SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES MINEROS, METALÚRGICOS,
SIDERÚRGICOS Y SIMILARES DE LA REPÚBLICA MEXICANA
--BOLETÍN INFORMATIVO--
40/2012
Miércoles 15 de agosto de 2012
*Se recordó la Primera Huelga Minera de la historia
de México y América Latina, en Real del Monte y Pachuca, de 1766.
*Desde hace 246 años nació el espíritu minero de
lucha y de dignidad que hoy guía nuestra vida y
esfuerzos.
El día de hoy, 15 de agosto de 2012, los
trabajadores mineros, metalúrgicos y siderúrgicos de México, encabezados por
nuestro Secretario General, compañero Napoleón Gómez Urrutia, rindieron
homenaje a la memoria de los mineros de Real del Monte y Pachuca, que en la
época colonial, hace 246 años, protagonizaron en esta fecha la primera huelga
minera de la historia de México y América Latina, en un acto celebrado en el
municipio de Real del Monte, Hidalgo.
Asistieron más de mil trabajadores
mineros de todo el país, pobladores de la localidad y autoridades municipales,
quienes exaltaron la decisión del espíritu minero de aquellos luchadores, que
se levantaron a la huelga a pesar de que en ese tiempo de la entonces Nueva
España cualquier protesta era severamente penalizada con cárcel, enrolamiento al
ejército colonial, torturas o incluso la muerte en los quemaderos de la
Inquisición. A pesar de todo ello, los mineros de Real del Monte y Pachuca
realizaron su huelga, de la que de alguna manera salieron triunfantes, pese a
no existir ni leyes protectoras de los trabajadores, ni libertades de expresión
o reunión, ni mucho menos sindicatos.
Los oradores en el acto, celebrado ante
el busto de nuestro Guía Moral, Don Napoleón Gómez Sada, destacaron esa huelga
como la primera muestra de coraje y valor de los mineros mexicanos, cuyo
espíritu Los Mineros mexicanos de hoy seguimos reivindicando en nuestras luchas
por la dignidad, el respeto y la justicia, así como por la autonomía y libertad
sindical, y por los derechos obreros.
En el acto, celebrado a partir de las
11:00 horas, estuvo presente el compañero Napoleón Gómez Urrutia, nuestro
Secretario General, a quien los oradores mineros asistentes le reconocieron
plenamente su liderazgo en la lucha que durante más de 6 años hemos protagonizado
contra la perversa persecución política y judicial lanzada por los gobiernos
conservadores de Vicente Fox y de Felipe Calderón.
El mensaje del compañero Napoleón
Gómez Urrutia fue el siguiente:
Celebramos hoy el 246 aniversario de la
huelga de Real del Monte y Pachuca, la primera gran hazaña minera en la
historia de la lucha de clases de México. Cuando no había patria propia, pues
aquello no se llamaba México, sino Nueva España, y no existían las libertades, sino sólo la
represión a las personas. Los mineros mexicanos de entonces se atrevieron a
desafiar a su poderoso patrón, el Conde de Regla, o Pedro Romero de Terreros,
cuando éste pretendió apretar el yugo contra los que lo hacían rico a él y a la
monarquía española. Protagonizaron una verdadera huelga. Actuaron en protesta,
siempre unidos y decididos a no dejarse pisotear ni en sus personas ni en sus
derechos. Ese 15 de agosto de 1766
siempre estará inscrito en la memoria viva de los mineros mexicanos, como
gloriosa fecha de resistencia y lucha.
Totalmente heroica fue esta huelga, pues
entonces no había leyes protectoras del trabajo, ya que lo que había aquí era
sólo una total esclavitud; ni por tanto había nada parecido a un sindicato o
unión de trabajadores que los defendiera; mucho menos existía un gobierno que
al menos simulara estar a favor de los pobres; y tampoco la iglesia se ponía al
lado de los necesitados, sino que invariablemente estaba al lado de los ricos y
de los privilegiados. En un mundo así nadie podía siquiera pensar en protestar
o inconformarse, pues quien lo hacía era severa e inhumanamente castigado. El
castigo consistía en enrolar al ejército colonial a todo revoltoso, o mecerlo a
las mazmorras de las cárceles, o aplicarle la pena de muerte sin juicio alguno,
y lo que era peor, considerarlo hereje, apóstata o renegado de la religión,
cuya suerte era ser juzgado por el Tribunal del Santo Oficio, también llamado
Inquisición, y hasta ser incinerado vivo en sus quemaderos públicos.
Realizar una protesta era entonces un
acto temerario de locos desquiciados. A pesar de todo, los mineros de Real del
Monte y Pachuca no tuvieron miedo de enfrentar a todo el gobierno de la Nueva
España y a sus clérigos solapadores de la explotación del trabajo humano, y a
sus cárceles y torturas tanto físicas como espirituales. El orgullo de ser
mineros lo traemos desde entonces, compañeros, desde hace dos siglos y medio,
desde que un puñado de mineros se enfrentó a los poderes establecidos y de
alguna forma los venció. El orgullo de ser mineros de aquellos ancestros los
llevó a la protesta colectiva. Unidos lo hicieron por puro instinto, ya que
percibieron que la unión hace la fuerza.
