SINDICATO
NACIONAL DE TRABAJADORES MINEROS, METALÚRGICOS, SIDERÚRGICOS Y SIMILARES DE LA REPÚBLICA
MEXICANA
--BOLETÍN
INFORMATIVO--
60/2012
Miércoles 31 de octubre de
2012
*El
Sindicato Minero refrenda su rechazo a la reforma laboral de Felipe Calderón y
del PAN.
*Nos
oponemos a las modificaciones que vulneran derechos y garantías de la clase
trabajadora mexicana, así como a los atentados contra la autonomía de las
organizaciones sindicales.
*El
Sindicato Nacional de Mineros practica desde hace más de 78 años la Transparencia
y la rendición de cuentas democráticas tanto en el manejo de los recursos
económicos, como en la revisión de los Contratos Colectivos de Trabajo.
*Nuestra
vigorosa democracia interna explica por qué el Sindicato Minero ha resistido
durante más de 6 años la perversa persecución política y laboral.
Ante
las múltiples voces y opiniones de los diversos sectores implicados, el
Sindicato Nacional de Mineros reitera su posición en contra de la reforma
laboral iniciada por el presidente Felipe Calderón Hinojosa y señala que se
opone a todos los retrocesos que en perjuicio de la clase trabajadora contiene
esa propuesta, que lesionan sus intereses legítimos y que tienden a nulificar
los avances que durante casi un siglo ha registrado el Derecho Mexicano del
Trabajo.
Nuestros
Estatutos, surgidos de la decisión autónoma de los trabajadores mineros,
metalúrgicos, siderúrgicos y similares se han cumplido puntualmente durante más
de 70 años. Los Estatutos son la Ley de nuestra agrupación sindical, enmarcados
en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y eso nos permite
manifestarnos contra la limitación o cancelación de derechos fundamentales como
el de libertad de asociación, los de autonomía, de huelga, de contratación
colectiva, de empleo seguro y permanente y nos oponemos a la subcontratación
(outsourcing) y al empleo por hora, las cuales son demandas que una parte del
sector patronal ha venido planteando como falsas soluciones a la competitividad
de las empresas.
Nos
manifestamos tajantemente por una reforma laboral que refuerce los derechos y
garantías de los trabajadores y no se incline al beneficio de la parte
patronal, como lo hace esta propuesta de Felipe Calderón y del Partido Acción
Nacional. Rechazamos el carácter de“preferente” bajo el cual se ha pretendido dar
un albazo legislativo a las modificaciones lesivas a la clase trabajadora. Si
bien, por disputas entre legisladores de los distintos partidos políticos,
actualmente la iniciativa de Felipe Calderón ha perdido su carácter de
“preferente”, esto no significa que el debate esté cancelado, ni que se deban
aceptar las modificaciones antilaborales aprobadas en ambas cámaras del H.
Congreso de la Unión. Exigimos que una vez que se ha detenido el proceso de
premura para esa iniciativa, se proceda a un examen amplio y sereno de sus
implicaciones y consecuencias y no se omita escuchar una sola de las voces que
tienen algo que decir en esta materia.
En cuanto a
la transparencia y la rendición de cuentas sindicales, nuestra agrupación
sostiene que esta es una atribución exclusiva de las organizaciones de
trabajadores, que se produce en el ejercicio de la autonomía sindical, lo mismo
que la democracia y la elección de los dirigentes de los sindicatos.
El
Sindicato Nacional de Mineros desde su nacimiento en 1934 ha practicado
invariablemente la rendición de cuentas y la transparencia, que ha sido y es
uno de los valores fundamentales de su acción. En ese sentido hemos actuado y lo seguiremos haciendo en la línea que
establecen los Convenios 87 y 98 de la Organización Internacional del Trabajo,
OIT, el primero sobre la libertad de asociación y el segundo sobre el derecho a
la contratación colectiva, así como en la línea tanto de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y la actual Ley Federal del Trabajo.
Nuestros
Estatutos establecen de manera clara y contundente que los únicos a quienes
compete conocer de estos asuntos son los propios miembros de la agrupación
sindical y no a terceros ajenos a ellos, trátese de funcionarios, gobiernos o
empresas privadas. Así es como en cada periodo de dos años se reúne la
Convención General Ordinaria y los directivos sindicales someten a
consideración de este que es la máxima autoridad sindical, el estado de las
cuentas del Sindicato, para su discusión y, en su caso, aprobación. Siempre en
nuestro Sindicato Minero se ha obedecido rigurosamente esta determinación
estatutaria y en todos los casos el ejercicio de la rendición de cuentas ha
sido aprobado por los Delegados Convencionistas, tras una democrática
deliberación y un análisis serio y responsable.
El carácter
democrático de la rendición de cuentas comienza en el Sindicato Nacional de
Mineros desde el momento que en cada una de las Secciones y Fracciones
sindicales las bases trabajadoras eligen a los Delegados que con su mandato los
representarán en la Convención General respectiva. Ya en ésta, los Delegados
deciden en todo momento si es su voluntad democrática aceptar las cuentas que
les rinden el Comité Ejecutivo Nacional y a través de este órgano de gobierno,
los Comités Ejecutivos Seccionales o de Fracción, dando por resultado que hasta
la fecha, desde hace 78 años, las cuentas sindicales han sido democráticamente
aprobadas por los Delegados a la Convención.
