SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES MINEROS, METALÚRGICOS, SIDERÚRGICOS Y SIMILARES DE LA REPÚBICA MEXICANA
--BOLETÍN INFORMATIVO--
54/2009
Jueves 11 de junio de 2009
*Una vez más el gremio trabajador minero está de luto, por la muerte del compañero Juventino Flores Salas, en Fresnillo, Zacatecas.
*Las autoridades locales y nacionales deben investigar y castigar a los culpables de la violencia en la Sección 62 de esa localidad.
*La causa del deceso, golpizas en la base del cráneo; politraumatismos en otros 4 heridos.
*Inadmisibles los argumentos de la violencia desatada, del traidor Pavón y David Navarro.
El gremio trabajador minero nacional una vez más está de luto. Como resultado de los golpes recibidos en los actos de violencia de Fresnillo, Zacatecas, organizados ayer miércoles 10 por el traidor Carlos Pavón Campos, falleció en el hospital local del Seguro Social el compañero Juventino Flores Salas, quien pertenecía a la Sección 201 de Sombrerete, Zacatecas, sitio de trabajo que está en huelga ya por más de 22 meses, igual que las Secciones 17 de Taxco, Guerrero, y 65 de Cananea, Sonora, y quien ante el llamado del Sindicato Nacional de Mineros había acudido a prestar su solidaridad pacífica a los compañeros de la Sección 62 que están aterrorizados por las bandas de porros organizadas por el mencionado traidor Carlos Pavón Campos, en sus inútiles intentos de fracturar al Organismo Sindical.
Informó el compañero Javier Zúñiga García, Secretario de Trabajo del Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Minero, que fue en horas de la noche de ayer mismo, miércoles 10, cuando ocurrió el lamentable deceso del compañero Juventino Flores Salas. Otros 4 compañeros están en grave estado de salud también por las golpizas recibidas (politraumatismos en las respectivas cabezas, dice el parte médico) de parte de la turba de porros y gángsters organizada por Pavón, el “nuevo sope”. Fueron severos golpes en la base del cráneo los que provocaron esta muerte, en la que se resume la venganza, la saña y la sed de sangre que anima al “nuevo sope” Pavón Campos, quien ha resultado igual de traidor a sus ex hermanos de clase y tan sádico como el “primer sope” Elías Morales Hernández.
Declaró el compañero Javier Zúñiga que el Sindicato Nacional de Mineros no va a descansar hasta que se haga justicia en este alevoso crimen y se castigue a los autores materiales e intelectuales del mismo, lo mismo que ha mantenido durante años su demanda de castigo contra el “primer sope” Elías Morales, quien ha pretendido destruir al Sindicato Minero, a cuentas de su traición de haberse entregado a Grupo México de Germán Feliciano Larrea Mota Velasco, con la complicidad del secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, “el porro mayor del sexenio”, hasta hoy impunes de los múltiples actos delitos cometidos no sólo en el sector minero. Donde el “sope” incluso ha permitido que las empresas contraten asesinos a sueldo para agredir a trabajadores mineros.
Pero el Sindicato tampoco descansará, añadió, hasta que se castigue a quienes, como en Pasta de Conchos, siguen impunes de las 65 muertes de mineros a más de tres años de ocurrido ese homicidio industrial. O a los asesinos a sueldo del Grupo México que con disparos en la cabeza ejecutaron al compañero Reynaldo Hernández González, en Nacozari, Sonora, en agosto de 2007. O a los responsables directos e indirectos de la represión ejecutada el 20 de abril de 2006 contra nuestros compañeros de Lázaro Cárdenas, Michoacán, en que perdieron la vida dos compañeros y resultaron heridos de gravedad otros más de cien trabajadores.
Exige el Sindicato Minero, apuntó Zúñiga García, que las autoridades locales de Zacatecas y las federales, se aboquen de inmediato a investigar y encontrar a los culpables de este asesinato, cuya pista está en las acciones que realizó Pavón Campos para realizar la agresión contra los mineros que acudieron pacíficamente a dialogar con sus compañeros de Fresnillo el miércoles 10, ninguno de los cuales iba armado, así como en las acciones violentas que a su vez realizó David Navarro Rodríguez, sedicente líder minero de la Sección 62, quien no se tienta el corazón para ultrajar el puesto que ostenta con estas agresiones de porros y gángsters contra hermanos de clase y compañeros de gremio.
No debe ser desechada ninguna pista en la averiguación de este nuevo atentado contra mineros, como es el caso de la empresa Minera Peñoles, SA de CV, agregó el compañero Zúñiga García, ni ninguna otra, y tampoco debe ser desechada la implicación que de seguro tuvieron la empresa Grupo México de Germán Feliciano Larrea Mota Velasco y el actual secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón.
