Mensaje del compañero Napoleón Gómez Urrutia, Secretario General del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana, a las Organizaciones Sindicales hermanas que participan en la marcha en defensa de la autonomía y la libertad sindical del Sindicato Mexicano de Electricistas. Jueves 15 de octubre de 2009.
Compañeros y compañeras de los Sindicatos Democráticos e Independientes de México:
La perversa agresión del actual gobierno federal contra el sindicalismo democrático e independiente de México, se manifiesta hoy con su mayor crudeza en el atentado que está sufriendo el Sindicato Mexicano de Electricistas, de larguísima trayectoria de justas luchas en nuestro país.
Esta agresión coincide con la que nuestro glorioso Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana, que me honro en dirigir con la voluntad unánime y democrática de nuestros agremiados, ha venido sufriendo hace más de tres años, de parte de autoridades laborales y del ministerio público, así como de algunas empresas arrogantes que pretenden, por igual, acabar con el sindicalismo mexicano en general, que hoy se materializa en la agresión sufrida por los hermanos trabajadores electricistas.
Este gobierno no ha sido capaz de entender que ese no es el camino para resolver los problemas del mundo laboral, sino que por esa vía los complican y los vuelven insolubles. Con argumentos falaces, en los que prevalece la pretensión de entrometerse ilegal y anticonstitucionalmente en la vida interna de las agrupaciones de trabajadores, las autoridades de la Secretaría del Trabajo y de Gobernación están lanzados a una lucha frontal contra los sindicatos democráticos e independientes. En este gobierno prevalece una furiosa y demencial agresividad contra los trabajadores de México, sus organizaciones sindicales y sus dirigentes.
Al compañero Martín Esparza Flores, Secretario General del Sindicato Mexicano de Electricistas, y a sus más de 50 mil agremiados reiteramos con toda energía nuestra total solidaridad con su lucha, y declaramos que contarán con nosotros en la primera fila de su empeño por defender la autonomía y la libertad sindical, pues es la misma lucha que nosotros tenemos emprendida hace tres años para defender a nuestro glorioso Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos.
El martes 6 de octubre externamos públicamente que, de la misma manera que los compañeros electricistas, lo mismo que otras organizaciones sindicales hermanas, han expresado su solidaridad inequívoca a la lucha que estamos librando por nuestra autonomía y libertad sindical, hoy reiteramos que el Sindicato Nacional de Mineros les expresa con absoluta claridad y vigor nuestra absoluta oposición a la pretensión del gobierno actual de destruir al Sindicato Mexicano de Electricistas, y nos solidarizamos con su lucha. Esto es la solidaridad de clase entre trabajadores y organizaciones sindicales.
Hace unos días, el 10 de octubre, en Monterrey, Nuevo León, lanzamos un vigoroso llamado a mantener la lucha por la autonomía y libertad sindical minera, metalúrgica y siderúrgica, así como la del sindicalismo mexicano en general, y a no cejar en esa lucha.
En esa misma ocasión, preguntamos cómo es posible que se cometan estos abusos de poder cuando a los gobernantes actuales se les está cayendo el país a pedazos, cuando la inseguridad ha crecido como nunca en México, cuando el desempleo se ha incrementado a niveles que tampoco habíamos visto y cuando la caída de la economía ha sido tan brutal. También planteamos que ya es el tiempo de que entiendan en el gobierno y en las empresas que hay que corregir el rumbo que han seguido, que deben corregir todos los errores que han cometido. Dijimos ese día: No pueden continuar con esa política de represión, ni contra los mineros, metalúrgicos y siderúrgicos, ni contra los compañeros electricistas, ni contra los compañeros sobrecargos de aviación, ni contra los compañeros médicos o maestros ni contra ninguna organización sindical.
Ese es el camino del despeñadero social, de la ruptura de las formas de convivencia social civilizada que con muchos esfuerzos hemos construido los trabajadores mexicanos. Ese es el camino de la ruptura del Pacto Social que tan precariamente se sostiene. ¡Cómo es posible que en el gobierno persistan con esa obstinación enfermiza en querer destruirnos a nosotros, organización con 75 años de lucha responsable por el bienestar de nuestros agremiados y sus familias, y ahora a otras organizaciones! Ese es un error absurdo, dijimos también, que la vida política se los va a cobrar.
Hace tres años, cuando comenzaba el conflicto minero, lanzamos la voz de alerta sobre la embestida gubernamental y patronal contra los sindicatos, que hoy se está acentuando con la agresión a los trabajadores electricistas que luchan por elegir libremente a sus dirigentes, sin interferencias gubernamentales, en uso legal y legítimo de su autonomía y libertad sindical. Constatamos que hoy en el gobierno y en algunos sectores privilegiados minoritarios, prevalece un fanatismo anti sindical, una cerrazón y una ignorancia, una arrogancia y una prepotencia que no habíamos visto en México, contra los trabajadores y sus dirigentes.
