SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES MINEROS, METALÚRGICOS Y SIMILARES DE LA REPÚBLICA MEXICANA
--BOLETÍN INFORMATIVO--
43/2008
Martes 24 de junio de 2008
*Sigue la cobarde persecución de Lozano Alarcón contra el Sindicato Minero
*Al negar la toma de nota, la STPS se pone fuera de la ley y de la Constitución de México y manipula retorcidamente la legalidad
*Con toma de nota o sin toma de nota, Napoleón Gómez Urrutia seguirá al frente del Organismo,
que es la decisión autónoma de los trabajadores
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social continúa la cobarde e ilegal persecución contra el Sindicato Nacional de Mineros y sus dirigentes, cuando con esta misma fecha anunció que no otorga la toma de nota al compañero Napoleón Gómez Urrutia como Secretario General, ni a su suplente, el compañero Mario García Ortiz, alegando razones falsamente jurídicas con las cuales la dependencia pretende suplantar la decisión autónoma, libre, legal y democrática de los trabajadores afiliados al S.N.T.M.M.S.R.M, asumida el 9 de mayo pasado en su XXXV Convención General Ordinaria, en el sentido de elegir a Gómez Urrutia al frente de la Organización.
En su decisión, mediante argucias retorcidamente legales, la STPS viola el derecho de los trabajadores agremiados al Sindicato Minero a elegir por sí mismos sin interferencia alguna, a sus dirigentes, y a la vez viola el Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo, el cual señala clara y contundentemente que “las autoridades públicas deberán abstenerse de toda intervención que tienda a limitar este derecho o a entorpecer su ejercicio legal”.
La STPS está entrometiéndose en asuntos que sólo competen a los trabajadores mineros, metalúrgicos y siderúrgicos afiliados a nuestro Organismo Sindical, y por lo tanto atenta contra la letra y el espíritu de los Estatutos del Sindicato y contra la letra y el espíritu de la Constitución General de la República y de la Ley Federal del Trabajo.
Con ello, el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, quien ya había anticipado tanto en público como en privado que no daría la toma de nota a la decisión de la XXXV Convención General Ordinaria de refrendar el liderazgo de Napoleón Gómez Urrutia, que ahora amplía con argumentos absurdos y deleznables a su suplente, Mario García Ortiz, confirma que está repudiando el Convenio 87 de la OIT, incurriendo con ello en un acto de flagrante desacato e ilegalidad internacional, sino también violando flagrantemente la Constitución de México, que en su Artículo 133 establece que todos los tratados internacionales que celebre el gobierno mexicano, también “serán Ley Suprema de toda la Nación”.
Al violar el Convenio 87 de la OIT, suscrito en 1950 por el gobierno mexicano, Lozano Alarcón viola la Constitución Mexicana, en un acto sin precedentes contra la legalidad y el estado de derecho que dice respetar y practicar. Y todavía se atreve a afirmar con irresponsable falta de vergüenza que en esta decisión se ha ajustado a la ley y al estado de derecho.
Habría que preguntarle al secretario Lozano Alarcón, por ejemplo, si actuó dentro del estado de derecho cuando manipuló los hechos derivados del descubrimiento de 205 millones de dólares, junto con el empresario chino Zhenli Yegon, en el sonado caso que en el 2007 causó escándalo nacional y mundial. Un funcionario que por sus hechos delictivos está fuera de la ley al no haber aclarado puntual y objetivamente su participación en ese turbio asunto, no tiene ninguna autoridad ni moral ni legal para dictaminar a quién le asisten la razón y el derecho en el mundo laboral mexicano. Está descalificado por su propia moral para dictar decisiones que abarcan los derechos y los intereses legítimos del gremio trabajador minero.
Junto con esta protesta, el Sindicato Nacional de Mineros realizará las acciones legales y políticas que correspondan, pero lo que es un hecho es que con toma de nota o sin toma de nota, los trabajadores mineros, metalúrgicos y siderúrgicos ya decidieron que su Dirigente Nacional es el compañero Napoleón Gómez Urrutia, quien habrá de seguir laborando como lo hace desde su exilio forzado, en defensa de los intereses de los trabajadores que legal, democrática y transparentemente le renovaron su dirigencia el 9 de mayo pasado. Y eso es ejercer con autenticidad la autonomía y libertad sindical, uno de los pilares de la existencia del movimiento organizado de los trabajadores mexicanos.
Por parte del Sistema Minero Nacional hay la convicción firme e indoblegable de que esta nueva agresión, asumida por el lado de una retorcida manipulación de los instrumentos legales, no debilitará la cohesión y lealtad del Sindicato, ni la legitimidad y legalidad de sus dirigentes y sus órganos de gobierno interno, por la razón profunda, ésta sí legal, de que exclusivamente los trabajadores somos quienes decidimos quiénes nos representan, y nadie más. Ni autoridad entrometida en asuntos propios de los trabajadores, ni empresa alguna interesada en destruir al Sindicato, tienen facultad alguna para interferir en la autonomía y la libertad sindical.