Una vez más se enluta el gremio trabajador minero, metalúrgico y siderúrgico mexicano. Los compañeros de las Secciones 201 de Sombrerete, Zacatecas; 271 de Lázaro Cárdenas, Michoacán, y 120 de Santiago Papasquiaro, Durango, que acudieron a Fresnillo lo hicieron movidos por el espíritu de solidaridad con sus compañeros cuando están en conflicto o son agredidos, bajo la idea de que una agresión a un minero es una agresión a todos los demás, sin excepciones. Por lo tanto, es absolutamente falsa y vulgar la versión del “nuevo sope” Pavón Campos de que el Comité Ejecutivo Nacional haya pretendido imponer huelgas a las empresas o a los trabajadores de Fresnillo o de cualquier otra Sección Sindical, como el “nuevo sope” ahora anda diciendo, señaló Zúñiga García.
Esa es una vulgar versión que maneja Pavón Campos, con la que pretende justificar su traición y su supuesta defensa de la fuente de empleo, que Grupo México de Germán Feliciano Larrea Mota Velasco, Altos Hornos de México de Alonso Ancira Elizondo y el secretario del Trabajo Lozano, han utilizado para agredir a los trabajadores mineros y negar su pleno derecho a la contratación colectiva. La prueba de esto, dijo Zúñiga García, es que en más de 40 exitosas revisiones contractuales y de salarios que el Sindicato y sus Secciones han gestionado en 2009, con otras tantas empresas, en ninguno de los casos las empresas han externado ninguna queja o denuncia al respecto, sino que se han avenido a arreglos que las benefician a ellas y a los trabajadores.
El Sindicato Minero, agregó, se mantiene cada vez más unido con sus dirigentes, encabezados por el compañero Napoleón Gómez Urrutia, quien pese a la dificultad de estar a miles de kilómetros de distancia, mantiene cotidiana y constante comunicación con las Secciones y los dirigentes tanto locales como nacionales, así como con las bases trabajadoras. Estos acontecimientos de Fresnillo sólo ponen en evidencia la saña y deseo de sangre de Pavón Campos, que a falta de ideas y razones, y lleno de resentimientos por sus complejos y su incapacidad personal, impone la violencia contra los propios mineros a quienes dice hipócritamente defender.
Mientras tanto, concluyó Javier Zúñiga García, el Sindicato Nacional de Mineros se mantiene en alerta de nuevos acontecimientos en Fresnillo, Zacatecas, y vuelve a exhortar a los compañeros de la Sección 62 que no se dejen confundir, y a los que hayan sido sorprendidos en su buena fe, que retornen al verdadero sindicalismo minero, que no es de violencias ni tapadera de ningún interés personal o político de nadie, sino de diálogo y defensa de los intereses y el bienestar de los trabajadores y sus familias.
--BOLETÍN INFORMATIVO--
54/2009
Jueves 11 de junio de 2009
*Una vez más el gremio trabajador minero está de luto, por la muerte del compañero Juventino Flores Salas, en Fresnillo, Zacatecas.
*Las autoridades locales y nacionales deben investigar y castigar a los culpables de la violencia en la Sección 62 de esa localidad.
*La causa del deceso, golpizas en la base del cráneo; politraumatismos en otros 4 heridos.
*Inadmisibles los argumentos de la violencia desatada, del traidor Pavón y David Navarro.
El gremio trabajador minero nacional una vez más está de luto. Como resultado de los golpes recibidos en los actos de violencia de Fresnillo, Zacatecas, organizados ayer miércoles 10 por el traidor Carlos Pavón Campos, falleció en el hospital local del Seguro Social el compañero Juventino Flores Salas, quien pertenecía a la Sección 201 de Sombrerete, Zacatecas, sitio de trabajo que está en huelga ya por más de 22 meses, igual que las Secciones 17 de Taxco, Guerrero, y 65 de Cananea, Sonora, y quien ante el llamado del Sindicato Nacional de Mineros había acudido a prestar su solidaridad pacífica a los compañeros de la Sección 62 que están aterrorizados por las bandas de porros organizadas por el mencionado traidor Carlos Pavón Campos, en sus inútiles intentos de fracturar al Organismo Sindical.
Informó el compañero Javier Zúñiga García, Secretario de Trabajo del Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Minero, que fue en horas de la noche de ayer mismo, miércoles 10, cuando ocurrió el lamentable deceso del compañero Juventino Flores Salas. Otros 4 compañeros están en grave estado de salud también por las golpizas recibidas (politraumatismos en las respectivas cabezas, dice el parte médico) de parte de la turba de porros y gángsters organizada por Pavón, el “nuevo sope”. Fueron severos golpes en la base del cráneo los que provocaron esta muerte, en la que se resume la venganza, la saña y la sed de sangre que anima al “nuevo sope” Pavón Campos, quien ha resultado igual de traidor a sus ex hermanos de clase y tan sádico como el “primer sope” Elías Morales Hernández.