Pero se han equivocado y se seguirán equivocando, de persistir en esa cerrazón absurda.
Ante todos estos graves hechos, el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana que me honro en dirigir, me permito proponer a todas las organizaciones sindicales y sociales presentes en esta gran marcha de la solidaridad y a sus dirigentes, a todos los mexicanos conscientes, a todos los sectores sociales, crear un Frente Nacional de Sindicatos Independientes y Democráticos, que sea el inicio de un nuevo sindicalismo en nuestro país.
De aprobarlo Ustedes, compañeros y compañeras, este Frente Nacional deberá tener como objetivos centrales defender la autonomía y la libertad sindical y los derechos de los trabajadores; de velar porque no se entrometan ni el gobierno ni las empresas en los asuntos que son propios y exclusivos de las organizaciones obreras y de los trabajadores del campo y de la ciudad; de promover el fortalecimiento democrático de los Sindicatos y de aumentar la membresía de los mismos, así como el constante mejoramiento de las condiciones de vida de los agremiados.
No somos ajenos a la complejidad de esta tarea, pero el pueblo organizado puede más que todos sus enemigos, sean del gobierno o de las empresas poderosas y abusivas, conforme se lo proponga. Démosle a la vida sindical, compañeros y compañeras, su sentido social emancipador y solidario que tuvieron en su origen los Sindicatos mexicanos. Dejemos atrás la postración y el desánimo en que a veces caen los Sindicatos y sus agremiados. Trabajemos por un México de trabajadores dignos y combativos, enemigos de toda injusticia, ya que digna y justa es nuestra tarea de contribuir al bienestar social con nuestro trabajo, nuestro esfuerzo y nuestro sacrificio.
¡Compañeros y compañeras electricistas, estamos con Ustedes, hasta la victoria!
¡Compañeros y compañeras de las organizaciones sindicales y sociales aquí presentes, cuéntennos entre sus filas, hasta la victoria¡
¡Que viva el Sindicato Mexicano de Electricistas!
¡Que viva el Sindicato Nacional de Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos!
¡Que viva la clase trabajadora mexicana y sus organizaciones gremiales y sindicales!
¡Que viva México!
Compañeros y compañeras de los Sindicatos Democráticos e Independientes de México:
La perversa agresión del actual gobierno federal contra el sindicalismo democrático e independiente de México, se manifiesta hoy con su mayor crudeza en el atentado que está sufriendo el Sindicato Mexicano de Electricistas, de larguísima trayectoria de justas luchas en nuestro país.
Esta agresión coincide con la que nuestro glorioso Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana, que me honro en dirigir con la voluntad unánime y democrática de nuestros agremiados, ha venido sufriendo hace más de tres años, de parte de autoridades laborales y del ministerio público, así como de algunas empresas arrogantes que pretenden, por igual, acabar con el sindicalismo mexicano en general, que hoy se materializa en la agresión sufrida por los hermanos trabajadores electricistas.
Este gobierno no ha sido capaz de entender que ese no es el camino para resolver los problemas del mundo laboral, sino que por esa vía los complican y los vuelven insolubles. Con argumentos falaces, en los que prevalece la pretensión de entrometerse ilegal y anticonstitucionalmente en la vida interna de las agrupaciones de trabajadores, las autoridades de la Secretaría del Trabajo y de Gobernación están lanzados a una lucha frontal contra los sindicatos democráticos e independientes. En este gobierno prevalece una furiosa y demencial agresividad contra los trabajadores de México, sus organizaciones sindicales y sus dirigentes.
Al compañero Martín Esparza Flores, Secretario General del Sindicato Mexicano de Electricistas, y a sus más de 50 mil agremiados reiteramos con toda energía nuestra total solidaridad con su lucha, y declaramos que contarán con nosotros en la primera fila de su empeño por defender la autonomía y la libertad sindical, pues es la misma lucha que nosotros tenemos emprendida hace tres años para defender a nuestro glorioso Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos.
El martes 6 de octubre externamos públicamente que, de la misma manera que los compañeros electricistas, lo mismo que otras organizaciones sindicales hermanas, han expresado su solidaridad inequívoca a la lucha que estamos librando por nuestra autonomía y libertad sindical, hoy reiteramos que el Sindicato Nacional de Mineros les expresa con absoluta claridad y vigor nuestra absoluta oposición a la pretensión del gobierno actual de destruir al Sindicato Mexicano de Electricistas, y nos solidarizamos con su lucha. Esto es la solidaridad de clase entre trabajadores y organizaciones sindicales.
