SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES MINEROS, METALÚRGICOS, SIDERÚRGICOS Y
SIMILARES DE LA
REPÚBLICA MEXICANA
--URGENTE, COMUNICADO DE PRENSA--
62/2012
Lunes
19 de noviembre de 2012
*Triunfa el Sindicato Nacional de Mineros en el recuento
sindical de la Sección 201, de San Martín Sombrerete, Zacatecas, en huelga
legal desde hace más de 5 años, por la titularidad del contrato colectivo.
*Ocurrió a pesar del despliegue de amenazas, recursos y compra
de votos de Grupo México de Germán Feliciano Larrea Mota Velasco.
*La votación fue 225 al Sindicato Minero; 204 a un membrete de
la CROC, y 3 anulados.
*Larrea utilizó a la CROC para agredir la heroica huelga
minera, con lo cual pretendía destruir el Contrato Colectivo de Trabajo, así como
despedir a los compañeros en huelga.
El Sindicato Nacional de Mineros que encabeza el
compañero Napoleón Gómez Urrutia como nuestro Secretario General, triunfó en el
recuento sindical por la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo,
realizado el viernes 16 de noviembre en la Sección 201 de San Martín
Sombrerete, Zacatecas, a pesar del aparatoso despliegue de amenazas, violencia,
trampas y compra de votos que realizó Germán Feliciano Larrea Mota Velasco, a
través de su empresa Industrial Minera México, filial del Grupo México.
De haber triunfado la opción creada por este empresario
carente de moral y de conciencia social, hubiera agredido con brutal ilegalidad
la heroica huelga que los mineros de Sombrerete realizan desde hace más de 5
años, destruido su Contrato Colectivo de Trabajo y despedido a los compañeros
en huelga de la Sección 201, y con ello asestarle un duro golpe a la autonomía
que por siempre ha defendido el Sindicato Nacional de Mineros.
El recuento resultó así: 225 votos a favor del Sindicato
Nacional de Mineros, sólo 204 a favor del sindicato que dice ser parte de la
CROC, Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos, y 3 votos anulados,
de un padrón de 530 trabajadores de la mina San Martín de la empresa Industrial
Minera México, filial del Grupo México de Larrea, ubicada a 167 kilómetros de
la capital de Zacatecas.
Este proceso se llevó a cabo en el Auditorio Municipal de
Sombrerete el viernes 16 de noviembre, de las 9:00 a las 18:00 horas, para
desahogar la demanda que entabló la CROC contra el Sindicato Minero,
presumiendo representar a la mayoría de los trabajadores de dicha mina, lo cual
era y se confirmó como falso en la votación.
Haber logrado este triunfo es de una gran importancia no sólo para los
auténticos trabajadores agrupados en el Sindicato Nacional de Mineros
encabezado por Napoleón Gómez Urrutia, sino para todos los trabajadores del
país, ya que se le ganó a Larrea, un patrón poderoso en dinero, influencias e
ilegalidades impunes, y exento de toda ética empresarial, y lo ejemplar del
caso es que este triunfo fue obtenido absolutamente dentro de la legalidad, que
dicho patrón pretendía pisotear una vez más en contra de los trabajadores.
La lucha de los mineros de Sombrerete agrupados en la
Sección 201 del Sindicato Minero se inició el 30 de julio de 2007, cuando
Germán Larrea en sus empresas mineras de Grupo México, entre ellas la trágica
de Pasta de Conchos, había lanzado una furiosa persecución política desde marzo
de 2006 contra Los Mineros y nuestro dirigente Gómez Urrutia. Con esa agresión
trataba de destruir al Sindicato democrático y autónomo, para crear un
sindicato subordinado al gusto de ese patrón, o sea, “blanco”, intentando
desconocer a los dirigentes de las secciones sindicales pertenecientes al
Sindicato Minero, como los de la 65 de Cananea, Sonora, y de la 17 de Taxco,
Guerrero, cuyos afiliados en la misma fecha también se fueron a la huelga y
siguen exigiendo a la empresa el cumplimiento del Contrato Colectivo de Trabajo
violado por la compañía y sobre todo el establecimiento de adecuadas medidas de
seguridad industrial y protección a la salud de los trabajadores.