Declaró el compañero Javier Zúñiga que el Sindicato Nacional de Mineros no va a descansar hasta que se haga justicia en este alevoso crimen y se castigue a los autores materiales e intelectuales del mismo, lo mismo que ha mantenido durante años su demanda de castigo contra el “primer sope” Elías Morales, quien ha pretendido destruir al Sindicato Minero, a cuentas de su traición de haberse entregado a Grupo México de Germán Feliciano Larrea Mota Velasco, con la complicidad del secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, “el porro mayor del sexenio”, hasta hoy impunes de los múltiples actos delitos cometidos no sólo en el sector minero. Donde el “sope” incluso ha permitido que las empresas contraten asesinos a sueldo para agredir a trabajadores mineros.
Pero el Sindicato tampoco descansará, añadió, hasta que se castigue a quienes, como en Pasta de Conchos, siguen impunes de las 65 muertes de mineros a más de tres años de ocurrido ese homicidio industrial. O a los asesinos a sueldo del Grupo México que con disparos en la cabeza ejecutaron al compañero Reynaldo Hernández González, en Nacozari, Sonora, en agosto de 2007. O a los responsables directos e indirectos de la represión ejecutada el 20 de abril de 2006 contra nuestros compañeros de Lázaro Cárdenas, Michoacán, en que perdieron la vida dos compañeros y resultaron heridos de gravedad otros más de cien trabajadores.
Exige el Sindicato Minero, apuntó Zúñiga García, que las autoridades locales de Zacatecas y las federales, se aboquen de inmediato a investigar y encontrar a los culpables de este asesinato, cuya pista está en las acciones que realizó Pavón Campos para realizar la agresión contra los mineros que acudieron pacíficamente a dialogar con sus compañeros de Fresnillo el miércoles 10, ninguno de los cuales iba armado, así como en las acciones violentas que a su vez realizó David Navarro Rodríguez, sedicente líder minero de la Sección 62, quien no se tienta el corazón para ultrajar el puesto que ostenta con estas agresiones de porros y gángsters contra hermanos de clase y compañeros de gremio.
No debe ser desechada ninguna pista en la averiguación de este nuevo atentado contra mineros, como es el caso de la empresa Minera Peñoles, SA de CV, agregó el compañero Zúñiga García, ni ninguna otra, y tampoco debe ser desechada la implicación que de seguro tuvieron la empresa Grupo México de Germán Feliciano Larrea Mota Velasco y el actual secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón.
Una vez más se enluta el gremio trabajador minero, metalúrgico y siderúrgico mexicano. Los compañeros de las Secciones 201 de Sombrerete, Zacatecas; 271 de Lázaro Cárdenas, Michoacán, y 120 de Santiago Papasquiaro, Durango, que acudieron a Fresnillo lo hicieron movidos por el espíritu de solidaridad con sus compañeros cuando están en conflicto o son agredidos, bajo la idea de que una agresión a un minero es una agresión a todos los demás, sin excepciones. Por lo tanto, es absolutamente falsa y vulgar la versión del “nuevo sope” Pavón Campos de que el Comité Ejecutivo Nacional haya pretendido imponer huelgas a las empresas o a los trabajadores de Fresnillo o de cualquier otra Sección Sindical, como el “nuevo sope” ahora anda diciendo, señaló Zúñiga García.
Esa es una vulgar versión que maneja Pavón Campos, con la que pretende justificar su traición y su supuesta defensa de la fuente de empleo, que Grupo México de Germán Feliciano Larrea Mota Velasco, Altos Hornos de México de Alonso Ancira Elizondo y el secretario del Trabajo Lozano, han utilizado para agredir a los trabajadores mineros y negar su pleno derecho a la contratación colectiva. La prueba de esto, dijo Zúñiga García, es que en más de 40 exitosas revisiones contractuales y de salarios que el Sindicato y sus Secciones han gestionado en 2009, con otras tantas empresas, en ninguno de los casos las empresas han externado ninguna queja o denuncia al respecto, sino que se han avenido a arreglos que las benefician a ellas y a los trabajadores.
El Sindicato Minero, agregó, se mantiene cada vez más unido con sus dirigentes, encabezados por el compañero Napoleón Gómez Urrutia, quien pese a la dificultad de estar a miles de kilómetros de distancia, mantiene cotidiana y constante comunicación con las Secciones y los dirigentes tanto locales como nacionales, así como con las bases trabajadoras. Estos acontecimientos de Fresnillo sólo ponen en evidencia la saña y deseo de sangre de Pavón Campos, que a falta de ideas y razones, y lleno de resentimientos por sus complejos y su incapacidad personal, impone la violencia contra los propios mineros a quienes dice hipócritamente defender.
Mientras tanto, concluyó Javier Zúñiga García, el Sindicato Nacional de Mineros se mantiene en alerta de nuevos acontecimientos en Fresnillo, Zacatecas, y vuelve a exhortar a los compañeros de la Sección 62 que no se dejen confundir, y a los que hayan sido sorprendidos en su buena fe, que retornen al verdadero sindicalismo minero, que no es de violencias ni tapadera de ningún interés personal o político de nadie, sino de diálogo y defensa de los intereses y el bienestar de los trabajadores y sus familias.