Hace unos días, el 10 de octubre, en Monterrey, Nuevo León, lanzamos un vigoroso llamado a mantener la lucha por la autonomía y libertad sindical minera, metalúrgica y siderúrgica, así como la del sindicalismo mexicano en general, y a no cejar en esa lucha.
En esa misma ocasión, preguntamos cómo es posible que se cometan estos abusos de poder cuando a los gobernantes actuales se les está cayendo el país a pedazos, cuando la inseguridad ha crecido como nunca en México, cuando el desempleo se ha incrementado a niveles que tampoco habíamos visto y cuando la caída de la economía ha sido tan brutal. También planteamos que ya es el tiempo de que entiendan en el gobierno y en las empresas que hay que corregir el rumbo que han seguido, que deben corregir todos los errores que han cometido. Dijimos ese día: No pueden continuar con esa política de represión, ni contra los mineros, metalúrgicos y siderúrgicos, ni contra los compañeros electricistas, ni contra los compañeros sobrecargos de aviación, ni contra los compañeros médicos o maestros ni contra ninguna organización sindical.
Ese es el camino del despeñadero social, de la ruptura de las formas de convivencia social civilizada que con muchos esfuerzos hemos construido los trabajadores mexicanos. Ese es el camino de la ruptura del Pacto Social que tan precariamente se sostiene. ¡Cómo es posible que en el gobierno persistan con esa obstinación enfermiza en querer destruirnos a nosotros, organización con 75 años de lucha responsable por el bienestar de nuestros agremiados y sus familias, y ahora a otras organizaciones! Ese es un error absurdo, dijimos también, que la vida política se los va a cobrar.
Hace tres años, cuando comenzaba el conflicto minero, lanzamos la voz de alerta sobre la embestida gubernamental y patronal contra los sindicatos, que hoy se está acentuando con la agresión a los trabajadores electricistas que luchan por elegir libremente a sus dirigentes, sin interferencias gubernamentales, en uso legal y legítimo de su autonomía y libertad sindical. Constatamos que hoy en el gobierno y en algunos sectores privilegiados minoritarios, prevalece un fanatismo anti sindical, una cerrazón y una ignorancia, una arrogancia y una prepotencia que no habíamos visto en México, contra los trabajadores y sus dirigentes.
Pero se han equivocado y se seguirán equivocando, de persistir en esa cerrazón absurda.
Ante todos estos graves hechos, el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana que me honro en dirigir, me permito proponer a todas las organizaciones sindicales y sociales presentes en esta gran marcha de la solidaridad y a sus dirigentes, a todos los mexicanos conscientes, a todos los sectores sociales, crear un Frente Nacional de Sindicatos Independientes y Democráticos, que sea el inicio de un nuevo sindicalismo en nuestro país.
De aprobarlo Ustedes, compañeros y compañeras, este Frente Nacional deberá tener como objetivos centrales defender la autonomía y la libertad sindical y los derechos de los trabajadores; de velar porque no se entrometan ni el gobierno ni las empresas en los asuntos que son propios y exclusivos de las organizaciones obreras y de los trabajadores del campo y de la ciudad; de promover el fortalecimiento democrático de los Sindicatos y de aumentar la membresía de los mismos, así como el constante mejoramiento de las condiciones de vida de los agremiados.
No somos ajenos a la complejidad de esta tarea, pero el pueblo organizado puede más que todos sus enemigos, sean del gobierno o de las empresas poderosas y abusivas, conforme se lo proponga. Démosle a la vida sindical, compañeros y compañeras, su sentido social emancipador y solidario que tuvieron en su origen los Sindicatos mexicanos. Dejemos atrás la postración y el desánimo en que a veces caen los Sindicatos y sus agremiados. Trabajemos por un México de trabajadores dignos y combativos, enemigos de toda injusticia, ya que digna y justa es nuestra tarea de contribuir al bienestar social con nuestro trabajo, nuestro esfuerzo y nuestro sacrificio.
¡Compañeros y compañeras electricistas, estamos con Ustedes, hasta la victoria!
¡Compañeros y compañeras de las organizaciones sindicales y sociales aquí presentes, cuéntennos entre sus filas, hasta la victoria¡
¡Que viva el Sindicato Mexicano de Electricistas!
¡Que viva el Sindicato Nacional de Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos!
¡Que viva la clase trabajadora mexicana y sus organizaciones gremiales y sindicales!
¡Que viva México!