Para realizar su pretensión de someter a la Sección 201
de Sombrerete, Larrea movió contingentes alquilados por su empresa en diversas
partes del país, supuestamente pertenecientes a la CROC, los cuales el 30 de
agosto de 2012, en número superior a 300 y en camionetas de la empresa,
invadieron con lujo de fuerza y despliegue de violencia las instalaciones de la
propia compañía, golpearon a los trabajadores en guardia de huelga, tomaron la
mina y desalojaron y persiguieron a los mineros huelguistas. Las autoridades
federales, estatales y municipales no hicieron absolutamente nada ante esos
hechos abiertamente delictivos, a pesar de que estuvieron enteradas. Los
golpeadores acudieron a esta invasión drogados o en estado de ebriedad, como lo
denunciaron la población local y los mineros agredidos ante esas autoridades
sin que estas movieran un solo dedo para impedir ni los desmanes ni el atraco.
En la misma fecha del 30 de
agosto de este año la CROC, contratada por Germán Larrea para actuar en su
representación, interpuso una demanda de titularidad del Contrato Colectivo de
Trabajo, para arrebatar a los mineros en plena huelga su contrato colectivo,
violando descaradamente la Ley Federal del Trabajo, la cual obliga a los
patrones a no realizar ningún acto que altere la huelga legalmente
desarrollada.
Si el membrete de sindicato de la CROC hubiera ganado el
recuento de votos del viernes 16 de noviembre, habría tenido la opción de
desistirse de la huelga y después la empresa despedir a los mineros que la
realizan. Así que el
resultado de este recuento mantiene en pie, más firme que nunca, la heroica
huelga de la Sección 201, de 5 años y 3 meses de duración.
Para el recuento del viernes 16, Grupo México se había
preparado. Desde el 30 de agosto hasta el 16 de noviembre mantuvo a sus
golpeadores alcoholizados y drogados dentro y fuera de la mina, realizando
agresiones y desmanes, habiendo sido claramente identificados como
completamente ajenos a la mina y no ser ni de Zacatecas, pues la CROC los
reclutó en distintas regiones del país, o sea sólo “acarreados” para este
inmoral propósito.
Anteriormente a estos acontecimientos, abusando de las
necesidades de los mineros de la Sección 201, Grupo México había iniciado un
proceso de liquidación de los mismos desde el inicio de la huelga, pero no tuvo
empacho en supuestamente recontratar a algunos de ellos mediante cohechos, sólo
para que votaran por la CROC en este recuento, con el objetivo de alcanzar los
310 votos que le eran necesarios para ganar la titularidad, incluyendo a 50
empleados de confianza y a 14 personas totalmente desconocidas.
Un día antes del recuento, el jueves 15, los delincuentes
invasores incendiaron en la madrugada dos carros de los dirigentes sindicales
locales y sólo una hora antes del recuento del viernes 16 volvieron a agredir a
los auténticos trabajadores. Paralelamente, la empresa usó y abusó de los
medios de comunicación locales y nacionales para desprestigiar al Sindicato
Nacional de Mineros y a nuestro líder Napoleón Gómez Urrutia.
A pesar de todas estas agresiones y trampas, los mineros triunfaron merced
a su dignidad, valentía y unidad en torno a sus principios, y la lealtad a su
sindicato y a nuestro dirigente Napoleón Gómez Urrutia.
Este recuento sindical, victorioso para el Sindicato Nacional de Mineros,
se da en un entorno de nuevas agresiones y atentados contra los derechos
fundamentales e intereses legítimos de los trabajadores mineros y, en general,
de los obreros de México, mediante la contrarreforma laboral impulsada por
Felipe Calderón cuando está a unos cuantos días de abandonar la Presidencia de
la República, el cual equivale a su regalo de prosternación de fin de sexenio a
los empresarios poderosos a los cuales sirvió obedientemente durante todo su
mandato sexenal, sobre todo en la alevosa persecución política contra Napoleón
Gómez Urrutia, el Sindicato Minero, sus trabajadores y sus familias.