SINDICATO
NACIONAL DE TRABAJADORES MINEROS, METALÚRGICOS, SIDERÚRGICOS Y SIMILARES DE LA REPÚBLICA
MEXICANA
--BOLETÍN INFORMATIVO--
47/2012
Viernes 31 de agosto de 2012
*Pretende la empresa finlandesa PKC un contrato de
protección con la CTM, sin informarles ni preguntarles a sus trabajadores en
Ciudad Acuña, Coahuila.
*Queja de IndustriALL Global Union y Sindicato
Nacional de Mineros al enlace oficial mexicano de la OCDE, para que no permita
se consume este atentado contra los trabajadores de PKC en nuestro país.
*Afirman PKC y la CTM que la ley del trabajo de
México permite crear contratos de protección sin conocimiento ni consulta a los
trabajadores que los resentirán.
*Inadmisible postura de la empresa de Finlandia y
de la CTM en torno a la sindicalización de trabajadores de PKC, que en su
mayoría están por afiliarse al Sindicato Nacional de Mineros que encabeza
Napoleón Gómez Urrutia.
Un verdadero atentado contra los
trabajadores de la firma multinacional PKC, de capital finlandés, está
pretendiendo ejecutar dicha empresa con motivo de los movimientos para la
sindicalización de sus trabajadores de Ciudad Acuña, Coahuila, que la empresa
intenta que la favorezca a ella misma, sin conocimiento de sus trabajadores y
contra la voluntad de estos, que en su inmensa mayoría se inclina desde el año
2009 a favor de pertenecer al Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros,
Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana que encabeza el compañero
Napoleón Gómez Urrutia.
En cambio, PKC pretende que el
organismo que ella promueve a su favor, sea el sindicato blanco que encabeza
Tereso Medina Ramírez, de la Confederación de Trabajadores de México, CTM, que
no sería otra cosa que un sindicato de protección, el cual es falso que la Ley
Federal del Trabajo los apruebe. Tereso Medina goza de una merecida fama como
líder “charro”, siempre al servicio de las empresas.
La empresa PKC, según las
declaraciones de sus propios ejecutivos, sostiene el absurdo de que el derecho del
trabajo mexicano permite que las empresas establezcan contratos colectivos de
trabajo, sin que estén enterados de ellos los propios trabajadores y sin que se
les consulte. Dijo Harri Suutari, presidente director general de PKC en
entrevista con la televisión finlandesa: “En México el empleador puede
protegerse así de esta manera, y además se trata de un método que ha venido
siendo utilizado”.
Cuando el entrevistador de la
televisora le preguntó: “¿Incluso sin preguntarle ni siquiera a los
empleados?”, Harri Suutari le respondió: “Pues sí, sin preguntarles... Es así
como las cosas se hacen en aquellas fábricas de México”.
El entrevistador le dijo
entonces: “Es decir, donde fueres, haz lo que vieres”. Y Suutari: “Pues sí, eso
parece ser”. El ejecutivo de PKC, cuando el entrevistador le expresó “quizás
eso moleste aquí en Finlandia. ¿No le molesta a usted en tanto que es el
presidente director de una empresa?”, Suutari replicó: “Lo puedo aguantar, pero
evidentemente me hubiera gustado que también en México encontraran otros
métodos”.
Acto seguido a la teledifusión de
esta entrevista, se empezaron a expresar críticas en Finlandia en relación con
las prácticas laborales de la compañía, por parte de dirigentes del movimiento
sindicalista finlandés, así como por parte del principal accionista de la
compañía, el Grupo de Fondos de Pensiones Ilmarinen, el cual amenazó con
retirar sus inversiones del Grupo PKC si PKC y Suutari no cambiaban su postura
en este asunto. .
Los líderes del Sindicato
Nacional de Mineros, Napoleón Gómez Urrutia, y del IndustriALL Global Union
(Sindicato Global de Todas las Industrias) Jyrki Raina, enviaron una queja por
carta del 28 de agosto de 2012, conteniendo estos datos duros, otros pormenores
y muchas consideraciones más, a Alejandro Faya Rodríguez, director general de
Inversión Extranjera de la Secretaría de Economía del gobierno de México, que
funge como el Punto Nacional de Contacto de México con la OCDE, en la que le
hacen notar cómo la empresa PKC está entrometiéndose en un asunto que compete
decidir exclusivamente sólo a los trabajadores, esto es, su pertenencia a una
organización sindical u otra, en este caso al Sindicato Nacional de Mineros,
encabezado por Napoleón Gómez Urrutia, o a uno blanco y de protección de la
CTM, que encabeza Tereso Medina Ramirez, a quien la empresa PKC le ha dado todo
el apoyo para tener la titularidad del contrato colectivo de trabajo, incluso
pagando la empresa las cuotas sindicales de los trabajadores, y manteniendo una
campaña de desprestigio falsa contra el Sindicato Minero mexicano.
En su carta del 28 de agosto,
Jyrki Raina y Napoleón Gómez Urrutia le dicen a Ricardo Faya de la Secretaría
de Economía de México, que le dirigen a él esta queja por ser “el punto
nacional de contacto de México para la implementación de las Directrices
de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico)
sobre Empresas Multinacionales”. Y que su queja es “contra el Grupo PKC por no
aplicar de manera efectiva las Líneas Directrices de la OCDE para Empresas
Multinacionales”.