Igual que lo dijimos hace un año en esta
fecha, los mineros de Real del Monte y Pachuca se lanzaron a la huelga sin
ninguna esperanza de triunfar, pero decididos a todo. La huelga estalló cuando
el Conde de Regla pretendió imponerles mayores cargas y jornadas de trabajo por
el mismo mísero salario. Mantenían él y sus capataces un mal trato permanente y
vejatorio sobre los trabajadores e incluso promovían el inhumano trabajo
infantil tanto en la mina como en las plantas de beneficio de la plata y el
oro. El aparato judicial y represivo de entonces intentó aplastarlos, pero nada
doblegó a los mineros. Como los trabajadores mineros no cedieron en sus
demandas de trato justo, se puso en peligro el abastecimiento de la plata y el
oro hacia el Rey de España. Sólo entonces el Conde de Regla se allanó a un
acuerdo con los mineros, que los volvió triunfantes.
Este fue un glorioso triunfo de nuestros
ancestros mineros. No fue una sublevación desordenada, sino una firme protesta
obrera, o sea, una huelga. Podemos decir que con esa huelga se inició el camino
histórico de la resistencia de la clase trabajadora ante los abusos de los
patrones, que ya en el Siglo 20 desembocó en la heroica Huelga de Cananea en
1906 y en la Revolución Mexicana de 1910. En Real del Monte y Pachuca se
aumentaron los salarios, o al menos no se les impusieron nuevas y mayores
cargas de trabajo por la misma paga o salario. Igualmente, se prohibió el
trabajo infantil en las minas. Al menos por un tiempo hubo estabilidad y paz
social en Nueva España a partir de entonces.
Compañeros y compañeras: Este ejemplo,
igual que otros que ha vivido el gremio minero trabajador, nos estimula hoy en
nuestra actual lucha por la justicia, la dignidad y el respeto, así como por la
autonomía y la libertad sindicales. Estos 6 años anteriores hemos estado
viviendo, resistiendo y combatiendo la perversa persecución política y judicial
de parte del poder conjunto de los gobiernos conservadores y pro empresariales
de Vicente Fox y de Felipe Calderón, y de los empresarios sin responsabilidad
ni conciencia social a los cuales aquellos gobernantes han obedecido
servilmente en sus afanes de avaricia y voracidad. Nada nos ha hecho bajar la
guardia ni nada nos hará doblar las manos en nuestra lucha de hoy, cuando ya
estamos al final de este duro periodo de resistencia. Hemos demostrado que
somos dignos herederos de nuestros ancestros de hace 246 años, y que el día de
hoy podemos seguir haciendo historia propia, y que lo lograremos.
Seguimos adelante y eso lo demuestra que
somos el único Sindicato que en México obtiene los incrementos de ingresos más
altos que los de ninguna organización de trabajadores, con aumentos del 14 al
17 % global, o sea, 3, 4 o 5 veces arriba del índice inflacionario. Somos un
Sindicato destinado a la victoria, compañeros y compañeras. Somos el mejor
sindicato de México y uno de los mejores del mundo entero, cosa que no han
dejado de apreciar nuestros hermanos de clase en el ámbito internacional,
cuando nos califican de “héroes del sindicalismo” por las incesantes luchas que
hemos librado en estos 6 años, que seguimos y seguiremos dando.
Mantenemos las tres huelgas heroicas en
Cananea, Sonora; Sombrerete, Zacatecas, y Taxco, Guerrero; tenemos conflictos
en la Sección 303 de Coahuila, donde los compañeros están por reingresar al
Sindicato Minero a pleno derecho, y en
la Sección 309 de Bermejillo, Durango, donde una empresa atrabiliaria se niega
a negociar pacíficamente y nos agrede. De todos esos problemas habremos de
salir triunfantes, que de eso no les quepa ninguna duda, ni a los compañeros
mineros ni a nuestros enemigos.
No obstante, se van quedando atrás los
difíciles momentos de la persecución política extrema. Nuestros perseguidores
ya no pueden mantener la misma agresión que hace 5 o 6 años. Saben que van a
ser derrotados por la unidad, la firmeza y la lealtad de los mineros a sus
principios y valores sindicales, y saben que la Razón, la Ley y la Justicia
están de nuestro lado.
Igualmente se van quedando en el
basurero de la historia aquellos que nos traicionaron y se pasaron, como
prostitutas del sindicalismo, al bando de nuestros enemigos. Estamos saliendo triunfantes
de esta dura pero gloriosa lucha, compañeros y compañeras. Los mineros de hace
246 años nos inspiran en nuestro esfuerzo actual. Los mineros de Real del Monte
de 1766 sembraron la semilla; nosotros seguimos dando esa lucha, defendiendo
con dignidad de clase nuestros principios y valores, con valentía, y sabiendo
que estamos a un paso del triunfo.
¡Hacia adelante siempre, compañeros y
compañeras!
¡Que viva nuestro Líder Moral, Don
Napoleón Gómez Sada!
¡Que viva nuestro máximo líder, el
compañero Napoleón Gómez Urrutia!
¡Que vivan los mineros de 1766 que no
tuvieron miedo de enfrentarse a los poderes represores de la época colonial!
¡Que vivan los mineros, metalúrgicos y
siderúrgicos de México, que protagonizan una gran lucha!
¡Que viva el histórico y glorioso
Sindicato Nacional de Mineros!