconocen los más de 200 millones de
trabajadores organizados en todo el planeta, afiliados a las más importantes
federaciones y agrupaciones sindicales internacionales.
El
secreto de esta permanencia histórica en las luchas sociales del México moderno
está sin duda determinado por el hecho de que el Sindicato Minero ha puesto por
delante los valores supremos de la clase trabajadora: la unidad, la lealtad, la
solidaridad, así como la congruencia entre lo que predica y lo que actúa. No
hay fisuras ni grietas en esta sólida contextura política y moral. El de Los
Mineros es un gremio que nació en medio de la adversidad y sigue viviendo
dentro de ella, sin jamás haber renunciado a la dignidad ni al respeto que
ofrece con generosidad a los demás actores sociales de su entorno laboral,
social y político, pero que también se los demanda a ellos con firmeza.
Sus
ejemplos de entrega a los propios valores, que son los mismos de la nación
mexicana y de las masas trabajadoras de México y del mundo entero, vienen desde
los tiempos de su fundación el 11 de julio de 1934, cuando un país distinto al
del siglo anterior empezaba a avanzar en los caminos del progreso y el
desarrollo social, tiempos en los que ocupó la Presidencia de la República el
general Lázaro Cárdenas del Río, quien dejó a la nación y a la clase
trabajadora el gran legado de la alianza del gobierno con las organizaciones de
trabajadores del campo, de la ciudad, de la industria y de los servicios, que
el país debe retomar para poder reanudar el camino hacia el desarrollo y el
progreso.
Para
Los Mineros, dirigidos hoy digna y sabiamente por el compañero Napoleón Gómez
Urrutia como su Secretario General, ha habido otro factor de importancia en
este esfuerzo de décadas. Siempre ha apostado por el cambio profundo de la
política económica y social de México, en un sentido progresista, en contra del
modelo neoliberal vigente desde hace tres décadas. Nunca Los Mineros han
aceptado el dictado de los intereses de los grupos poderosos de la economía y
de la política, de someterse a la estrategia concentradora de la riqueza y
promotora de la desigualdad, que oprime a las mayorías populares, que nos
impide avanzar hacia adelante y que nos obstruye el camino para volver a crear
las bases sólidas de un verdadero desarrollo, que significa generar empleos,
establecer la racionalidad y la justicia en las relaciones de producción y
trabajo, así como políticas a través de las cuales se pueda otorgar el trato de
dignidad económica, política y social que merecen todos los mexicanos. Y por eso el gremio minero trabajador y su
líder nacional han sido objeto de ataques y calumnias de parte de los enemigos
del progreso social, pero también de solidaridades y reconocimientos mundiales
y nacionales.
De
manera lógica y natural, el Sindicato Nacional de Mineros está en la vanguardia
de las poderosas organizaciones internacionales de trabajadores, que pugnan por
el avance político y social, así como por el bienestar de los pueblos del
mundo. De su propia experiencia de lucha, surgió la política internacional de
Los Mineros, que el compañero Gómez Urrutia ha elevado a valor supremo de un
compromiso universal con la labor de los trabajadores, que son quienes crean
con sus manos la riqueza de las naciones.
De ahí
que en noviembre de 2011 el compañero Gómez Urrutia haya sido reconocido con el
galardón internacional más importante a quienes se esfuerzan por defender los
derechos humanos y la justicia social, el Premio Meany-Kirkland, otorgado por
la más poderosa agrupación sindical de los Estados Unidos de América, la
Federación Americana del Trabajo, AFL-CIO, que de esa manera ha considerado con
justicia la tarea desenvuelta por Los Mineros mexicanos y su líder máximo. De
ahí, asimismo, que al crearse en junio de 2012 el primer Sindicato Global de
Todas las Industrias, el IndustriALL Global Union, el compañero Gómez Urrutia
haya sido elegido como miembro del Comité Ejecutivo Mundial de la nueva
agrupación, que nace con 50 millones de afiliados en el mundo. Se trata de
reconocimientos mundiales y de una solidaridad que nunca antes se había
otorgado a ningún dirigente ni a ninguna organización mexicana de trabajadores
y ello se debe a la entrega y el compromiso de Los Mineros de México y su
líder.
De
estos hechos de incondicional solidaridad mundial destaca que mientras en el
mundo se reconoce y premia a Napoleón Gómez Urrutia por su lucha a favor de los
trabajadores, en México los poderosos del dinero y la política lo ataquen, lo
acusen de calumnias y lo sometan a una perversa persecución política, judicial
y laboral que felizmente no tiene más futuro que el de algunos meses que restan
para que finalice el actual periodo de los gobiernos conservadores del Partido
Acción Nacional.
Algunos
comentaristas y medios periodísticos, por ignorancia, mala fe o complicidad con
los enemigos del Sindicato Minero, siguen difundiendo calumnias y acusaciones
sin fundamento contra Los Mineros y contra el compañero Napoleón Gómez Urrutia.