--BOLETÍN INFORMATIVO--
43/2008
Martes 24 de junio de 2008
*Sigue la cobarde persecución de Lozano Alarcón contra el Sindicato Minero
*Al negar la toma de nota, la STPS se pone fuera de la ley y de la Constitución de México y manipula retorcidamente la legalidad
*Con toma de nota o sin toma de nota, Napoleón Gómez Urrutia seguirá al frente del Organismo,
que es la decisión autónoma de los trabajadores
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social continúa la cobarde e ilegal persecución contra el Sindicato Nacional de Mineros y sus dirigentes, cuando con esta misma fecha anunció que no otorga la toma de nota al compañero Napoleón Gómez Urrutia como Secretario General, ni a su suplente, el compañero Mario García Ortiz, alegando razones falsamente jurídicas con las cuales la dependencia pretende suplantar la decisión autónoma, libre, legal y democrática de los trabajadores afiliados al S.N.T.M.M.S.R.M, asumida el 9 de mayo pasado en su XXXV Convención General Ordinaria, en el sentido de elegir a Gómez Urrutia al frente de la Organización.
En su decisión, mediante argucias retorcidamente legales, la STPS viola el derecho de los trabajadores agremiados al Sindicato Minero a elegir por sí mismos sin interferencia alguna, a sus dirigentes, y a la vez viola el Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo, el cual señala clara y contundentemente que “las autoridades públicas deberán abstenerse de toda intervención que tienda a limitar este derecho o a entorpecer su ejercicio legal”.
La STPS está entrometiéndose en asuntos que sólo competen a los trabajadores mineros, metalúrgicos y siderúrgicos afiliados a nuestro Organismo Sindical, y por lo tanto atenta contra la letra y el espíritu de los Estatutos del Sindicato y contra la letra y el espíritu de la Constitución General de la República y de la Ley Federal del Trabajo.
Con ello, el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, quien ya había anticipado tanto en público como en privado que no daría la toma de nota a la decisión de la XXXV Convención General Ordinaria de refrendar el liderazgo de Napoleón Gómez Urrutia, que ahora amplía con argumentos absurdos y deleznables a su suplente, Mario García Ortiz, confirma que está repudiando el Convenio 87 de la OIT, incurriendo con ello en un acto de flagrante desacato e ilegalidad internacional, sino también violando flagrantemente la Constitución de México, que en su Artículo 133 establece que todos los tratados internacionales que celebre el gobierno mexicano, también “serán Ley Suprema de toda la Nación”.
Al violar el Convenio 87 de la OIT, suscrito en 1950 por el gobierno mexicano, Lozano Alarcón viola la Constitución Mexicana, en un acto sin precedentes contra la legalidad y el estado de derecho que dice respetar y practicar. Y todavía se atreve a afirmar con irresponsable falta de vergüenza que en esta decisión se ha ajustado a la ley y al estado de derecho.
Habría que preguntarle al secretario Lozano Alarcón, por ejemplo, si actuó dentro del estado de derecho cuando manipuló los hechos derivados del descubrimiento de 205 millones de dólares, junto con el empresario chino Zhenli Yegon, en el sonado caso que en el 2007 causó escándalo nacional y mundial. Un funcionario que por sus hechos delictivos está fuera de la ley al no haber aclarado puntual y objetivamente su participación en ese turbio asunto, no tiene ninguna autoridad ni moral ni legal para dictaminar a quién le asisten la razón y el derecho en el mundo laboral mexicano. Está descalificado por su propia moral para dictar decisiones que abarcan los derechos y los intereses legítimos del gremio trabajador minero.
Junto con esta protesta, el Sindicato Nacional de Mineros realizará las acciones legales y políticas que correspondan, pero lo que es un hecho es que con toma de nota o sin toma de nota, los trabajadores mineros, metalúrgicos y siderúrgicos ya decidieron que su Dirigente Nacional es el compañero Napoleón Gómez Urrutia, quien habrá de seguir laborando como lo hace desde su exilio forzado, en defensa de los intereses de los trabajadores que legal, democrática y transparentemente le renovaron su dirigencia el 9 de mayo pasado. Y eso es ejercer con autenticidad la autonomía y libertad sindical, uno de los pilares de la existencia del movimiento organizado de los trabajadores mexicanos.
Por parte del Sistema Minero Nacional hay la convicción firme e indoblegable de que esta nueva agresión, asumida por el lado de una retorcida manipulación de los instrumentos legales, no debilitará la cohesión y lealtad del Sindicato, ni la legitimidad y legalidad de sus dirigentes y sus órganos de gobierno interno, por la razón profunda, ésta sí legal, de que exclusivamente los trabajadores somos quienes decidimos quiénes nos representan, y nadie más. Ni autoridad entrometida en asuntos propios de los trabajadores, ni empresa alguna interesada en destruir al Sindicato, tienen facultad alguna para interferir en la autonomía y la libertad sindical.