Señalan ambos dirigentes
sindicales que el Grupo PKC ha violado las Líneas Directrices de la OCDE para
Empresas Multinacionales, sobre todo en su artículo 5, que estipula que “las
empresas deberán (1) respetar el derecho de los trabajadores empleados por la
empresa multinacional a constituir sindicatos y organizaciones representativas
de su elección o a afiliarse a ellos”, y (2) “respetar el derecho de los
trabajadores... para afiliarse a los sindicatos y organizaciones ... que los
representen en las negociaciones colectivas y a iniciar, ya sea
individualmente, ya sea a través de asociaciones de empresarios, negociaciones
constructivas con dichos representantes (de los trabajadores) con vistas a
llegar a acuerdos sobre condiciones de empleo”.
Además ha violado el Convenio 87
de la Organización Internacional del Trabajo, OIT, que establece el derecho a
la libertad de asociación sindical de los trabajadores en todo el mundo.
“En concreto, agregan ambos
dirigentes, el Grupo PKC, sin notificar o consultar a los trabajadores en sus
centros de producción de Ciudad Acuña, México, había instaurado una
organización sindical dominada y controlada por la compañía y firmado un
acuerdo de convenio colectivo con la misma, y basándose en la existencia de
este acuerdo, el PKC rehusaba negociar con el Sindicato Nacional de Mineros
(SNTMMSSRM), que los trabajadores habían escogido desde 2009 como su
representante”.
La Junta Federal de Conciliación
y Arbitraje de México, después de haberse negado a siquiera considerar al
Sindicato Nacional de Mineros como elegible para la titularidad como
organización sindical, dobló las manos tras un fallo judicial del 4 de julio de
2012 que aceptó su apelación, y decidió programar para el viernes 31 de agosto,
o sea, en la fecha de hoy, una audiencia con miras a fijar una fecha posterior
para que los trabajadores puedan votar y elegir entre el Sindicato Minero y la
CTM.
Es evidente que PKC quiere un
sindicato dominado por la empresa, al apoyar a Tereso Medina Ramírez, y dice
que ha decidido realizar un convenio colectivo de trabajo con el sindicato de
la CTM, ya que “sus valores y principios van a la par con los de PKC, y Medina
es quien comprende las necesidades de nuestros empleadores, de nuestros negocios
y de nuestros clientes” y que, “además, están familiarizados con el negocio de
los automóviles”.
Los trabajadores no se enteraron
que PKC y la CTM se habían concertado para realizar ese convenio que le daba a
esa central sindical la titularidad, y sólo lo supieron cuando ese convenio ya
se había depositado ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje el 2 de
septiembre de 2011.
Desde julio de 2009, los
trabajadores de Arneses, anterior razón social de PKC, habían formado la
Sección 307 del Sindicato Nacional de Mineros. Varios miles de trabajadores de
Arneses llenaron desde entonces los formularios de afiliación al Sindicato
Nacional de Mineros.
Diversas cartas a Harri Suutari,
presidente de PKC, enviadas por Jyrki Raina, en su calidad entonces de
Secretario General de la FITIM, Federación Internacional de Trabajadores de las
Industrias Metalúrgicas, antecesora de IndustriALL Global Union, aquél no se
dignó a responder dichas cartas, sino que en vez de eso anunció un incremento
salarial del 20% el 19 de octubre de 2011 que hasta hoy no pagó, y comenzó a
distribuir en las fábricas volantes contra Los Mineros y convocar a reuniones
antisindicalistas. En cambio el Sindicato Nacional de Mineros de México ha
conseguido desde hace 7 años aumentos promedio de salarios del orden del 14%
cada año.
PKC despidió entonces al líder de
los trabajadores, Juan Carlos Palomino Consigno, de 13 años de antigüedad, para
impedir que siga trabajando a favor de la afiliación al Sindicato Minero.
Posteriormente, el 28 de
noviembre de 2011, el Sindicato Nacional de Mineros presentó una demanda
oficial de negociación ante el Grupo PKC, apegada a la ley mexicana, pero la
compañía rehusó de plano negociar, alegando que ya existía un acuerdo de negociación
colectiva con el supuesto sindicato “Miguel Trujillo López”, miembro de la CTM,
y que su dirigente ya era Tereso Medina, quien ha sido líder de la propia CTM
en Coahuila, la cual usurpó en cierto momento en perjuicio de verdaderos
representantes de la CTM en el estado. Fue entonces cuando los trabajadores de
PKC se enteraron por primera vez de que ya tenían un sindicato y un contrato
colectivo de trabajo. Tan democrático como eso.
En otro documento de PKC, esta
compañía señala falsamente que “las leyes mexicanas permiten el registro de
sindicatos como representantes de los empleados, independientemente de la
voluntad de los mismos empleados, aunque “en realidad es posible que a estos
nunca se les pida su preferencia”. Lo cual sin duda pertenece a la visión que
la CTM tiene de las relaciones laborales y de la función de los sindicatos que
todavía controla.