Es el caso de Katia de Artigues de El Universal, o el de Lourdes Mendoza de
Reforma, y el más reciente de Leonardo Curzio de Primer Plano del Canal 11 de
televisión, quienes siempre se refieren de manera vulgar e insultante, sin
argumentos ni ideas, a la lucha de Los Mineros y de su líder nacional, cuando
les debieran merecer un respeto que están muy lejos de practicar, desorientados
o de plano sumados a las mentiras nacidas en oficinas de empresarios sin
responsabilidad social o funcionarios de tipo conservador o de plano fascista.
Pero
todas estas acusaciones falsas contra el Sindicato Minero y contra su dirigente
nacional, se han ido cayendo una tras otra en los tribunales judiciales, y
hasta en los medios de comunicación, precisamente por no tener fundamento ni en
la ley ni en la razón, mucho menos en el estado de derecho y la justicia. A los
78 años de su nacimiento, el Sindicato Nacional de Mineros da cuenta de su
fortaleza orgánica, que le ha permitido echar abajo todas las campañas de
difamaciones lanzadas contra el compañero Gómez Urrutia, quien desde el
extranjero ha seguido dirigiendo con gran acierto al combativo gremio
trabajador que encabeza. Sus logros son hoy un ejemplo y una inspiración en el
mundo.
Nada de
ello hubiera sido alcanzado si el Sindicato Minero no se hubiera mantenido en
permanente esfuerzo de trabajo en beneficio de sus decenas de miles de
afiliados y sus familias, con revisiones de contratos colectivos de trabajo y
salarios siempre más elevados que los que consigue cualquier otro sindicato en
México, y muy por arriba del índice inflacionario. El hecho es que alcanzar incrementos
globales de salarios y prestaciones del 14% hasta el 18%, o mayores
porcentajes, a lo largo de estos años de persecución política y laboral, no
puede considerarse como un logro insustancial, sino como un hecho muy
significativo de la firmeza del liderazgo del compañero Gómez Urrutia y de la
reciedumbre del Sindicato Nacional de Mineros. Resultados que también indican
que la inmensa mayoría de las empresas mineras que sostienen relaciones
contractuales con el Sindicato de Los Mineros, respeta a nuestra gran
Organización.
Otro
hecho que se da en el marco de los 78 años de existencia del Sindicato Nacional
de Mineros es que su tenacidad y su perseverancia han logrado desmontar casi en
su totalidad los obstáculos que se han opuesto a la libre existencia del
Organismo Minero. La entrega de la “toma de nota” o reconocimiento oficial al
liderazgo del compañero Gómez Urrutia por resolución definitiva de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, del 2 de mayo de este año de 2012, indica que
fueron falsas y calumniosas todas las acusaciones que contra él y la Agrupación
Minera se lanzaron durante estos años. Ciertamente, el proceso de
reconocimiento oficial aún está inconcluso, pero ya se abrió la puerta de una
solución justa en este renglón, que difícilmente podrá ser cerrada de nueva
cuenta.
Las
huelgas de Cananea, San Martín Sombrerete y Taxco son otros hechos muy
relevantes de la fortaleza del Sindicato Minero. A pesar de los casi 5 años de
haber sido iniciadas, los compañeros en huelga resisten y continúan leales a su
lucha y a la dirigencia nacional de Los Mineros. La solidaridad interna que el
Sindicato y sus Secciones les han prestado estos años han sido un factor de
singular importancia en las huelgas heroicas de esos tres centros de trabajo.
Esos movimientos llenan de orgullo y renuevan el compromiso del gremio minero
trabajador.
El
Sindicato Nacional de Mineros nunca fue doblegado ni lo será en el futuro. Ni
agresiones ni asesinatos de trabajadores han debilitado la fuerza de Los
Mineros. Quedan pendientes algunas otras demandas mineras. Pero estamos en el
camino para terminar con la perversa, infame e ilegal persecución que se ha
ejercido en estos 6 años transcurridos de parte de quienes pretenden establecer
en México la esclavitud de los trabajadores.
Al
cumplirse los 78 años de existencia del Sindicato Nacional de Mineros se
confirma que la resistencia empeñada ha empezado a dar frutos positivos. El
nuestro es un mensaje de optimismo. Estamos en la proximidad de la victoria a
la que siempre apostamos y a la que nunca renunciamos. La razón, la ley y la
justicia han estado siempre y hoy siguen estando del lado de Los Mineros de
México.
Recordar
nuestro 78 aniversario, celebrarlo con la fortaleza de los mineros de México y
del mundo, es el mayor homenaje que podemos ofrecer a todos los dirigentes
nacionales que nos antecedieron en la lucha, como nuestro gran líder y guía Don
Napoleón Gómez Sada.
Con el
orgullo de ser mineros, celebramos este gran aniversario de lucha, de
resistencia y de triunfo de la razón y la justicia.
¡Que viva el Sindicato Nacional de Mineros!