Es una bomba de tiempo que se deja al próximo gobierno, advierte
LA REFORMA, UN
PASO AL VACÍO Y A LA CRISIS SOCIAL: GÓMEZ URRUTIA
Pretenden que los empresarios decidan si se estalla una huelga, dice
Publicado en periódico La
Jornada
Miércoles 26 de septiembre de 2012, p. 7
Miércoles 26 de septiembre de 2012, p. 7
Carlos
Fernández-Vega
La presunta
reforma laboral que el Congreso pretende aprobar es una bomba de tiempo que se
le deja al próximo gobierno, a lo largo del cual estallaría con los nefastos
resultados implícitos, advierte Napoleón Gómez Urrutia, líder del sindicato
minero, en entrevista con La Jornada.
Considera que las
consecuencias para México “son graves en extremo y en pocos años vamos a estar
en una delicada crisis social de desempleo y en medio de una profunda crisis
política. No se trata de ser catastrofista, sino de reflexionar en lo que ya
hemos visto: nos quieren llevar a una situación peligrosa y a una ‘reforma’,
cuando los demás países ya vienen de regreso, precisamente por las graves
crisis sociales que han acumulado, producto de reformas similares”.
Los legisladores que avalan
este paso al vacío lo hacen por consigna; no analizan ni miden los efectos que
van a provocar, no sólo para la clase trabajadora, sino para el país, añade. Lo
que en realidad se requiere es un reforma patronal de fondo.
Gómez Urrutia subraya que
“en todo esto hay responsables: el Congreso, Felipe Calderón mismo, el Consejo
Coordinador Empresarial y sus abogados patronales, los sindicatos cómplices, charros
y corporativos, los medios de comunicación reaccionarios que apoyan todo esto
con campañas publicitarias.
Es muy delicado lo que está
pasando, y efectivamente dañará mucho más la imagen de México una dictadura
disfrazada donde se reprimen los derechos de los trabajadores, la libertad de
asociación, la autonomía sindical para favorecer intereses oscuros y
particulares. ¿Por qué nos quieren llevar por ese camino? Es indignante.
Gómez Urrutia advierte que
“el engaño y el cinismo son ya política de Estado. PRI y PAN han dicho que no
se trata de cambios constitucionales, pero lo que están haciendo con la Ley
Federal del Trabajo es reglamentar la forma en que tú puedas ejercer tus derechos
constitucionales; el de huelga, por ejemplo, lo reglamentan de tal forma que
prácticamente impiden ir a la huelga.
“En el exceso, pretenden que
sea el empresario quien decida si le estallan la huelga o no. Entonces,
reglamentan para impedir que se ejerzan los derechos constitucionales. Si esa
es la decisión, deberíamos fijarles salario por hora y contratos a prueba a
diputados, senadores, lobistas, empresarios, periodistas afines al
régimen, y al Presidente”.
En los hechos, dice el líder
minero, “se trata de una contrarreforma laboral. Si ahora, vigente la LFT,
hacen lo que se les pega la gana mandando porros a tomar instalaciones
y minas, amenazando a los trabajadores, imponiendo contratos de protección,
sindicatos blancos, evadiendo obligaciones legales y tantas otras cosas,
entonces, ¿qué no harán el día en que ya tengan la reforma laboral a su favor?”
El líder minero, Napoleón
Gómez UrrutiaFoto María Luisa Severiano /Archivo
Añade que el grado de
explotación va a llegar a tal nivel que este país será inhabitable. “¿Quieren
reforma laboral? Pues que se haga por consenso, con la participación de todos,
que se tome el tiempo suficiente para su análisis. Pero es impensable en los
términos y en las condiciones con las que pretenden imponerla.
Es una grave
irresponsabilidad que el Congreso no mida las consecuencias que esto va a
generar para los trabajadores y para México. ¿En manos de quiénes estamos?
Los promotores de la reforma
enfatizan que ésta permitirá transparentar los recursos sindicales, porque hay
muchos líderes corruptos. Ante esto, Gómez Urrutia revira: “Pues hay más
empresarios corruptos y nadie los toca: no pagan impuestos, no transparentan su
situación fiscal, nunca reportan utilidades, no invierten en seguridad, higiene
y prevención, y por sus negligencias criminales mueren trabajadores.
“Y eso es responsabilidad
del patrón. Está en la Constitución, en la LFT y en los contratos colectivos. La
verdad es que tiene la cola tan sucia la clase empresarial en México, avalada
por funcionarios serviles, que entonces dicen: ‘hay que hacer una reforma
laboral’. Pues no: hay que hacer una reforma patronal; queremos saber cuánto
pagan de impuestos, las utilidades generadas, porque al no reportarlas no sólo
transan al fisco, sino también a los trabajadores”.
Se le da mucha importancia a
la transparencia sindical, “pero nada dicen del mugrero en la clase
empresarial, protegida y apapachada por el gobierno. Y ahora quieren darle más:
una política y una ley laborales que favorecen un esclavismo disfrazado para
explotar la mano de obra como en campos de concentración, como lo hacen en las
empresas de Germán Larrea, Alonso Ancira y Alberto Bailleres.
“¿No se dan cuenta Calderón,
el Congreso, el PRI, de lo que quieren aprobar? Que hagan una reforma patronal
de fondo, que cambie la mentalidad de los patrones para que sean solidarios con
sus trabajadores y también con México. ¿Y ‘líderes’ obreros como Joaquín Gamboa
Pascoe, Víctor Flores y demás? Sólo se bajan los pantalones para mantener sus
prebendas.
Entonces, tenemos un futuro
inmediato muy delicado, lo que refleja el gran resentimiento que Calderón
mostró a lo largo de su sexenio en contra de los trabajadores. Él y su equipo,
y un ejemplo nítido es el totalmente perverso, entreguista y corrupto Javier
Lozano.