Por
ello para nuestro Sindicato Nacional de Mineros no es asunto que preocupe la
transparencia y la rendición de cuentas. Estas se encuentran en la base misma
de la existencia de nuestra agrupación, como sólidas raíces, y son
invulnerables a cualquier intento de deformarlas, a diferencia de lo que ocurre
en otras organizaciones de trabajadores, donde sí se violan estos dos máximos
mandatos de la autenticidad de la representación sindical.
En cuanto a
los Contratos Colectivos de Trabajo, el proceso democrático es permanente y
está firmemente establecido histórica y actualmente en la conducta de todos los
afiliados --dirigentes y bases trabajadoras--, ya que cada año se procede a
revisiones de salarios, o de tabulador salarial, y cada dos años a revisiones
de Contrato Colectivo de Trabajo –salarios y prestaciones sociales-- por cada
una de las Secciones Sindicales con las respectivas empresas.
Antes de
iniciarse la revisión anual o bianual, las bases trabajadoras eligen
democráticamente a los miembros de las Comisiones Revisoras, los cuales se
trasladan a la ciudad de México, sede del Sindicato Nacional, donde el Comité
Ejecutivo Nacional les asigna un asesor para que ambos caminen sin tropiezos en
la revisión. Una vez concluida ésta, los compañeros miembros de las Comisiones Revisoras
y los asesores retornan a las Secciones y Fracciones para consultar
democráticamente el resultado de sus negociaciones. Si hay o no hay acuerdo de
las bases trabajadoras hacia el resultado, entonces la Comisión Revisora lo
comunica al Comité Ejecutivo Nacional y al Dirigente Máximo del Sindicato, para
proceder en consecuencia. Este es el riguroso proceso democrático que se sigue
en todas y cada una de las revisiones de salarios o de Contrato Colectivo de
Trabajo, que no deja resquicios respecto de la auténtica voluntad de los
trabajadores agrupados en Secciones y Fracciones.
De esta
manera, en las relaciones de nuestro Sindicato con las diversas empresas está
muy claro que no aceptamos las subcontrataciones llamadas “outosurcing” y que
siempre estamos exigiendo que estas se conduzcan dentro de las condiciones
legales de un contrato laboral. Asimismo, con este proceso democrático de
rendición de cuentas y de revisiones bianuales de Contratos Colectivos negamos
con severidad los llamados “contratos de protección” a favor de las empresas y
rechazamos la existencia de los llamados “sindicatos blancos” o a modo de las
compañías privadas, que predominan en las relaciones sindicales en México. Por
eso mismo, nos manifestamos por que los trabajadores conozcan invariablemente
sus Contratos Colectivos, los cuales por ese hecho de ninguna manera se ponen
“en subasta”,como desatinadamente señaló recientemente un legislador, sino que
se deben publicitar para el estricto conocimiento de los trabajadores que directamente
son sujetos de sus derechos, obligaciones y atribuciones.
En cuanto al
voto secreto, el Sindicato Nacional de Mineros promovió judicialmente en años
pasados el establecimiento del mismo en los recuentos por titularidad de
Contrato Colectivo de Trabajo, y la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
SCJN, determinó el 1º de octubre de 2008 que así se realizara en todos los
casos de recuento, lo cual muestra que nuestra Agrupación tampoco se opone a
esta modalidad democrática ya que incluso la llevó hasta el máximo tribunal de
la justicia en México y el resultado fue positivo en esa instancia mayor.
En
este cuadro de prácticas democráticas, que se realizan a lo largo de cada año,
al Sindicato Nacional de Mineros le interesa que se tenga muy claro que nos oponemos
firme y decididamente a una modificación de la Ley Federal del Trabajo que
contemple una transparencia y una rendición de cuentas como recurso sesgado de
las empresas o del gobierno para limitar o cancelar la autonomía sindicales,
pero señalamos que como Agrupación Sindical que practica seria y
responsablemente la democracia interna, de ninguna manera nos afecta que este
asunto sea discutido en las Cámaras Legislativas. Nuestra práctica democrática
no nos llega a poner en crisis por una modificación legislativa, tanto en
nuestras cuentas sindicales como en nuestros Contratos Colectivos de Trabajo y
en los recuentos por titularidad de Contrato Colectivo, pero señalamos
enfáticamente que la pretensión de establecer afuera del ámbito sindical dichos
controles significaría un atentado contra la autonomía de los sindicatos.
Como
consecuencia de todo ello, el Sindicato Nacional de Mineros cuenta con una
estructura y una firmeza que le ha permitido resistir durante más de seis años
la perversa y despiadada persecución política, laboral y judicial lanzada en
contra de nosotros desde el gobierno y desde algunas empresas carentes de
conciencia social y de solidaridad con sus propios trabajadores. Si nuestros
enemigos pensaron que éramos un Sindicato débil, parecido a otros del país que
no practican la consulta y la transparencia interna, nuestra profunda práctica
democrática les ha demostrado que no es así, que somos fuertes y que nos deben
respetar en nuestros derechos, nuestra dignidad y nuestra integridad como
trabajadores y como sindicalistas.